Capítulo XV Tú también tienes miedo, pero me sientes tuya.

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Cuando llegamos a Inglaterra, al aeropuerto de Heathrow, ya nos estaba esperando el tío Dimitri. Casi no nos da tiempo de despedirnos de los Narcisos, cuando nos vimos metidas dentro de la limusina, en dirección al hospital donde se encontraba mi padre.

Nada más llegar nos encontramos a mi tía Helen. Nos esperaba en la entrada del hospital, para llevarnos hasta la habitación de mi padre.

Cuando entré en la habitación sentí que la tierra se abría bajo mis pies, no podía creer que la persona que había sobre la cama, era el sargento Gordon Henry Watson, Oficial y piloto, condecorado, perteneciente al cuerpo de aviación del real imperio británico, jubilado.

Se veía delgado, su cuerpo había perdido el volumen, por el que su padre era característico y que tanto había atraído a muchas mujeres. Su pelo canoso, se hallaba desordenado, debido a las horas que llevaba acostado. Su tez era más pálida de lo normal, y sus ojos permanecían cerrados. Estaba conectado a un montón de aparatos que pitaban y hacían resurgir luces y destellos.

-" ¿Cómo está? ¿cuál es su evolución?"- Pregunté a mi tía.

-" Han dicho, que todo depende, de si se despierta en las próximas 24 horas, sino tendrán que hacer un examen para ver si ha habido, daño cerebral. Cabe la posibilidad de qué despierte pronto o no..."- Mi tía no pudo terminar, se echó a llorar y yo acabé de contestar por ella.

-" ...No lo haga nunca."- Dije casi en un susurro. -" Bien pues permaneceré aquí hasta que se despierte, o hasta que el médico me diga lo que va a suceder"- dije sentándome en una silla de la habitación sin moverme.
Mi tío Dimitri y Gara intentaron convencerme de que esa no era la solución, que debíamos ir a la mansión que mi tío, había dispuesto para nosotras, a descansar y que luego regresaríamos al hospital, para ver como conseguía mi padre, pero yo decidí que de allí no me iba a mover nadie, así que, sentándome, dejé mis cosas a los lados y mirándolos muy seriamente les dije:

-" Nadie me va a mover de aquí"-

Gara supo que no podían convencerme, así que acompañó a mi tío Dimitri a dejar nuestras cosas en la mansión. Luego dijo que pasaría para llevarme a comer y de paso llevaron a mi tía a su casa.

Mientras estaba en el hospital miraba a mi padre y no podía entender cómo alguien fuerte como él se podía dejar, arrastrar así por el amor o más bien por la pérdida. Mi padre no entendía, que cuando amas a alguien es importante. Pero también lo es saber vivir sin esa persona, sobre todo cuando esa persona se va para siempre.

Él no supo ver, con mi madre, que nunca dejo de quererlo, no se fue porque se le fuera el amor. Mi tía solía decirme, que las Arteaga teníamos una pequeña tara, éramos fuertes valientes, volvíamos locos a nuestros hombres, pero nuestro talón de Aquiles era, que solo amábamos una vez, y era para siempre, nunca podríamos volver a enamorarnos, por eso éramos muy selectivas Gara, que ya se equivocó una vez con su ex, y yo.

Mi padre, como buen inglés, enterró sus sentimientos, incluso los que sentía por su propia hija, simplemente porqué, era un fiel reflejo de su ser amado, lo que no se daba cuenta que era humano y por lo tanto los sentimientos no se pueden controlar siempre, por lo que prefirió darse a la bebida y seguir cerrando sus puertas, antes que llamar a su hija y decirle que la echaba de menos y que la quería.

En cierta forma esto, me hizo sentirme culpable, aunque sabía que, aunque yo intenté en varias ocasiones ponerme en común en contacto con él, siempre fui rechazada.

Era esa estúpida regla establecida por mi padre, de que, si no demostraba su sentimiento, no sería herido, y esto le llevo a encontrarse postrado en una cama.

En conclusión, lo único que había hecho, era agonizar más con ellos, en vez de intentar sobrevivirlos.
Decidí que no iba a vivir mi vida así, lo decidí hace tiempo, no quería acabar como mi padre. Desde luego evitaría enamorarme, pero si lo hacía, lo disfrutaría hasta el final, incluso aunque esa persona amada, no me ame igual o amándome se vaya de mi lado.

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