𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 - 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐯𝐞𝐧

Capítulo 9

Xiao

- ¿Una cita? ¡Me parece buena idea! —.Contestó mi pareja a la propuesta que le hice sobre tener una cita. Ya que me parecía una buena forma para que me recompensara el no venir al partido a verme.

En el partido hubo un empate, Ajax era mejor de lo que pensaba, pero yo tampoco me quedaba corto. Estuvimos jugando por horas hasta que decidimos hacer un desempate otro día. Pues ambos equipos estábamos agotados.

- Bien, pues iré a tu casa a las 5. Y si te surge algún asunto familiar avísame antes, ¿ok? —. Dije con un tono de burla, pero sin querer ofender. Me arrepentí cuando vi que la cara de Venti no parecía haberle agradado eso. Calmándome cuando luego soltó una risa.

- Esta bien, no volveré de dejarte plantado —. Me contestó con su típica sonrisa. Haciendo que inconscientemente yo también sonriera. La sonrisa de Venti era preciosa y llena de alegría. Podría verla todo el día e igualmente terminaría sonriendo de la misma forma sin ser consciente de ello.

- Entonces nos vemos ahí —. Dije antes de que ambos tomáramos diferentes caminos para ir a nuestras casas.

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Llegué a la casa de Venti, tocando al timbre. Me abrió un chico de pelo trenzado, pero no era Venti, no tenia aquel color azulado en sus trenzas.

- ¡Venti, ya llegó tu novio! —. Gritó el chico, haciendo que un ligero sonrojo apareciera en mis mejillas mientras que Venti respondía con un "Ya voy". Poco después Venti llegó a la puerta, sonriéndole en modo de saludo.

- Pásalo bien —. Le dijo el chico a Venti, el cual sonrió.

- Lo haré, ¡hasta luego hermanito! —. Respondió mi pareja, Fue ahí cuando entendí el porque que se parecían tanto. Tenía bastante sentido la verdad.

- No sabía que tenías un hermano —. Comenté mientras nos alejábamos de la casa de mi pareja. Le iba a llevar a un restaurante, uno no muy lujoso pero tampoco un McDonalds, tenía ya hecha la reserva y esperaba que todo saliera perfecto.

- No suelo comentarlo, tampoco es que le guste que hable de él. Ya que termino contando cosas algo vergonzosas para el —. Dilo soltando una risa, parecía que se estaba acordando de algo.

- Si es así, mejor no hables. Da bastante vergüenza eso, lo digo por experiencia. Mi madre solía contarle muchas cosas vergonzosas que hice de pequeño a Aeth... —. Me quedé callado, pues no debí contar aquello. No debería hablar de mi ex en la primera cita con Venti, joder, seguro que la he cagado.

Pero escuché la risa de Venti, la cual me tranquilizó.

- Si tienes experiencias con eso entonces me quedaré callado. La verdad tampoco me gustaría que hablaran de cosas vergonzosas que hice —. Respondió con su común sonrisa, la cual parecía no dejar de brillar nunca.

Continuamos hablando hasta que llegamos al restaurante donde quería llevarle. Se quedó mirando el lugar algo sorprendido, y con una sonrisa.

- ¿Vamos a comer aquí? —. Preguntó, volviendo a mirarme.

- No, vamos a comer en casa de mi abuela —. Respondí, a lo cual Venti hizo un puchero—. Es broma, es broma. Si, vamos a comer aquí ¿Que te parece?

Venti rió y volvió a mirar al sitio.— ¡Es muy bonito! Pero... ¿Seguro que podemos comer aquí? —. Me preguntó. La verdad mentí cuando dije que no era un sitio no muy lujoso. No era para ricos, pero tenía sus pequeños lujos y decoraciones que lo hacía ver algo más caro de lo habitual.

- Sí, mi madre me dio lo suficiente para comernos todo el menú si quisiéramos. Venga vamos —. Dije, andando dentro del local, con Venti detrás mío mirando toda la decoración.

- ¿Tienen reserva? —. Nos preguntó uno de los camareros el cual se acercó a mi.

- Sí, una mesa para dos a nombre de Xiao —. Respondí. El chico miró su libreta, asintiendo y guiándonos hacia nuestra mesa.

- No me dijiste que eras rico —. Me comentó Venti con una risa y en un tono algo burlón.

- No soy rico, solo puedo permitirme algunos caprichos ya que mi madre tiene una empresa y le va bastante bien. Si fuera por mi padre... Bueno, estamos en nuestra primera, no es momento de hablar de padres, dejemos eso para cuando vayamos a conocerlos —. Dije, viendo como Venti asentía y al poco tiempo como el camarero nos traía el menú.

- Wow.. Hay muchas cosas —. Murmuró Venti mientras miraba la carta. Yo en cambio tenía bastante claro lo que quería.

- Yo me pediré un Tofu de Almendras, tómate tu tiempo para elegir lo que quieras —. Le dije, apoyando mi cabeza en mis manos para mirar atentamente a Venti. A mis ojos, el de pelo trenzado era precioso, sus ojos azulados brillaban y sus labios solo me causaban ganas de besarle. Era perfecto.

- Uhm... Un puchero de Barbatos, es la comida que mejor me sale, me pregunto como sabrá aquí —. Respondió, dejando el menú de nuevo en la mesa.

- ¿Y de beber? —. Pregunté, pues no había dicho nada.

- Un zumo de manzana —. Dijo con una sonrisa.— La manzana es mi fruta favorita, deberán tener, ¿no? —. Preguntó, a lo cual yo asentí.

- Si, seguro que lo tienen —. Le respondí.

Pasaron unos minutos y el camarero tomó nota, un poco más de tiempo y ya teníamos nuestra comida en la mesa.

- ¡Provecho! —. Me dijo Venti antes de empezar a comer su plato de comida. Yo le respondí lo mismo y empecé con mi tofu.

Pasaron algunos minutos entre que comíamos y hablábamos. En eso Venti tosió, haciendo que me preocupara.

- ¿Estás bien? —. Pregunté al ver como escondía la mano con la que se tapó la boca debajo de la mesa.

- Si, solo me atraganté, voy a lavarme las manos, ahora vuelvo —. Me respondió, levantándose de la mesa para ir al baño. Me quedé esperando poco tiempo, cuando volvió, volvió con su común sonrisa.

- Bien, ¿por donde íbamos? —. Preguntó para que siguiéramos con la conversación. Continuando su comida mientras esperaba a que yo contestara.

Yo respondí para continuar con nuestra conversación e ignorar aquello que había pasado, pues lo más probable es que se hubiera manchado la mano con comida y le diera vergüenza, por eso la escondió.

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