Capítulo 11: El hogar de un héroe

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¡En casa! Por primera vez en mucho tiempo, Shoto se sentía bien rodeado por su familia. ¡Era su hogar! Nunca antes lo había sentido de esa manera. Aquellas paredes sólo albergaban sufrimiento, malos recuerdos y un dolor sin igual, pero hoy... el ambiente había cambiado completamente.

Shoto miró por la ventana. Era una noche cerrada y por cómo sus párpados querían cerrarse, intuía que demasiado tarde para él. Sus hermanos mayores ya llevaban un par de horas durmiendo, pero él no pudo imitarles. Endeavor se había empeñado en que primero debía comer algo mientras esperaban al médico. ¡Ni siquiera se fiaba del todo de los sanitarios de la ambulancia! Y, por eso mismo, había mandado llamar a su médico de confianza de la agencia.

Sentado en el sofá del salón principal, con el cuenco de soba frío vacío encima de la mesa y su brazo estirado, Shoto observaba al médico quitarle el vendaje con cuidado. ¡Dolía! Pero intentó disimularlo lo mejor que pudo. Pese a sus intentos, Endeavor se movió nervioso al ver cómo su hijo fruncía el ceño por el dolor aunque se negase a pronunciar palabra alguna.

Parte de su brazo tenía manchas rojas y blancas, pero eso no era lo que preocupaba al doctor, sino alguna ampolla que estaba saliendo.

— Ha llegado a la dermis. Es una quemadura de segundo grado. Puede que te queden cicatrices – susurró – quizá podríais contactar con algún héroe con un quirk curativo mejor que el mío para regenerar esto mucho más rápido y con suerte, quizá no le quede marca. La buena noticia es que no parece infectado. ¿Te estuvo tratando alguien la primera quemadura?

— Recovery Girl – susurró Shoto – ya casi estaba curada tras unas sesiones, pero... con lo de hoy... ¡Ah! – se quejó al sentir el agudo dolor cuando el médico flexionó suavemente su muñeca. Endeavor se tensó más al escuchar quejarse a su hijo.

— Está rota. Voy a tener que inmovilizártela. Respecto a las quemaduras, vendré todos los días a curártela, pero recomendaría que contactaseis con Recovery Girl. Con ella es muy posible que en unos días estés como nuevo y ni siquiera te deje cicatriz. También podría curarte esta muñeca con mayor brevedad que yo. Lamentablemente, mi poder va más relacionado a sanar órganos internos que este tipo de lesiones, así que tendré que hacerlo al modo convencional. Podría intentar regenerar la dermis para que cicatrizase antes la quemadura, pero poco más.

— Sería de ayuda, doctor – susurró Endeavor –. Haga todo lo posible por ahora. Llamaré a Recovery Girl para que venga en cuanto pueda.

— No puedes llamarla ahora, papá – susurró Shoto cabizbajo – ella está atendiendo a Bakugo. Él... me salvó y está más grave que yo. No pasa nada si me queda cicatriz.

Endeavor resopló. Una parte de él se alegraba de que Shoto no hubiera perdido ese toque humanitario que tenía por los demás, se preocupaba por su compañero y era algo realmente bueno, pero por otra parte, tampoco podía permitir que su hijo sufriera esas heridas pudiendo recuperarse mucho antes.

— Shoto, ¿qué te parece si la llamo mañana por la mañana y le insinúo el caso sólo para que venga cuando acabe con Bakugo?

— Vale.

— Voy a curarte la quemadura, te inmovilizaré la muñeca y deberías descansar todo lo que puedas. Dejaré unos analgésicos por si te duele mucho por la noche, que puedas conciliar el sueño – terminó de dar su diagnóstico el médico –. Y, Endeavor, no te vayas muy lejos, ahora revisaré tus heridas.

La mirada de Shoto se desvió hacia su padre. No tenía heridas graves, pero su traje estaba roto en las mangas debido a las llamas de Dabi. No le había preguntado todavía por su pelea al imaginar que había sido difícil para él. Agachó la mirada. Había supuesto que su padre sabía contra quién se enfrentaba porque él le había reconocido cuando pronunció ese apodo que sólo usaba en él, pero... la realidad era que no estaba seguro si Endeavor sabía que se trataba de Touya.

Quirk (Boku no hero: Baku-Todo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora