MI AMOR PLATONICO

10. A RUDER NADIE LO PLANTA

Quede sin palabras, no sabia que hacer todo mundo gritaba y decían que le dijera que si, volteo a ver a Leila.

« me pregunto si ella tuvo que ver con esto »

- dile que si - dice Leila entre dientes

La miro mal

- vamos Emily, no lo puedes dejar en vergüenza delante de todos - dice Leila preocupada - se rumora que el es el quinto de los J5.

« no me importa quien sea »

- lo siento Ruder - dicho esto me doy la vuelta.

- ¡ uuuuuuuu! - dicen los J5 que iban entrando.
- así se hace Emi - me grita Deimond
- bajale el ego - grita Fabricio.

El resto de personas reían viendo la cara de Ruder.

«lo siento no era mi intención avergonzarlo»

Me apresure a salir de la cancha

Iba distraída cuando veo a Alex en una esquina coqueteando con una chica, paso mirando para otro lado

- Emily, espera - dice alcanzandome
- que quieres?
- quiero que me ayudes, a convencer a Leila de que todo fue un mal entendido - en ese momento suena el timbre anunciando el comienzo a clases.
- diselo tu mismo, aunque dudo de que haya sido un mal entendido - dicho esto me dirigí a clases.

Estoy copiando los últimos apuntes que dejo el profe en el tablero, se que es tonto, pero ello me ha ayudado mucho, guardo mi libreta, verifico que no halla dejado nada y salgo.

Comienza a timbrar mi teléfono, miro la pantalla, son mis padres.

- si?
- hola hija
- hola ma - digo con emoción ya que los extraño mucho
- como estas?
- bien gracias a Dios y ustedes como la están pasando.
- pues trabajando duro para poder comer - dice mi padre
- hola pa que gusto oírte
- si esta sacando la cara por la familia?
- eso creo - digo con los ojos llorosos.

« como los extraño »

- mas le vale hija, no es que vuelva con las manos vacías.

Duramos como media hora hablando, no me corría afán así que me entré en la biblioteca y estuve escuchando todos sus consejos y recomendaciones, se escuchaban tan feliz.

- yaaa cuelgue, no ve que la niña necesita estudiar - decía mi padre a mi madre.
- bueno hija la dejo para que estudie.

Salgo de la biblioteca.

- te estaba buscando? - dice Ruder
- supongo que es por la propuesta, no era mi intención avergonzarte, espero que podamos ser amigos.
- y quien te dijo que yo quiero tu amistad, pensé que había sido claro en la cancha - dice alzando la voz.
- pues yo también fui muy clara contigo en la cancha - dije mirándolo a los ojos - no me interesa ser tu novia.
- a no, pues yo pienso que si, es mas mañana delante de todos me vas a aceptar, entendido? - dice en tono amenazante
- perdón? Lo siento pero no eres nadie para ordenarme.
- que no soy nadie - dicho esto me tomo del brazo y me acerco a el, quise empujarlo pero el tenia mas fuerza.
- sueltame Ruder si no quieres que grité - digo con nervios
- grita, no hay nadie - dicho esto me acerco mas a el.

Empecé a recordar lo que dijo Leila.

« no puede ser, sera el J5 que falta? »

Pensé gritar pero era en vano, nadie iba a oírme.

- Ruder por favor - digo asustada.
- solo tienes que aceptarme y aquí no a pasado nada. - me dice al oído, sentí mi estómago revolverse.
- no entiendo porque tienes que obligarme, cuando tienes tantas a los pies.
- por que no estoy acostumbrado a que me rechacen.
- pero no me gustas.
- no hay mujer que diga eso. - y se acerco a mi cuello.