-Me gustaría ser...-.
Escribió en su cuaderno, el cual cerró al ver a alguien entrar en la sala de música. Nunca pensó que aquel chico que entró en la sala le hiciera caso. Nunca pensó que ese chico se enamoraría de él. Nunca pensó que él sería el...
A veces me pregunto como la gente puede estar tan cegada de amor. Por ejemplo: Xiao. Casi toda la escuela sabía que Aether no se traía nada bueno con Albedo. Pero el seguiría insistiendo que eran buenos amigos, tanto que hasta llegaba a parecerme tierno, a la vez que raro, que siguiera defendiéndole aunque tenía a todo el mundo en contra.
¿Por qué no podía simplemente darse cuenta y dejarle?
No me queda otra que ayudarle, ya sea de una forma u otra.
- ¡Xiao! ¿Y si vamos a una fiesta? —.Propuse al verle tan distraído en el aula de música. Quería que se despejara un poco antes de que se enterase de cualquier cosa.
- ¿Una fiesta..? Venti ya te dije que no soy muy de ir a fiestas... —.Me contestó el peliverde, pero no me iba a rendir tan fácilmente.
- ¡Pues tendrás que ir! Quiero ir con alguien y Zhongli ya tienes planes con Ajax. Así que solo me quedas tú —.Dije, intentando convencerlo, viendo como este suspiraba.
- Esta bien, esta bien.. Iré contigo —.Me contestó.
Bien. Primer paso completado. Si no conseguía que se despejara en la fiesta pasaré al plan B. Presentarle más personas de las que pueda enamorarse y dejar a Aether. Aunque será algo complicado. Pues por lo que sé Xiao para enamorarse tiene que conocer bien a una persona. Tardó unos meses en por fin enamorarse de Aether, con lo cual tendré que buscar alguien con quien se pueda llevar bien.
- ¡Bien! Pues te mando la ubicación de mi casa por mensaje y de ahí vamos a la fiesta —.Dije con una sonrisa, viendo como el peliverde asentía.
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- Aquí estamos —.Dije, viendo la entrada de donde se celebraría la fiesta. Seguramente habría de todo, pero a mi solo me importaba el alcohol y encontrar alguien para Xiao.
- Hay... Mucha gente —.Comentó Xiao, mirando la cantidad de gente que había.
- No te preocupes, estoy aquí —.Dije, tomándole de la mano para entrar entre la multitud y buscar donde servían las bebidas.— No te separes de mi, que luego no nos encontramos —.Le dije, mirando como me seguía.
- Esta bien —.Asintió. Sentía que estaba algo perdido ya, pues como me había dicho, no estaba acostumbrado a estar con tanta gente. Y menos en un sitio que no conocía.
Llegamos donde las bebidas y un chico que las servía nos dio dos copas. Yo las tomé con una sonrisa y agradecí al chico.— Xiao, toma —.Dije, tendiéndole una de las copas.
- Venti.. Yo no bebo... —.Dijo rechazando la copa. Pero no me iba a dar por vencido, pues una copa no le venía mal a nadie. Había que aprovechar la vida mientras podamos.
- Sí, pero ya tenemos 18, al menos tienes que probarlo —.Insistí, viendo como este suspiraba y cogía la copa.— Brindemos por... ¡Nuestra amistad! —.Dije con una sonrisa. Ambos brindamos y tomamos un trago del vino.
Quien me iba a decir que Xiao soportaba tan poco el alcohol.
- Venti~ Dame otra copa —.Me pidió, yo solo suspiré al ver la copa del peliverde vacía. De nuevo.
- No, ya has bebido demasiado. Nos vamos. —.Dije, pues aunque mi plan de que conociera a alguien había fallado, no quería que este se metiera en algún problema por culpa del Alcohol. Y lo digo por experiencia.
Deje mi copa y la suya en la mesa y le tome de la mano, andando a la salida. Nos despedimos de algunos invitados con los que habíamos hablado a lo largo de la fiesta y salimos por la puerta.
- ¿Dónde vives? No voy a dejar que vayas solo a casa en ese estado —.Le pregunté, viendo como Xiao se lo pensaba.
- No lo sé —.Me respondió, para luego soltar una risa. Me gustaba escucharle reír, pero por otra parte me preguntaba. ¿Ahora como averiguaba donde vivía Xiao?
Al final decidí ir a un parque hasta que a este se le pasara un poco el efecto del alcohol y recordara donde vivía. Nos sentamos en un banco, y el parque estaba vacío y oscuro, exceptuando las farolas que hacían que hubiera algo de iluminación. Me levanté del banco después de mirar mi monedero y me acerqué a una maquina dispensadora. Compré dos botellas de agua para los dos, con suerte eso le despejaría la mente y recordaba donde vivía.
- Toma —.Le dije, tendiéndole la botella de agua, por suerte estaba fresquita.
- Gracias —.Me respondió, cogiendo la botella y abriéndola, tomando un trago. Yo me limité a sentarme a su lado y beber de mi botella de agua.
Estuvimos un rato en silencio absoluto, yo esperaba a que Xiao se le pasaran un poco los efectos y me dijera donde vivía. Pero esos no parecían ser sus planes.
- Venti —.Me llamó, yo le miré, esperando a que continuara.— Si todo el mundo te dijera que tu pareja te está siendo infiel... ¿Qué harías? —.Me quedé algo sorprendido ante la pregunta de Xiao, pero me puse a pensar en una respuesta.
- Pues... Lo comprobaría, si es cierto le dejaría y conocería a alguien más. No tiene mucha complicación.. Digo yo —.Le respondí, siendo lo más sincero del mundo, pero sin querer meterme mucho en el tema. Pues sabía perfectamente que hablaba de Aether y Albedo.
- Y si... ¿Creo que me empieza a gustar alguien más? —.Las preguntas de Xiao cada vez me sorprendían más. ¿Ahora le gustaba alguien? Me alegro de ello.. Supongo.
- ¿Te gusta alguien?¿Quien? —.Pregunté por mera curiosidad, mirando al peliverde. El cual me devolvió la mirada.
- Esa persona... Eres tú. —.Respondió, acercando su rostro al mío, uniendo nuestros labios al poco tiempo.
