Capitulo 10 - < Fuera De Los Brazos De Una Amada>

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Me senté en el escalón de la acera de espera mientras frotaba mis manos y comenzaba a jugar con el encendedor. Cuando un Volkswagen marrón estaciono a pocos metros de mi, me levante.

- Profesora.

- Oh, hola Poché - la señorita Calle sonrió cerrando la puerta del coche. Saqué veinte dólares de mi bolsillo y se los entregue a ella. Miss Calle puso sus llaves en el bolsillo y me miró fjamente, sin comprender.

- No, por favor - le dije simplemente.

La profesora miro a los veinte dólares por un momento y luego pareció darse cuenta. Sus manos, sin embargo, se cerraron al rededor de su maletín.

- Poché, es solo una propina.

- Mire, se lo agradezco, de verdad, pero no acepto donaciones - la señorita Calle me miró impasible, pero se limito a asentir.

- Esto no es una limosna, es una propina - dijo y me detuve a suspirar, era tan testaruda.

- ¿Es por que le ofrecí la bebida? - pregunté y Miss Calle levanto su barbilla.

- No Poché, te di la propina por que quería darte la propina.

- ¡Pero son veinte dólares! - exclame - una propina es de..... Cuatro, monedas de cinco centavos, las sobras que nadie quiere, no es una pieza con la cara de un ex presidente - dije incrédula y ella solo sonrío.

- Poché, me divertí anoche, fuiste amable y educada - dijo y reprimí una risa y mire a otra parte impaciente - así que, hazme el favor de tomarte los veinte dólares que as ganado - dijo y levante una ceja.

- ¿Así que me estas diciendo que si todos los alumnos están trabajando en los clubes nos darías a todos propinas de veinte dólares? - pregunte y Miss Calle se ajusto las gafas.

- No seas astuta conmigo, Garzón. De todos modos..... No - dijo sin darse la vuelta.

Respire hondo y tuve que sacudir mi cabeza, "A esa mujer nadie le gana".

(...)

Me senté en el escritorio con una extraña sensación en el estómago, y cuando la profesora se acercó a la puerta se sintió aún peor. Brad estaba allí con ella y le hablaba en voz baja, muy, muy cerca. Juana me llamó la atención moviendo sus cejas de arriba abajo. Dios sentía como si tuviera náuseas. Los dos se separaron con una sonrisa y la señorita Calle cerró la puerta.

- Buenos días - dijo y la clase le respondió en unísono y ella sonrío - no puedo esperar para leer sus historias - dijo y Juana bufó a mi lado y no le hice caso - pero por ahora, voy a seguir el programa, la poesía y la influencia que pueden tener almas sensibles - dijo y levanto las manos - ¿Quién quiere empezar?

Alex levantó la mano y ella sonrío. Escuché vagamente lo que el estaba diciendo ya que no me importaba.

- Maravilloso, Alex, me encanta Baudelaire - dijo la señorita Calle y aplaudió cortésmente con su maravillosa sonrisa habitual - ¿la próxima? - preguntó y yo levante la mano viendo como Juana fruncía el seño y Paula sonría.

- ¿Qué diablos...? - intento decir Juana. Miss Calle asintió y ajusto sus gafas.

- Si, Garzón, usted puede ir al baño. Por lo tanto, ¿cualquier persona? - volvió a preguntar y yo me levante del banco.

- No. Yo.... tengo un poema.

La boca de la señorita Calle se abrió lentamente y el resto de la clase se volvió hacia mi, así que empecé a mover mis dedos con nerviosismo sobre el banco.

- Cl....Claro - la señorita Calle se aclaro la garganta - esta bien - dijo, pero vi un ligero ecepticismo en su cara.

Cuando abrí mi boca para empezar, Juana se tiro un pedo fuerte y largo cosa que me dio ganas de matarla. La clase se echo a reír y la señorita Calle suspiro decepcionada y molesta.

- Gracias a ambas por la manifestación habitual de verdadero interés, ahora te puedes sentar afuera - dijo y yo me apresure a arreglarlo.

- No..... No, la poesía.

- Si no esta interesada no esta obligada a permanecer en el salón y arruinar la lección.

- Profesora ¿puede callarse y escuchar?... Gracias - le dije seria y con nervios por todo mi cuerpo y levante la voz un poco para que me escucharan ya que el salón estaba en total silencio - < Fuera los brazos de una amada y dentro de los brazos de otra. He sido salvado de morir en la cruz > - dije y me lamí los labios. "Dios no tenia saliva en mi garganta y mis manos estaban frías" - << Por una señora que fuma mota >> - dije y los ojos de la señorita Calle se hicieron grandes y parecía que estaba conteniendo la respiración - << Escribe canciones y cuentos, que es mucho mas amable que la anterior y el sexo es tan bueno o mejor >> - dije y Juana y Paula se rieron - << No es nada agradable ser clavado en la cruz, abandonado, es mucho mas placentero olvidar a un amor que no funcionó ya que finalmente ningún amor funciona.....>> << Es mucho mas placentero hacer el amor en la playa en Del Mar en el cuarto 42 y después >> - baje el tono de mi voz - << Sentarse en la cama, tomar un buen vino, platicar, tocarla, fumar escuchando las olas...>> - dije y sentí como mi cuerpo temblaba - << He muerto muchas veces creyendo y esperando, esperando en un cuarto, la mirada fija en el techo agrietado, esperando un telefonazo; una carta, un toque en la puerta, un sonido.... Volviéndome loco mientras ella baila con desconocidos en un club nocturno....>> - dije y vi como la señorita Calle atrapo un aliento - << No es nada agradable morir en la cruz, es mas placentero escuchar tu nombre, quedito, en la oscuridad >> - termine y todos los ojos estaban puestos en mi, me aclare la garganta y dije - < Fuera de los brazos de una amada, de Charles Bukowski>

La señorita Calle estaba mirándome desde el fondo de la sala con una expresión extraña, y comencé a sospechar que había dicho un montón de mierda. Lastimosamente el silencio fue roto por Juana.

- Dios, voy a vomitar.

- ¡FUERA DE MI CLASE! ¡AHORA! - gritó y yo me sorprendí por la voz enojada y alta de Miss Calle. Juana se regocijo en silencio y tomo sus cosas, suspire y me incline a tomar mi mochila - No, no.... No tu - levante mi vista y vi a la señorita Calle con una mano para detenerme, casi preocupada.

Puse mi mochila en el suelo y me senté en mi lugar mientras Paula me sonría y me guiñaba un ojo, sabia que ella era la que mas se alegraba con todo esto aunque no lo dijera mucho. Miss Calle nunca dejo de observarme, así como otros estudiantes del salón.

- Um - Claudia levanto la mano pidiendo permiso para recitar su poesía y la señorita Cale asintió.

- Si.... Si, por supuesto - dijo distraída, como ausente.

Yo no había entendido mucho, pero todo parecía haber ido bien.

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Aquí el próximo capítulo, espero sus comentarios, me encanta leerlos ❤️

Eres la cura de mi tormento, ( Caché G!p.) Where stories live. Discover now