Día #15

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Tema: Quiero verte llorar.
Au con quirk. Dacrifilia (Excitación por ver llorar) Engaño.
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Había muchas cosas que el gran Dynamight disfrutaba: salir de trabajar de noche, comida picante, su compañero de trabajo, el trasero rechoncho del mismo compañero y sí, su compañero de trabajo de nuevo.

El chico de sus sueños tenía nombre, apellido y apodo muy ñoño -dado por él-: Izuku "deku" Midoriya. El gran bastardo que le robaba el corazón poco a poco y aquel que se colaba en sus más eróticos sueños. El héroe número uno y sucesor de All Might. Quien no se da ni pista del gran deseo que Bakugou le tenía, no iba solo en algo carnal, él quería más y mucho más del héroe peliverde.
Pero claro, como en toda vida está claro que en este cuento va a salir algo mal y eso era obvio, el pequeño ya tenía pareja; Shoto Todoroki. El bastardo bicolor, quien había ganado el corazón -y culo- del más bajo.

Pero había algo que le daba una ventaja suprema por encima del bastardo "seis penes" como lo llamaban los niños; y esa era que a él siempre le tocaba ser su compañero y eran conocidos por ser el WONDERDUO. No importaba qué, él siempre estaría al lado del más bajo y eso lo ponía de muy buen humor. Y gracias a ello, el viaje de negocios al extranjero le brindaría la oportunidad que necesitaba para hablar con él sobre sus sentimientos. Todo iba de maravilla.

—Midoriya, solo pude reservar una habitación ¿la compartirías con Bakugou?— el mayor escondía una sonrisa lobuna, mientras que el mencionado asentía sin mayor preocupación.

—¿Y tú Bakugou estás de acuerdo?— volteo a ver al novio del más chico y emitió un sonido de desinterés mientras que en sus adentros sentía como triunfaba poco a poco.

[...]

La semana había transcurrido lentamente y eso le abrumaba, pero por fin el día estaba aquí y él estaba bastante feliz de poder compartir tiempo con su... amigo de infancia, si eso era lo que eran, por el momento.

Solo por el momento.

Ambos llegaron a su destino, la tarde tocó a sus puertas y con ella el evento de caridad que abriría puerta a sus futuros como héroes.
Las copas de vino vacías abandonaban sus mesas porque ninguno de los dos tenían la capacidad de frenar, y es que parecía que las oportunidades de permanecer cada vez más juntos por mucho más tiempo le acariciaban la conciencia al blondo. Pero también a pesar de su estado de alcoholismo tenía la cordura suficiente para cuidar en todo momento de su amado pecoso quien justo ahora parecía un bulto de papas recargado en su hombro.

Después de una copa más, el blondo decidió que era hora de marcharse al lugar donde se estaban alojando, se despidió con elegancia de cada uno de los invitados y cuando regresó por Deku lo cargó en su espalda pidiéndole a cualquier Dios que no le vomitara la cena. Todo iba bien... todo iba.

Al llegar al hotel sentía una incomodad creciente en su pantalón, pues el aliento caliente del héroe pecoso le rozaba con parsimonia en uno de sus oídos, al igual que cientos de frases que no lograba entender, después del trabajo por entrar al cuarto lo recostó con cuidado, el alcohol en la sangre estaba influyendo en ambos y eso no terminaría en nada bueno. Lo soltó mientras acomodaba una almohada en su cabeza, suspiró pesadamente mientras lo veía dormir plácidamente.
Decidió que lo mejor era dejarlo así por hoy y con ese pensamiento comenzó a quitarse su camisa blanca y cuando se volteó dio un pequeño respingó pues el pecoso estaba tras de él y no lucia del todo bien.

Deku, mierda me asustaste—el más bajo no respondió solo camino hacia el blondo y este lo esquivo quedando al pie de la cama. Izuku río tenuemente, tan inocente y magistral como siempre.

—K-Kacchan— habló entre cortado el más bajo mientras enredaba sus brazos en el cuello ajeno haciendo que perdiera el equilibrio y dejarlo recostado encima suyo.
Katsuki estaba nervioso y el alcohol en la sangre no ayudaba a ser razonable, mandaría a la mierda todo por entregarse al joven que le quitaba el sueño, se restregó la cara con una mano y suspiro profundamente.

—No te arrepientas de esto, maldito nerd— el blondo derribo a Izuku dejando que la espalda pecosa hiciera contacto con el mullido colchón de nuevo.

—Te necesito— Katsuki pudo sentir un bulto creciendo bajo él perteneciente al joven pecoso, el cenizo sonrió socarronamente y liberó de toda prenda al héroe número uno, y sin medir tiempo bajo y subió su palma por el miembro despierto, después de algunos besos en la mejilla se atrevió a besarlo en la boca lenta y pausadamente convirtiendo de a poco ese beso terso en uno salvaje y hambriento.
Su mano ya no acariciaba el miembro ajeno sino que más bien ahora lo bombeaba esperando más de esos gemidos que había robado hace a penas unos minutos, pero sin dejar llegar al clímax al pecoso ser.

Las lágrimas de placer se deslizaron por sus mejillas, pero también las lágrimas iban mezcladas por una tenue mancha de arrepentimiento, casi imprevisible. Y ahi, justo en ese momento Katsuki supo que el hecho de ver a Midoriya tan expuesto, con esas lágrimas que en algún momento de su vida él provocó, justo ahora le parecían la octava maravilla del universo tan así fue la reacción que su polla actuó por instinto y pedía a gritos ser liberada de aquel traje negro ceñido a su cuerpo petición que se cumplió y al quedar ambos completamente desnudos Katsuki dio un último vistazo a su precioso arte y el ver a Deku tan expuesto para él solo le dio los ánimos que necesitaba.

Alineó su miembro en la entrada estrecha,el estiramiento hizo que una mueca de incomodidad se apoderara del rostro pecoso y las lágrimas brotaran con más ganas cosa que lo éxito de sobremanera y se adentró de una sola estocada arrancando un gemido tan extenso y genuino que le agradeció a todos Los Ángeles por haber hecho a tan magnifico ser. Las estocadas iban cada vez más rápidas, Izuku rasguñaba la espalda del mayor mientras pedía a gritos sonoros ser llenado en los lugares menos reconocidos, el más alto cumplía con éxito cada petición que el pecoso clamaba, porque justo ahora solo quería cumplir los caprichos.

—Y-ya voy a llegar, Zuzu— Izuku apretó el agarre de sus piernas en la cintura estrecha del hombre encima de él. Y con una pausa pequeña y recuperando el aliento Izuku lo atrajo hasta que su boca quedara a la altura de su oído.

—Lléname, Kacchan— el mencionado hizo un esfuerzo por no llegar en ese preciso momento porque esas palabras sonaron tan tersas que acariciaban su conciencia. Las últimas estocadas fueron tan certeras y desenfrenadas que ninguno de los dos aguantó ni un poco más, la esencia de Izuku manchó ambos abdómenes mientras que la de Bakugou se liberó en el interior de su amado quien suspiraba pesadamente y el hecho de observar su semen escurrir lentamente por la piel nívea del pecoso solo le hacía querer más.

Mucho más...

Una sesión de sexo desenfrenado no bastaría esa noche, después de todo la retención de sus instintos por años se estaba saliendo de las manos de ambos. Y así la madrugada abrió la puerta a dos amantes entregándose y no solo en cuerpo... sino en alma y mente.

Midoriya se despertó mucho antes que el joven blondo a su lado, el dolor en su zona baja era peor que recibir las palizas de sus contrincantes pero estaba sumamente feliz, no pudo evitar voltear a ver a Katsuki y pasar sus dedos por las marcas de uñas en su espalda, mismas que habían sido de su autoría, Izuku recordaba absolutamente todo, hasta el hecho de fingir estar borracho y el plan perfectamente planeado con táctica desde hace meses.

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✨✨🎄HOLAAAA, feliz navidad atrasada y espero que pasen un muy feliz Año Nuevo. ✨✨🎄

Tenía esta historia en mente desde hace días y pues así quedó plasmada, espero que les guste mucho<3
Nos leemos después.

Historias entre sabanasHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin