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El mejor amigo de mi hermano me gustaba, cliché, ¿verdad?

Aunque a decir verdad Jung Wooyoung también era mi mejor amigo, pero ese no es el tema.

Yo, Choi San, me encontraba en el salón de mi casa viendo como mi hermano jugaba a la Play Station junto a Wooyoung, el chico que me gustaba.

-San, ¿vas a jugar o no?- me preguntó Wooyoung al ver que no estaba prestando atención a lo que me había dicho.

Me senté en el suelo y comencé a jugar junto a mi hermano a la Play Station.

Mi hermano Hongjoong, y yo conocíamos a Wooyoung desde que teníamos tres años.

Me di cuenta de mis sentimientos hacia Wooyoung unos años después, cuando tenía doce años; y en aquel momento, en el que los tres nos encontrábamos en el salón, los tres teníamos quince años. Sí, llevaba tres años escondiendo mis sentimientos por Wooyoung. Lo que comenzaba a asustarme ya que por alguna razón estaba comenzando a exponer mis sentimientos inconscientemente.

Hacía tan solo unas semanas comencé a coger la manía o costumbre de acariciar el cabello de Wooyoung cada vez que tenía la oportunidad, especialmente cuando los tres veíamos películas; y no es que fueran pocos días, ya que cada viernes por la tarde veíamos una película en nuestra casa.

Lo que comenzaba a molestarme un poco era que no solía estar a solas con Wooyoung, podría decir fácilmente que desde que nos conocimos solamente habíamos estado unos diez días en total, más o menos, a solas. Y esas veces fueron cuando mi hermano tenía fiebre, tos o cualquier otra cosa.

-Te gané- dijo Hongjoong, fue cuando me di cuenta de que habíamos estado jugando media hora y yo no me había enterado de absolutamente nada.

-No es justo, estaba distraído- dije y mi hermano comenzó a hacerme burlas.

Me lancé a él y comencé a hacerle cosquillas. Y como normalmente ocurría Wooyoung se unió a la pelea de cosquillas. Un rato después nos encontrábamos tumbados en el suelo del salón intentando controlar nuestras respiraciones.

-Veo que habéis tenido otra pelea de cosquillas- dijo mi madre dejando en la pequeña mesa de la cocina varios vasos y una jarra con agua.

Me levanté sentándome en el sofá mientras cogía un vaso con agua y comenzaba a beber de este.

-Gracias mamá- dije rellenando mi vaso.

-Oye, deja algo de agua para nosotros- dijo Hongjoong sentándose en el suelo y cogiendo uno de los vasos.

Por otro lado Wooyoung se sentó a mi lado, bastante cerca a decir verdad. No le dije nada, al fin y al cabo su cercanía no me molestaba.

Últimamente con el mínimo roce de nuestros brazos me sentía capaz de decirle lo que sentía por él, pero claro, mi hermano siempre estaba con nosotros.

-Mamá, se me había olvidado comentarte que los de mi clase vamos a ir a una excursión- dijo mi hermano.

Bueno, tal vez el estar los tres juntos no iba a ser posible por unos días.

Hongjoong le dio la hoja de la excursión a mi madre.

-No sé hijo, una semana me parecen muchos días- dijo mi madre, a lo que yo comencé a perder las esperanzas de poder estar por unos días solamente Wooyoung y yo.

-Mamá, dejale ir, sé que le hace ilusión- dije ganándome una mirada de confusión por parte de mi hermano.

Comprendía su reacción ya que normalmente yo no decía nada para intentar convencer a mi madre de dejarle ir a mi hermano a algún sitio.

-En ese caso me lo pensaré, pero no te ilusiones demasiado- dijo saliendo del salón.

-Eso ha sido muy extraño de tu parte, pero gracias- dijo Hongjoong mirándome con una sonrisa en su rostro.

Esperaba que mi madre le dejase ir a la excursión, al fin y al cabo todos salíamos ganando, él podría ir a la excursión que tanta ilusión le hacía, y yo podría estar una semana solamente con Wooyoung.

Desde luego iba a aprovechar aquella semana al máximo, si es que mi madre le dejaba a Hongjoong ir a aquella excursión.

𝓜𝔂 𝓸𝓹𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora