Día #17

2.9K 226 30
                                    

Tema: ¿Te gusta lo que ves?
Vestimenta de mujer, un poco de rol y fetiches.

Esto era más que sencillo, pero a su vez bochornoso para el joven que portaba la vestimenta.
Cuando Izuku propuso el cambiar un poco su rutina de sexo definitivamente no se refería a lo que estaban por hacer, no es que le desagradara ni mucho menos e incluso puede decir que se siente algo excitado con el ambiente, pero el verse de esa forma definitivamente le hacía algo a su cabeza.

Salió del baño mentalizándose para que todo fluyera normal, definitivamente sería emociónate. Camino despacio hasta llegar a la puerta del despacho de su novio, tomó aire y tocó dos veces hasta que de su interior una voz gruesa se hizo presente, un "pase" resonó en sus oídos y lo hizo estremecerse en su lugar. Tal vez era un buen momento para arrepentirse.

Izuku abrió la puerta lentamente y solo asomó un poco su cabeza inspeccionando el área hasta que su escaneo fue a parar al sillón negro individual que estaba en el medio del despacho. El hombre que ya hacía sentado ahí con una pierna cruzada y fumando un cigarrillo era bastante varonil, ni siquiera parecía su usual novio. Portaba un traje que se ajustaba muy bien a su figura, una corbata negra a juego y una camisa blanca bastante ceñida a su varonil cuerpo.
El joven cenizo sonrió de lado y con una señal le indicó que se acercará, sin pensarlo mucho Izuku obedeció y en el acto vio como la cara de su novio se transformaba a una de asombro que pudo disimular genuinamente.

Katsuki escaneaba de arriba a bajo lo que se le presentaba en charola de oro. Izuku lucia unas medias de red que le quedaban bastante bien, la falda corta de color negro se pegaba agradecidamente por su cuerpo esbelto y acentuaba genuinamente esas caderas y glúteos de infarto, unos tacones rojos de aguja y una simple camisa de vestir que intuía era suya. Se relamió los labios y luego exhaló el humo del cigarrillo.

Midoriya llegó al frente del sillón y Bakugou lo atrajo deslizando sus manos por la parte trasera de los muslos, bajaba y subía con parsimonia erizando los bellos del joven peliverde. Izuku tomó un poco de valor y subió a su regazo, sentándose y restregándose un poco al cuerpo ajeno.

—No sabía que te gustaba esto, Kacchan— el titubeo se hizo presente pues el nerviosismo volvió a su sistema. Katsuki solo hizo un gesto con sus hombros mientras sumergía sus dedos en los glúteos de su pareja, al sentir la tela suave pudo imaginar la clase de lencería que portaba ese día Izuku. Suspiró y mordió un pezón arrancando un leve gemido, pero sintió algo raro al ejercer esa acción.
Bakugou cargó a Izuku y lo recostó en el sillón siguiente. Cuando Katsuki se deshizo de los primeros cuarto botones de la camisa de vestir que portaba su acompañante pudo notar algo que hizo que su pene brincara en gusto, Izuku portaba consigo un lindo brallet color lila con encajes en su parte inferior.

>>Muy lindo<< siseo, mientras pasaba sus largos dedos por la prenda, sus ojos subieron hasta chocar con los jades y así vez ver lo avergonzado que estaba. Sonrió un poco e Izuku se estremeció, esa sonrisa lo mataría algún día.

—¿No te vas a desvestir?— pregunto con algo de decepción en su voz. Katsuki sonrió y se posicionó entre sus piernas.
Comenzó quitando la camisa y después desabrochando el cinturón y bajando la bragueta de su pantalón azul marino.

—¿Te gusta lo que ves?— él sabía la respuesta, pero prefería que fuese Izuku quien le respondía. El peliverde agitó su cabeza frenéticamente en un "sí" sin palabras de por medio. Frenó sus movimiento cuando Bakugou le alzó una pierna y pasó la lengua por la planta de su pie, el peliverde dio un respingo eso sí había sobrepasado un poco lo que hacen normalmente.
Lo volteó sin previo aviso, haciendo que el peliverde quedara en cuatro. Su culo estaba elevado perfectamente y justo como le gustaba a Katsuki admirarlo. Levantó aún más la falda y rompió las medias de red dándole acceso a ese hermoso anillo rosado, se inclinó y hundió su cara entre las nalgas redondas de su pareja, la lengua se deslizaba en los bordes y se hundía sin piedad, turnando entre lengua y dedos. Izuku se retorcía en un placer genuino, él nunca había dejado que Katsuki hiciera algo como eso y justo ahora su cabeza no dejaba de recriminar el hecho de no haberlo dejado. Era el jodido paraíso.

—Ah, K-Kacchan. Más, dame más.— El cenizo no frenaba las pequeñas embestidas que sus dedos le brindaban al joven que tenía en cuatro, arrancado suspiros y pequeños gruñidos.

—¿Qué es lo que quieres, bebé?— dio una nalgada y un apretón con algo de fuerza con la mano que mantenía libre, haciendo que la voz de Izuku saliera por completo de esos bellos labios.

—Te quiero adentro...— pauso su hablar y volteó a verlo por encima del hombro, era una imagen genuina si se lo preguntan a Katsuki. —Quiero que me rompas— finalizó relamiendo sus labios, eso bastó para que el autocontrol que trataba de manejar el cenizo se fuera por la borda.
Saco los tres dedos de su interior, alineó su pene y se sumergió en el interior del pecoso sin previo aviso.

Las estocadas eran frenéticas, llenas de lujuria y deseo. No se limitaba a pensar en nada que no fuera el placer del chico que gemía sin parar y por qué no también en su propio placer. Tener al chico que ama de esa manera y cumpliendo sus más bajas fantasías claro que lo ponía bastante bien.

Izuku terminó manchando la tapizaría del sillón y mientras su esfínter apretaba genuinamente el pene ajeno Katsuki sabía que unas estocadas más y sería su fin, y así fue, llegó llenando a su novio con su semen. Retiró su pene después de las pequeñas contracciones mirando a su paso como su propia semilla salía deslizándose genuinamente.
Sonrió e Izuku se rio un poquito. Su novio sí que era un genuino pervertido.

.

N.T: JAJAJAJA que burradas se me ocurren escribir ¿verdad? Pido disculpas... ¿o no?
Nos leemos pronto, recuerden pasar por mi perfil y leer mis demás historias<3
N.T 1.5: Agradezco infinitamente que lean este pequeño "libro" neta muchas gracias, ya somos muchooos<3

Historias entre sabanasWhere stories live. Discover now