Capitulo 13 - Demasiado buena para mi.

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- Wow - murmuró Paula - esa si que es una casa - dijo y yo no podía dejar de asentir con la cabeza, mirando al edificio de tres pisos de ladrillo rojo en frente de mi - esta también un jardín en el frente ¿estamos seguras de que es solo una sustituta? quiero decir.... ¿Le pagan tan bien? - preguntó y yo solo me encogí de hombros, mirando cada detalle. Vi las plantas muertas y me reí en voz baja, si, no había duda que necesitaba un poco de pulido.

- No lo se - dije mientras abría la puerta - gracias por el paseo.

- Poché..... - dijo mientras ponía su mano en mi hombro, respire hondo y salí del auto.

- Yo solo estoy aquí para hacer un poco de dinero, eso es todo - dije y vi como la puerta se abrió, un par de gafas y la sonrisa mas hermosa que había visto en mi vida, me recibieron - buenos días - le dije.

- Buenos días, Poché. Vamos - dio unos pasos y unas sonrisa se me salió espontáneamente.

- Tienes una bonita casa - dije ye ella estaba a mi lado.

- Gracias, ¿as tenido el almuerzo?

- Si, si, yo comí - La señorita Calle parecía satisfecha con la respuesta y me llevó dentro de la casa, por el pasillo, abriendo la puerta debajo de las escaleras.

- Aquí debes encontrar todo lo que necesitas - dijo y la mire con incertidumbre.

- Antes de empezar, me gustaría aclarar que no soy multitareas, yo lo aprendí solo por que mi casa es una especie de.... - "no digas choza, no digas choza idiota". Me aclare la garganta - quiero decir..... A veces tenía que llamar a alguien para arreglar algo, que era demasiado caro, asé que... - dije y la señorita Calle asintió.

- Oh, si, si, por supuesto - dijo y sentí como mis mejillas se sonrojaban y la señorita Calle solo sonreía. Asentí con la cabeza y me incliné para ver el sótano. Encontré un taladro, destornillador y unos alicates - ¿as encontrado algo útil?

- Si, en realidad no, pero depende de lo que quiere que haga.

- No se, ¿la cantidad de dinero que necesitas en este momento? - juro que no esperaba una pregunta tan directa.

- Y-yo.... Bueno, necesito al menos sesenta dólares - respondí y la señorita Calle asintió.

- Podrías comenzar con el jardín - dijo y sonreí.

- Si, esta bien, déjeme echar un vistazo - una vez afuera, me rasque la cabeza. "Dios, era un desastre". Al parecer la señorita Calle intercepto mi expresión.

- ¿Es tan malo? - pregunto y negué con la cabeza.

- No.... no - intente decir pero ella levantó una ceja y yo me eché a reí - bueno si, lo es, pero nada irreparable, no se preocupe. Cuando.... - suspiré - cuando yo estaba con mis padres ayudé a mi madre con su pequeño jardín, parterres y.... Cosas por el estilo. Así que yo diría que solo hay un problema.... las malas hierbas - dije y la señorita Calle asintió - me gustaría empezar si no te importa, no se cuanto tiempo me llevará y a las seis tengo que estar lista para el trabajo.

- Claro, claro - asentí con la cabeza.

- Esta bien.

Mis ojos la siguieron, cayendo sobre sus pantalones negros de traje que llevaba puestos y el suéter demasiado grande para ella.

"Dios que cul...."

La señorita Calle se volvió hacia mi y sentí mis mejillas ardiendo, literalmente.

"Idiota".

(...)

- ¿Estas bien? - pegunto y asentí con la cabeza, y dije, (aunque sin aliento) :

- Si - señale la pequeña calzada de hormigón, el manojo de hierbas apilados - estoy comprobando que no haya residuo de raíces - dije y me senté en un terrón de tierra - ¿tiene un..... No se, un rastrillo, una pala? ¿algo que podría sacudir el suelo? - pregunté y la señorita Calle negó con la cabeza.

- No, nada tan grande, pero un.... mmmmh, no tengo ni idea de como se llama, espera - dijo y la vi desaparecer por la puerta principal. Sentí de nuevo esa sonrisa en mis labios, la señorita Calle regresó minutos mas tarde.

- Oh.... Esto es una trasplantadora - explico - se utiliza para plantar plantas, pero por ahora eso esta bien.

- Lo siento, ¿podrías darme una lista para que pueda comprar todo lo que necesita? - preguntó y sonreí.

- Por ahora esta bien, no te preocupes. Pero el trabajo es largo, y lo cierto es que voy a segur mañana.

- Lo que no me importa en lo absoluto.

Dijo y levante la vista, la señorita Calle me dio un guiño y una sonrisa de vuelta.

(...)

Estaba sucia, mis manos estaban congeladas, estaba sudorosa y probablemente apestaba. Estaba cansada, me lave la cara y las manos, y cuando pase la toalla en mi rostro fui golpeada por el calor. Cerré los ojos un momento.

"Woah".

La señorita Calle apareció en la entrada de la sala de estar, contando los billetes en su mano.

- Aquí tienes - dijo, tomé el dinero y conté rápidamente. Eran setenta dólares.

- Profesora, el trabajo que he echo hoy vale solo cincuenta, no es necesario. Tengo un día mas para pagar el alquiler - pero la señorita Calle llevo m mano el pecho parando mi mano.

- La casera dijo que setenta es una cifra razonable - dijo y respiré hondo, sabia que no iba a poder hacerla cambiar de opinión.

- Eres demasiado buena para mi - le dije y ella levanto una ceja.

- Bueno, ya que as pasado las ultimas cuatro horas de rodillas en mi patio para sacar las malas hierbas en medio del invierno, yo diría que no, que no lo soy - arrugó la nariz y negó con la cabeza - mh mh, en absoluto - tuve que detenerme para no besar esa pequeña mueca adorable que había echo. Me aclare la garganta y tomé el control. Nos miramos un momento y dije:

- Gracias - murmure y ella sonrió.

- No me des las gracias.

Me reí mientras abría la puerta de la entrada.

Y nos despedimos.

Eres la cura de mi tormento, ( Caché G!p.) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant