NIVEL CERO

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Sakura se quedó en la oscuridad durante un par de segundos, dudando de lo que debería hacer. Quizá su sensei necesitaba espacio, podría ser que estuviera muy dolido por su desconfianza para desear hablarle o verla. Podría desear tiempo, un poco de soledad.

Estaban sucediendo demasiadas cosas, el último ataque fue en frente de su sensei como un acto de desafío, una prueba para saber si realmente podía protegerla ¿Quién quisiera dañar su imagen de ese modo? Ella no era tna importante en la vida del ninja, no era un ataque al azar, pero tampoco encontraba una razón válida para los repetidos ataques.

No era momento de pensar en eso porque no era lo importante, lo importante era sus sensei. Abandonó la habitación sin miedo de salir a esa oscuridad que todavía no se terminaba, aunque la luz estuviera cerca.

-¿Naruto, has visto a Kakashi-sensei?- preguntó Sakura apareciendo en una de las entradas de la Aldea que debían custodiar.

-Debe estar descansando, creí que estabas con él.

-Me distraje un segundo... -la médico no quería entrar en detalles – Cuando regresé, se había ido. Lo conoces, no se puede quedar quieto.

-Etto...- el ninja se rascó la melena rubia mientras asentía a las palabras de Sakura – Debe estar en alguna de las entradas, pero no ha aparecido por aquí.

-Entiendo, lo buscaré en alguna de las otras entradas. Te cuidado, Naruto, mantente alerta.

-Espera, Sakura-chan.

El ninja hizo un clon para que la acompañara en la búsqueda de su sensei. La kunoichi iba protestar pero decidió no hacerlo, después de todo él sólo estaba preocupado. Decidió corresponder a su gesto con una sonrisa, sabía que Naruto no pesaba que ella fuera demasiado débil para protegerse, sólo demostraba su preocupación. De cierta forma era conmovedor. Siempre cuidaba a los demás, era parte de su personalidad.

Naruto era el responsable de custodiar las entradas, sus clones estaban repartidos de manera estratégica, y lo estaba haciendo muy bien. Él mismo había logrado ahuyentar a los ninjas renegados que en realidad no eran otra cosa que hombres armados, pero hizo un gran trabajo cumpliendo con la misión mientras Sakura atendía a su sensei herido. Era más maduro y disciplinado. La médico no sólo estaba orgullosa de su crecimiento, estaba más orgullosa de ser parte de su vida, de seguir como su compañera y amiga.

-¡Kakashi-sensei!- gritó el clon de Naruto. El ex ANBU estaba allí, custodiando el perímetro de la Aldea, pero no buscaba a algún ninja renegado, estaba buscando a alguien más -Me alegra verlo de pie, sensei.

-Hiciste un buen trabajo, Naruto.

-¡De veras que sí! Comencé el ataque con una nueva técnica, eso fue suficiente para que algunos retrocedieran, no esperaban toparse con un ninja como yo...

-Naruto, gracias por acompañarme, yo me quedaré con Kakashi-sensei.

-Pero, Sakura-chan, tenemos muchas cosas de qué hablar, no puedes correrme.

-Los clones desaparecen con un golpe, ¿cierto? – la médico levantó el puño en forma de amenaza, como en los viejos tiempos. El clon de Naruto retrocedió en seguida y desapareció con una cara de absoluto espanto.

Sakura y Kakashi se quedaron solos y en la oscuridad, la luna ni siquiera brillaba con tanta fuerza, estaba un poco nublado, así que la imagen del otro no era tan clara. No parecía ser el mejor momento para hablar, permanecieron en silencio durante largos minutos, Sakura estaba terminando de darle los últimos retoques a su discurso mental, pero su sensei habló primero y perdió la concentración. Quería disculparse, aunque en realidad no fuera culpa de ninguno lo que estuviera sucediendo.

LOS CAMINOS A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora