𝓜𝔂 𝓸𝓹𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓽𝔂

05

Wooyoung había llegado hacía unos minutos, se unió a nosotros a ver la película que estaba apunto de terminar.

Yo seguía pensando en que mi madre ya sabía quien me gustaba, bueno, al parecer lo sabía de hace tiempo.

Por alguna razón me costaba procesar del todo esa información.

-San, ¿quieres o no?- me preguntó Wooyoung, le miré confundido al no entender aquella pregunta -Tu madre va a ir a comprar comida, ¿quieres algo en especial o no?- fijé la vista en mi madre, quien soltó un suspiro al darse cuenta de que no le había estado escuchando.

-Oh, claro, si puede ser zumo, ayer se acabó el último paquete- dije y mi madre rodó los ojos a la vez que se dirigía a la salida.

Tan solo unos segundos después se fue a comprar comida.

-¿Qué quieres hacer?- le pregunté.

Las heladerías aún estaban cerradas, no abrirían hasta dentro de unas horas, por lo que aún no podíamos ir a por los helados.

-No sé, ¿qué quieres hacer tú?- dijo apoyando su codo en el respaldo del sofá y su cabeza en su mano mientras me miraba esperando una respuesta.

Teagué saliva al verle de aquel modo, bajé la vista a sus labios y tan pronto como me di cuenta hice contacto visual con él esperando a que no se hubiera dado cuenta de mi acción.

Al ver que tardaba en responder él propuso algo.

-Hagamonos preguntas, cualquier cosa de lo que tengamos curiosidad sobre el otro- asentí casi al instante -Hay un tema especialmente del que no solemos hablar, tengo curiosidad, ¿te gusta alguien?- preguntó logrando que abriera los ojos como platos.

¿A qué venía aquella pregunta?, él mismo lo había dicho, no solíamos hablar sobre aquello, ¿por qué en aquel momento?

Aparté la mirada a mis manos.

-No me siento cómodo hablando sobre eso- dije algo en bajo.

-Entonces eso significa que te gusta alguien- se acercó más a mí haciendo que su pierna rozase con la mía, levanté la vista viendo como me miraba esperando a que le contara más detalles.

-Nunca dije eso- aparté la mirada algo avergonzado.

-Bien, empezaré yo a decirte quien me gusta y después me dices tú-

En aquel momento noté como mi corazón se estrujaba, sabía perfectamente que aquella persona no era yo. Y si aquella persona no era yo, mi plan para aquella semana iba a ser un completo fracaso.

-¿Te acuerdas de la amiga de la que te estuve hablando hace tiempo?- me preguntó y le miré intentando que mi sonrisa no se borrara.

Wooyoung no iba al mismo Instituto que Hongjoong y yo, nos conocíamos por nuestros progenitores que eran mejores amigos desde hacía mucho tiempo.

-¿La que juega al baloncesto?- pregunté intentando recordar.

-Sí, exacto- dijo algo emocionado por que la recordase -Hace unas semanas me di cuenta de que cuando estoy con ella me siento diferente, creo que me gusta- dijo acomodandose en el sofá y apoyó su cabeza en el respaldo de este.

-Deberías decirle-

No me gustaba la idea de que él y su amiga salieran, pero si aquello le hacía feliz a Wooyoung no se lo iba a impedir, además de que él podía hacer lo que quisiera con su vida.

-¿En serio lo crees?, no creo ser capaz de decirle, no quiero que se aleje de mí, además, estoy casi seguro de que solo me quiere como un amigo- dijo girando su cabeza para verme.

Irónico, me pasa exactamente lo mismo contigo.

-¿Y tú?, ¿quién te gusta?-

Me quedé pensando por un rato, no iba a decirle, claro que no, sabía que él no sentía lo mismo por mí, aunque habían veces en las que me engañaba a mí mismo pensando en que había algo más con sus acciones; desde luego había sido muy estúpido pensando aquello.

-No me gusta nadie, por el momento- se acomodó en el sofá y me miró decepcionado al darse cuenta de que le estaba mintiendo.

-No me puedes decir eso, te acabo de decir quien me gusta, habíamos dicho que tú también me dirías-

-Realmente solo lo dijiste tú, yo nunca dije que te lo diría, no inventes Wooyoung- dije sonriendole victoriosamente.

-Bien, vale, ya me lo dirás más adelante, pero ten en cuenta que te estaré vigilando de cerca Choi San-

Según mi madre yo era muy obvio con mis sentimientos, pero en cambio el chico que me gustaba no se daba cuenta de ello. Me hacía daño sin siquiera saberlo y aún así yo quería que él fuera feliz, aunque aquella persona especial no fuera yo.