Capítulo 1: Donde todo empezó

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Alzó la vista hacia la oscuridad del cielo. Pasaba de la medianoche. Ni una estrella estaba visible, ni siquiera la luna. Las nubes que amenazaban tormenta ocultaban lo que pudo ser un hermoso cielo estrellado. Las farolas de las calles, los carteles luminosos y algunas casas cuyas luces se quedaron encendidas eran lo único que proporcionaba luz a la ciudad.

No podía permitirse el lujo de dejar de correr. La ciudad era un campo de batalla. La gente corría completamente aterrada en busca de un lugar seguro mientras él iba a contracorriente. El crepitar de las llamas, los gritos de la gente quemándose y las explosiones se escuchaban por toda la ciudad. Los héroes no daban abasto para evacuar con rapidez y enfrentar a los Nomu y otros villanos.

Los empujones que Shoto recibía le desestabilizaban por segundos y, aunque trataba de encontrar en su interior su calma habitual, la ansiedad se estaba apoderando de él. Deku había mandado un mensaje, en concreto, su ubicación y eso sólo significaba una cosa: necesitaba ayuda. Seguramente habría mandado su ubicación a otros grupos; sin embargo, al ver Shoto el lugar donde se hallaba el grupo de Deku, se dio cuenta de que él y su equipo eran los más cercanos al lugar.

Estaba a un par de manzanas, sólo debía correr un poco más y esperaba que los que estuvieran allí aguantasen hasta que pudiera llegar. Sin embargo, tenía la inquietud de que el equipo de Deku, formado por Iida y Bakugo, no debería tener ningún problema y, aun así, lo tenía. El mensaje que recibió debía significar algo. Estaba preocupado.

Al girar en la siguiente esquina a la derecha, una oleada de gente le impidió continuar. Con los brazos frente a su rostro y tratando de dar aunque fuera un paso para abrirse camino entre ellos, chasqueó los labios con frustración. No podía perder el tiempo allí, pero tampoco quería herir a nadie con su hielo o sus llamas.

— Todoroki.

La voz de su compañera de equipo le hizo girar el rostro en su busca. Era la voz de Uraraka, estaba en algún lugar entre la multitud, pero no podía localizarla. Escuchaba a un policía pedir a la gente que desalojase el edificio y todos salían con tanto miedo que le era imposible avanzar. Apenas podía moverse.

— Aquí arriba, Todoroki.

Sobre su cabeza, Uraraka flotaba junto a Kirishima. Había salido tan rápido al recibir el mensaje que pensó en todo momento que sus compañeros le seguían a escasos metros, ahora se daba cuenta de que habían optado por una forma más rápida de llegar. Uraraka estiraba su mano hacia él para intentar alcanzarle. Al entender su intención, Shoto empujó a la gente de su alrededor y se esforzó por levantar su brazo derecho en su dirección. Sólo necesitaba un roce para que le hiciera flotar y sacarle de ese atolladero.

Una explosión a escasos metros desató el pánico aún más y un empujón por parte de los de atrás desplazó a Shoto impidiéndole alcanzar a su compañera.

— Adelantaos – ordenó Shoto al ver que no la alcanzaría con toda esa gente bloqueando su camino – os alcanzaré.

— ¿Estás seguro?

— Sí, id. No sé cómo están ellos o cuánto tiempo aguantarán. Ayudadles.

Tenía que salir de ahí sin hacer daño a la gente. Necesitaba un plan. La gente en pánico era lo peor. No atendía a razones y aunque idease una ruta de escape para ellos con su hielo, su aterrorizado estado mental no les dejaría pensar con claridad. Debía olvidarse de evacuar rápido. Los policías se ocuparían de ellos y allí no parecía haber ningún problema por ahora. Debía pasar por encima, literalmente.

Congeló únicamente las plantas de sus pies y elevó un pilar de hielo para que le sacara de la multitud. No dejó de ganar altura hasta poder ver un callejón trasero tras unos listones de madera. Desde lo alto del pilar, creó un tobogán de hielo que acababa justo en el callejón que le permitiría continuar su carrera.

Quirk (Boku no hero: Baku-Todo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora