Tiempo

983 116 145
                                    

Después de seguir hablando por un momento, Shizuku bajó del segundo piso, gritando que estaba aburrida.

—¡Tía Amarylli! —Al ver a la otra mujer adulta, corrió a darle un abrazo.

—¿Le han dicho la verdad? —preguntó a Amaryllis con nerviosismo mientras abrazaba a la pequeña.

—¿La verdad de qué? —Miró alegremente a su mamá.

Kohaku miró a Tsukiku, que tragó saliva.

—Dile… Si quieres. —Cruzó los brazos y les dio la espalda.

Kohaku sonrió suavemente, tomando en brazos a su hijita menor y sentándola en su regazo.

—Shizuku, mami tiene una gran noticia para ti. —Acarició su rostro tiernamente—. Tu amiga Tsukiku… Realmente es tu hermana. —Shizuku ladeó la cabeza, sin entender—. Es mi hija también, igual que tú, es tu hermana mayor. —Sonrió de forma radiante.

—¿Ed tu hija también? —Se quedó con la boca abierta—. ¡¿Ed mi hermana mayor?! —Miró a Tsukiku, que tomó aire y se giró para sonreírle un tanto incómoda—. Wow… ¡Genial! —Sonrió emocionada—. ¡¿Y dónde etaba anted, nee-chan?!

Tsukiku pestañeó, sorprendida porque la pequeña se lo hubiera tomado tan bien.

Ella no lo habría hecho, para ser honesta.

—Nee-chan estaba lejos. Ella… —Kohaku suspiró pesadamente—. Ella estaba con papá.

—¡¿En cherio?! —Miró aún más emocionada a Tsukiku—. ¡¿Y cómo ed mi papi?! —Saltó del regazo de su madre para agarrarse a la gabardina de Tsukiku, mirándola con ojos brillantes.

—Eh… ¿Puedo mostrarle una foto? —Sin saber qué más decir o hacer, miró inquisitivamente a su madre, que asintió con pesadez—. Mmm… ¿Quieres ver una foto, entonces?

¡Chí!

Se sentaron en el brazo del sofá y Tsukiku buscó a través de la galería del celular que usaba para comunicarse con su padre, viendo si tenía alguna foto de él.

Finalmente, encontró una foto del último cumpleaños de su padre, aunque casi le da un ataque al ver que fue celebrado en el restaurante de Hanaki… aunque su madre seguramente no recordaba a Hanaki, pero aún así se sintió incómoda y buscó otra foto, llegando a Navidad donde su abuelo Byakuya le había puesto un sombrero navideño y Tsukiku le tomó la foto solo para burlarse.

Sonrió con nostalgia y le enseñó la foto a Shizuku, que abrió mucho sus ojitos color carmín.

—Wow… Che pareche a nee-chan. —Miró sin parpadear a la foto.

—También a ti, pulga, no creas que te salvas. —Rió entre dientes—. Aunque tuviste suerte y tu cara se parece más a mamá, eres la favorita de la genética, para que sepas.

—No te entiendo. —Rió, tomando el celular y mirando sonriente a su padre—. ¿Él va a jugar conmigo? —preguntó con entusiasmo.

—Sí, amor, él te amará. —Su madre se colocó detrás de ella y le dio un beso en la coronilla de la cabeza—. De hecho… ¿te gustaría conocer a papá?

You Lost MeWhere stories live. Discover now