Capítulo 8

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Durante todo el día y al día siguiente Sawamura no había salido de su habitación por órdenes del médico de la escuela, los compañeros de su clase les habían pasado las tareas del día que lo llevaron a la enfermería a sus amigos Haruno y Kanemaru además de llevar los trabajos del segundo día, todos sus docentes están al tanto de su situación gracias a su profesora Masumi y el doctor Hiroshi para que no lo estén presionando durante unos días.

La señora Suzuki siempre lo acompañaba cuando los demás se encontraban entrenando y cuando llegaba la hora de alimentarlos ella se retiraba para preparar y servirle la comida a los chicos y guardarle una porción para él, mientras ella no está siempre lo acompañaba Haruno y las demás managers para que no se sienta solo, gracias a todo ello no se ha sentido excluido o abandonado como creía pero él ya tenía tomado su decisión y no lo cambiara por nada del mundo, si seguía en la escuela es posible que su infierno nunca termine.

El que estaba más frustrado es el entrenador Ochiai y los chicos de tercero debido que el menor nunca se encontraba solo en ningún momento además de no haber asistido a la escuela por lo que no han podido romperlo por completo, pero para su fortuna había llegado lo que les ayudara a derrumbar por fin al pitcher.

Los dorsales

Era viernes y ese día se entregarían los dorsales y al igual que el día de ayer Sawamura no asistió al colegio debido que aún no se le ha bajado la calentura, a pesar de que tenga 37.3° es recomendable que su cuerpo tenga una temperatura entre los 36.8° y 37.1° para que no existan complicaciones o el riesgo de una recaída sin embargo si o si tenía que asistir a la entrega de dorsales en el campo techado aunque él no quiere.

Kanemaru y Haruichi fueron a buscarlo a su habitación, al llegar pudieron ver que el castaño ya estaba cambiado con su uniforme de equipo aunque su mirada se mostraba cada vez más apagada, Sawamura se levantó de la cama y salió de la habitación tomando rumbo hacia el campo techado siendo escoltado por sus amigos.

Llegaron y ya todos del equipo se encontraban presentes junto con los entrenadores, las managers, Rei y Oota, los menores fuero a ponerse en sus lugares a la espera de instrucciones del entrenador.

-Si escuchan su nombre pasen al frente para recibir su dorsal – dijo el entrenador Kataoka dando un paso al frente mientras Rei tenía en sus manos los dorsales – número uno y estrella del equipo Furuya Satoru.

El peli azul dio un paso y fue a buscar su dorsal con Rei, mientras el entrenador decía los nombres y el número que les toca, Sawamura rezaba con todo su ser para que no le toque ningún dorsal mientras escuchaba como el entrenador anunciaba a los miembros de la primera rama.

-Numero 18 Sawamura Eijun – la voz del entrenador lo saco de sus pensamientos, no lo podía creer, de hecho no quiere creerlo, esperaba que sea una broma pero la mirada del entrenador estaba fija en él diciéndole que pase por su dorsal.

Sus piernas les empezó a temblar ¿acaso el entrenador lo quiere destruir por completo? ¿Hizo algo malo en su vida pasada para que lo estén torturando?, no lo sabía y no quería saberlo en realidad quería huir y alejarse de ahí pero su cuerpo lo traiciono, sus piernas lo estaba llevando en dirección hacia Rei con pasos lentos y torpes, cuando estuvo frente a la persona quien lo recluto sus manos se estiraron para recoger el numero pero antes de que lo llegue a agarrarlo sus piernas fallaron al fin.

Su cuerpo cayo de golpe al suelo comenzando a convulsionarse – ataque de pánico – pensó, con solo recordar o pensar estar parado en el montículo hacen que los recuerdos del accidente regresan a su mente sin que él lo desea, solo logra escuchar como los demás trataban de llamarlo pero sus voces los escuchaba a la lejanía.

Roto DNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora