Capítulo XIV No me gusta lo que siento, pero se sólo mío.

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Me levante con una resaca, que merecía. La mejor manera de no pensar, es tener la cabeza ocupada, aunque fuera con un pequeño obrero con una taladradora agujerándome el celebro.

-” ¡Muy bien Agy!, tu no aprendas, ¿para qué? De cabeza contra la piedra, y por si acaso, golpéate dos veces, no mejor tres...”- En ese momento de autocastigo, se le unió mi conciencia, añadiendo:

-” ¿De qué hablas?, si perdiste la cuenta las veces que te distes contra “la piedra “, y te gusto golpearte. Le cogiste afición y ahora estas aquí en plan dramática, toda digna, lamentándote de haber entregado algo más, que tu cuerpo.”- Esto provoco un arrebato de rabia contra mí misma.

-” ¡Oh cállate!, ya te he aguantado bastante. No me extraña que tuviera que emborracharme anoche, para no oírte, además, ¿Dónde estabas tú, cometía esas locuras?, ¿no es tu misión detenerme?”- me dije en alto. La muy maldita, me respondió en milésimas de segundo.

-“Disfrutando con el sexy, guapo, comestible, y delicioso Edward Stewart”- “¡Mierda!”- Fue lo último que me respondí en alto.

-” ¿Con quién estás hablando, amazona?”- me interrumpió Gara, entrando a la habitación. - “A ti ni una resaca, te quita las ganas de combatir, ¿Quién va a morir ahora? Yo le acompañaría. Con esta resaca, me ofrezco como sacrificio a los dioses, pero que sea rápido.”-

-” Pues ponte a la cola, porque yo ya pedí número con el verdugo, y visto lo visto, va a estar muy ocupado con las estupideces que puedo llegar a cometer. Con lo que calculó que me tendrá que matar, una media de seis veces al día”- le dije buscando mi ropa en el armario.

- “Pues lo llevamos claro, bueno me voy a levantar al amor de mi vida. ¡Ah! y enciende el teléfono, padrino te lleva llamando hace una hora, y no ha podido localizarte.”- me dijo saliendo de mi habitación.

-" ¡Joder el teléfono!”-me había olvidado que para sobrevivir al incombustible Edward Stewart, había apagado el teléfono después del video. Lo encendí, y comenzaron a saltar las llamadas y los WhatsApp, que no había recibido.

Tenía tres llamadas de tío Dimitri, dos de mi tía Helen desde Londres, una del trabajo, y tres llamadas y siete mensajes del gran CEO de industrias Stewart Holding. Decidí dejarlas para el final.

Y comencé con las llamadas de mi tía, nunca me llamaba y me parecía extraño.
Cuando oí el mensaje que me dejo en el buzón, el mundo se me vino encima.

-" Tu padre había tenido un accidente de coche, y está en el hospital"- iba a llamar enseguida, pero volvió a sonar el teléfono, era mi tío Dimitri.

-" Lo siento tío ahora no puedo contestarte, tengo que llamar…”- no me dejo terminar.

-" ¿Ya lo sabes, mi princesa?”- me dijo en ruso. -" Te está esperando mi jet privado para llevarte a Inglaterra…”- mientras mi tío hablaba yo no entendía nada, sólo pensaba en mi padre.

-" ¿Qué había pasado?, ¿estaría bien?, ¿qué hacía yo aquí si debía estar con el ahora?"- En ese momento entro Gara corriendo, me miro y supo que ya me había enterado, sin más me quito el móvil, hablo con su padrino, y me sentó en la cama, mientras preparaba mi maleta, le oí gritar a un de las camareras del hotel, algo de que preparara su ropa.

Pero yo no estaba atendiendo, sólo dejaba que mi cabeza confusa, se hiciera preguntas tras preguntas.

- “Mi tía Helen"- una luz entro en la confusión. Busque el teléfono, levantándome, que me quito Gara y lo vi sobre la cama, lo cogí y llame a mi tía.

-" Oh Avery, no sabía cómo localizarte. Tu teléfono daba apagado, así que hable con Dimitri, el amigo de mi marido, que sabía que es el socio de tu tío...”- no la deje continuar pregunte enseguida por mi padre.

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