Eres la cura de mi tormento, ( Caché G!p.)

Capitulo 22 - Final.

El coche se detuvo en el estacionamiento del instituto y yo me apresure a bajar, preocupada de que alguien pudiera verme, pero Calle tomó mi mano y me detuvo mientras se desabrochaba el cinturón.

- Poché... Cálmate, ¿Vas hacerlo hasta el final del año? - pregunto y suspiré.

-No, yo..... No me siento en paz - dije un poco apenada.

- Escucha.... No me importa lo que digan los demás. Tengo veintitrés años, tu diecinueve y cumples los veinte en un mes, este es mi primer trabajo y no es la aspiración de mi vida - Calle levantó una ceja - Poché.... Esta mañana cuando me desperté pensé en lo que has dicho - ella suspiro - por qué se, que estarías conmigo - dijo y trague saliva.

- Yo estaré contigo, Calle, siempre - dije segura y ella sonrio.

- Así que no me importa lo que piensen un montón de idiotas fanáticos, y si, también Bradley  - por primera vez sentí la necesidad de decir algo a favor del profesor Simpson.

- No te enojes con el también, no es fácil mantenerse al día conmigo - dije y Calle me miró con sorpresa.

- Pensé que lo odiabas - frunció el ceño de una manera adorable y yo bese la punta de su nariz sacándole esa hermosa sonrisa de la que estoy perdidamente enamorada. La campana ya había sonado y lo estudiantes se preparaban para entrar - vamos a buscar tus cosas después de la escuela ¿De acuerdo? - sonreí y respondí.

- Si, señorita.

Calle se mordió el labio para después dame un beso en la mejilla y después irse a su primera lección.

(...)

Dos meses después.

- ¡Calle!

- ¡Si!

- ¡No entra nada en el coche!

- ¿Que? Todavía tengo que terminar cinco cajas - dijo y suspiré.

- Calle.....

- Pero todavía tengo los libros, el segundo conjunto de vasos y..... Y mantas.

Estaba apunto de gritar cuando descubrí que tres de las cajas que había metido cuidadosamente en el coche estaban llenos de libros.

- Yo pensé que te gustaría, son aquellos que no has leído hasta ahora - me incline para besarla - ¿No estás emocionada? ¡Mañana te diplomas!

- Ya era hora, diría yo - Calle dió un beso en mi mejilla.

- Estoy muy orgullosa de ti, mi vida, ¿Llamaste a la universidad? - asentí con la cabeza y Calle me dió una palmada en el brazo - ¿Por qué no me lo dijiste?

- Fue una odisea en estos días - Calle me miró sería mientras levantaba una ceja.

- Mmh.

- A pesar de los piercings, tu chica es oficialmente una estudiante de la universidad - dije y Calle saltó sobre mi, besándome y gritando.

- ¡Te amo! ¡Dios cómo te amo! - reí.

Nos besamos bajo el sol de un hermoso día de verano. Calle envolvió sus piernas en mi cintura cuando una voz indignada nos llamó la atención.

- ¡Oh Dios mío, que vergüenza! - Calle sonrió y levantó una mano para saludar.

- Hola señora Morgan, día perfecto para un poco de amor ¿Verdad? - contuve la risa ante la cara de la señora Morgan.

- ¡Oh Dios, Dios, ayúdame, oh Dios..... Los hijos de Satanás! - dijo por último entrando a su casa.

Sentí como Calle se abrazaba a mi un poco más fuerte y metía su cara en mi cuello, eso me pareció un poco extraño.