Pensar

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Solo eran ellos dos. Mariposas revoloteaban por el colorido lugar mientras ellos se hacían camino entre ese basto campo.

Decían cualquier cosa -¿realmente importaba?- simplemente se les veía felices, caminando entre risas.

Y algo que destacaba notablemente, era el hecho de que estaban muy apegados, sin soltar sus manos.

La sonrisa en ambos era más que obvia. Amaban ese momento por más sin sentido que fuese. 

Se amaban.

...

El bermejo se despertó un tanto desconcertado, se sentó en su cama y procesaba lo que acababa de soñar...

Él... su mejor amigo... Él y SU MEJOR AMIGO.

¿Por qué había soñado aquello?

Claro que le tenía aprecio, verdaderamente estaba agradecido por su compañía.

Pero, no estaba de acuerdo con que su cabeza le expresara aquello que guardaba en su mente.

Se reacomodó entre esas sábanas e intentó reconciliar el sueño.

Solo quería descansar.

(...)

Seguían los días y el mayor de los gemelos comenzaba a estar ligeramente harto. Parecía una constante pelea entre sus pensamientos y lo que sentía.

Claro que disfrutaba de la compañía de su mejor amigo... ¿pero por qué su cabeza le mostraba eso?

Resultaba como un dilema...

Era alegre en aquella deforme realidad en su mente, pero no era lo que realmente quería.

¿Cierto?

Tomar su mano...

Abrazarlo...

Permanecer junto a él...

... Seguramente solo era una microhistoria de anécdotas de ese día... sí, seguramente era eso...

Era evidente que no se trataba de las ideas fantasiosas que se hacía por la más mínima interacción con él, era obvio que no se trataba de los gritos internos de los deseos que su corazón anhelaba, era más que obvio que no se trataban de sentimientos que quería negar...

No... no era eso.

(...)

Se encontraban en el recreo, estaban sentados en unas bancas de por ahí mientras sus demás compañeros estaban cada quién en lo suyo.

- ¿Estás bien, Clausy? -Preguntó el de ojos avellana.

- Sí... No te preocupes, Ninten -Le respondió con una ligera sonrisa- Solo estoy pensando... -Agregó abriendo su juguito de caja.

- ¿Pensando en qué? -Prosiguió su contrario con curiosidad.

Al mirarse ambos por unos instantes, el bermejo rápidamente miró hacia otro lado.

- Pensando en cosas... -Dijo el mayor de los gemelos para beber de su refrigerio.

El azabache solo lo miraba atento, su amigo era alguien serio -normalmente- pero al menos con él resultaba más expresivo, pero al parecer había algo diferente en él.

El bermejo no lo quería mirar directamente -no después de lo que soñaba- pero si realmente se tratase de aquello... ¿qué más podría hacer? No quería incomodarlo y mucho menos perder su amistad... pero por algo le seguía pasando aquello...

¿Entonces... debería hacer algo al respecto?

- ¿Q-Qué opinas de Ness y Lucas...? -Preguntó con timidez el mayor de los gemelos.

El de ojos avellana se sorprendió ligeramente -primera vez que escuchaba al bermejo decir el nombre de su cuñado y no se encontraba molesto- así que le seguía causando intriga la situación.

- Pues... me alegro por ellos... son felices ¿cierto? -Respondió el azabache.

Su contrario asintió levemente.

- M-Me refiero que... -Intentaba decir las palabras pero no le salían- ...ellos... ... ellos eran buenos amigos...

- Y lo siguen siendo -Corrigió el azabache- Podrán ya haber empezado lo suyo, pero siguen siendo amigos en cierto sentido -Agregó.

No había pensado en aquello...

- Sí... tienes razón... -Coincidió el bermejo con una leve sonrisa por aquel dulce comentario- Pero... ellos tuvieron la suerte de... pues... coincidir...

El azabache comenzaba a comprender lo que su amigo intentaba decirle.

- Clausy, amar es amar, no importa quien sea -Dijo el de ojos avellana- Mientras el sentimiento sea real, haya cariño mutuo y ambos sean felices, amar está bien -Aseguró.

Finalmente pudieron cruzar sus miradas siendo Ninten quien le brindó un comprensible mirar denotando que no había nada de malo en lo que él le preguntaba. El bermejo tras escuchar aquello, pudo notar en los ojos de su contrario que él hablaba con sinceridad y calma...

¿y si... él también sentía lo mismo...? ¿cómo podría saberlo...?

¿debería decírselo? ¿debía decirle la verdad?

...¿debía decirle en lo que había estado pensando esos días...?

Tal vez y solo tal vez... al ser sincero, finalmente podría disfrutar de esa felicidad que le brindaban sus fantasiosos sueños... pero ahora, podrían ser reales...

- Ninten, yo...-

Apenas iba a pronunciar palabra, pero el timbre anunciando el final del recreo lo detuvo.

No tuvieron más que regresar a sus salones de clase respectivamente.

Pero gracias a que habló un poco de ello, el mayor de los gemelos estaba decidido a al menos intentarlo.

Yo solo pensaba | NesscasWo Geschichten leben. Entdecke jetzt