𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 - 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐯𝐞𝐧

Capítulo 1

Xiao

Estaba huyendo de mi novio. La razón era algo tonta, pues le estuve molestando un rato de broma y por eso mismo este empezó a perseguirme por los pasillos del instituto. Conseguí perderlo de vista y encontré la puerta que llevaba a la sala de música. Decidí entrar porque según decían no solía haber nadie ahí. Grande fue mi sorpresa cuando abrí la puerta y un chico de identidad desconocida estaba tocando el piano de espaldas a la puerta mientras tarareaba lo que parecía la letra de una canción.

Cerré la puerta detrás de mi sin hacer ruido y me senté en una silla que miraba hacía el piano, escuchando atentamente al chico. Tocaba increíblemente bien. Tristemente no podía reconocer la canción, cosa que me extraño pues siempre escuchaba música antes de cualquier partido y también escuchaba canciones que personas me recomendaban. Haciendo así que reconociera bastantes canciones y soliera reconocer todas las que escuchaba por el instituto.

- ¡XIAO! —. Escuché esa reconocible voz al otro lado de la puerta y vi como el chico dejó de tocar. Se giró a mirar hacia la puerta, sorprendiéndose al verme ahí.

- ¿Qué haces aquí? —.Preguntó mientras cerraba una libreta que traía consigo. Luego volviendo a mirarme y esperando a que le respondiera. Cosa que me costó, pues me quedé mirando sus hermosos ojos color verde, los cuales brillaban por el reflejo de la luz. Después de unos segundos que parecieron minutos por fin reaccioné.

- Oh, lo siento. Me estaba escondiendo de Aether —.Respondí, levantándome de la silla para acercarme a la puerta, abriéndola ligeramente. Error. Aether terminó de abrirla en cuanto vio la puerta moverse.

- Te encontré —. Dijo orgulloso de si mismo. Yo solo solté una risa.— ¿Quién es ese? —.Preguntó mirando al chico de las trenzas el cual antes se encontraba tocando el piano.

- Realmente no lo sé, estaba tocando el piano cuando entré aquí —.Respondí, mirando hacia el chico el cual ahora se encontraba guardando su cuaderno en su mochila, la cual puso en sus hombros y vino hacia nosotros.

- ¿Os podéis mover? Llego tarde a clase —.Comentó. Ahí nos dimos cuenta que estábamos en medio de la puerta. Nos movimos para dejarle pasar y este se fue sin decir palabra alguna. Le miramos extrañados.

- Un "gracias" hubiera estado bien.. —.Suspiró Aether, volviendo su mirada a mi.— Nosotros también llegamos tarde, vamos —.Continuó, tendiéndome una de sus manos para que fuéramos de la mano a clase. Y lo hicimos.

Aether y yo éramos novios desde hace unos meses y todo el instituto lo sabía por la única razón de que yo era el capitán del  equipo de baloncesto del instituto, Los Yaksha, nos llamamos. Era bastante popular por eso, pero no me gustaba. Preferiría estar solo en una esquina sin que nadie se me acercara, pero supongo que ya es algo a lo que me he acostumbrado. Muchas chicas suelen venir y pedirme salir aunque sepan perfectamente que estoy saliendo con Aether. Por otra parte eso hace que todo el mundo quiera hablarme. Cosa que no entiendo, lo único que hago es un deporte que me gusta y ni si quiera me considero una persona sociable. Lo que si sé es que esa mayoría de personas que me hablan lo hacen por interés para ser populares, por eso amo a Aether. Él no es así, estuvo conmigo antes de ser popular y nunca quiso aprovecharse de eso. Es una gran persona.

Llegamos a la clase en la que ambos estábamos, sentándose cada uno en sus respectivos sitios. Y así empezó la primera clase de después del tiempo libre, la cual indicaba que faltaba menos para poder volver a casa.

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- ¿Cómo que no vienes? —.Pregunté con el móvil pegado a mi oreja, mientras que con mi mano libre abría la puerta de mi casillero, dejando algunos libros.

- Lo siento, pero si te decía que no iba por que me encuentro mal tampoco irías para venir a cuidarme. Y ya te dije que puedo cuidarme yo solo —.Me contestó, yo simplemente solté un suspiro.

- Bueno esta bien, cuídate. Que ya me voy a clase —.Dije después de escuchar el timbre, cerrando el casillero.— Hablamos luego —.Me despedí, escuchando una repetición de lo que yo dije acompañado de un beso por parte de Aether. Colgando con una sonrisa tonta y entrando a clase.

Estas pasaron bastante lentas para mi gusto, por suerte para mí, como estoy en ultima fila pude hacerme una mini siesta de la que nadie me levantó. Bueno, el timbre lo hizo.

Salimos al tiempo libre. El patio era bastante grande pero se podía ver todo desde la salida a este. Desde ahí pude divisar una figura conocida sentado al pie de un árbol y escribiendo en un cuaderno que supuse que sería el suyo. Me pensé dos veces en acercarme o no, pero al pensar que la mayaría de personas solo pasan el patio conmigo por interés lo decidí. Decidí que esta vez sería yo el que decidiera con quien pasar el tiempo libre.

Me acerqué al chico de trenzas, apoyándome en el árbol para luego bajar y sentarme a su lado. Él de ojos verdes cerró su cuaderno antes de que yo pudiera decir nada y me miró.— ¿Qué quieres Xiao? --. Me preguntó, sin parecer tener mucho interés en mi.

- El otro día te escuché tocar el piano, y no reconocí la canción. ¿Puedo preguntar cual es? —.Dije en un intento de entablar una conversación. El chico solo suspiró.

- No la reconociste porque la compuse yo —.Respondió con toda la normalidad del mundo. No parecía con muchas ganas de entablar una conversación conmigo. Yo me sorprendí por su respuesta.

- ¿En serio? Tienes mucho talento —.Dije sonriendo, notando como un ligero rubor aparecía en las mejillas del contrario, haciéndole ver tierno. Pues, aunque se comportara así, vestía con diferentes colores que combinaban a la perfección. Al contrario que yo, que siempre llevaba ropa negra.

- Gracias.. Supongo —.Contestó, apartando la mirada al frente. Al parecer ninguno tenía idea de sobre qué hablar.

- Oye, tu sabes mi nombre ¿Puedo saber yo el tuyo? —.Pregunté con la intención de conocerlo más. Parecía una persona amable y al contrario de otras personas no me miraba con interés.

- Tendrás que descubrirlo tu mismo Xiao —.Me dijo, levantándose del sitio con su cuaderno en brazos.— Nos vemos —.Terminó, para ir hacía un castaño de pelo largo que tenía dos zumos en la mano, Zhongli, lo conocía por el hecho de que era el mejor en clase de historia a la cual yo también iba.

- Nos vemos —.Contesté, mirando como se iba con el castaño, quedándome solo en aquel árbol.

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