Capítulo 6: Revelaciones

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Con mucho cuidado, Bakugo se sentó sobre el mullido colchón y dejó caer el cuerpo de Shoto que reposaba en su espalda, sobre la cama. Su brazo izquierdo quedó extendido y los ojos de Bakugo fueron directamente al vendaje. El dolor del brazo apenas le dejaba dormir y sabiendo lo testarudo que podía llegar a ser ese chico, no le quedó otro remedio que machacarle la pastilla en su comida.

¡Era tan inocente que no esperó que algo así pudiera ocurrirle! Además, en parte le había venido bien que el inoportuno nerd se quedase, porque había distraído a Shoto involuntariamente con sus charlas, por lo que Bakugo no tuvo ningún problema para darle el somnífero. ¡Hoy descansaría! Estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de verle tranquilo y que recuperase fuerzas.

Bakugo observó primero el rostro angelical de Shoto. Ese joven héroe nunca había sido demasiado expresivo, tampoco lo era durmiendo, pero al verle dormir plácidamente, le provocó una extraña sensación que jamás antes sintió. Todoroki parecía todo un ángel, su tez suave y delicada pero con un cuerpo varonil y trabajado, con ese rostro inocente que le hizo sonrojarse al instante. ¡Muy atractivo! Bakugo entendió en ese instante el motivo por el que casi todas las chicas le deseaban. Todas ellas habrían pagado lo que fuera por tenerle como él lo tenía hoy tumbado en su cama, descansando.

Bajó la mirada al brazo vendado de Todoroki. Caía completamente relajado al lado de su cuerpo. Los recuerdos de aquel fatídico día volvieron a la mente de Bakugo. Shoto pudo escapar, pudo haber evitado ese ataque y no lo hizo, no lo hizo porque Eri y él estaban detrás. Sabía que no podía frenarlo y, aun así, no se movió.

— Te quemaste por mi culpa — susurró Bakugo acercando sus dedos hacia los vendados de Shoto — Si sólo me hubiera movido un poco...

Lamentarse por los acontecimientos era algo que Bakugo jamás diría en público, pero Shoto dormía tan profundamente que jamás se enteraría del pesar que cargaba. Se sentía un poco culpable por no haberle ayudado más y estaba convencido de que Shoto se sentía igual que él. ¡Eran dos idiotas! Y pensar en ello provocó una leve sonrisa en Bakugo.

— Supongo que no tenemos remedio. Nos parecemos más de lo que creemos — susurró — Eres un gilipollas — sonrió Bakugo sabiendo que Shoto no le escuchaba — ¿Cómo pude enamorarme de ti? Yo no debía caer en el amor, sólo quiero ser un héroe, sólo quiero vencerte y, aun así... siento que quiero estar a tu lado todo el tiempo, quiero protegerte. Sólo eres una maldita debilidad, Shoto, eres mi mayor debilidad. Me asustaste demasiado, creí que te matarían y me asusté. Eres un maldito egoísta — se enfadó Bakugo — no pensaste en cómo me sentiría yo si te perdía, sólo te quedaste en medio para protegerme sin importarte las consecuencias. ¡Gilipollas!

Sin apenas darse cuenta, pese a su enfado, su mano se había movido sola hasta alcanzar la de Shoto y meter sus dedos entre los huecos de los de Shoto. Él no se movía, dormía tan profundo por la medicación que sería imposible que descubriera los sentimientos que Bakugo guardaba y que jamás dejaría escapar mientras alguien pudiera escucharle.

— No vuelvas a hacerme algo así — cerró con fuerza los párpados y agachó la cabeza para dejar que un par de lágrimas resbalasen de sus ojos. Sus dedos agarraron con mayor intensidad los de Shoto — no vuelvas a preocuparme así, no te atrevas a hacerme sentir este dolor de nuevo.

¡Un héroe! Esa palabra llegó a la mente de Bakugo. Siempre pensó que ser un héroe era genial, quería llegar a ser el mejor, todavía lo deseaba con todas sus fuerzas, pero... ¡Shoto también lo deseaba! Tener estos sentimientos por un héroe le había hecho cambiar un poco su mentalidad. Nunca pensó en los riesgos de un héroe o más bien, en las consecuencias. Shoto podría morir en cualquier misión. Si eso ocurría... ser un héroe ya no era tan genial. Nunca pensó en cómo se sentían los demás ante una pérdida porque nunca pensó en la posibilidad de perder, nunca creyó que él llegaría a sentir dolor por la pérdida de otro héroe. Siendo egoísta, prefería que Shoto no corriera esos riesgos, prefería tenerle siempre así, sin un quirk, sin correr riesgos. Sin embargo, ver el sufrimiento en su mirada le hacía querer verle cumplir su sueño. Era una maldita encrucijada de sentimientos.

Quirk (Boku no hero: Baku-Todo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora