III

1.6K 180 141
                                    

-Esta es la última caja...- Sunoo hablaba con melancolía, empacó toda su ropa, joyería, accesorios, electrodomésticos, pero el mueble de la cama y uno de sus dos guardarropas estaban ahí, se llevarían en colchón también por si las moscas y algo pasa más adelante.

-¿No te despediras?- Niki llevaba las pertenencias de Sunoo a su automóvil.

-Papá dijo que me vaya en silencio... supongo que ya ni quiere verme- rió tristemente -pero dejé una fotografía con una carta en el reverso, si entran a mi habitación, ahí está para que la lean....

-Si eso es todo, entonces vamos, no quiero que llegue tu padre porque si lo veo, haré lo mismo que él hizo contigo- nunca perdonaría a ese hombre por golpear a su lindo duraznito. -Además me dijiste que teníamos que ir al médico ¿recuerdas? Se hará tarde.

-Oh, cierto- era difícil abandonar la casa en la que vivió por 17 años -Mi abuela... ella nos está apoyando, pero mis padres no lo saben así que shhh- hizo una señal con su dedo.

-Tu abuela siempre me agradó, al menos por lo que me contaste, ahora veo que es por algo, quisiera conocerla uno de estos días- tomó la mano de Sunoo para aproximarse a la puerta.

El omega suspiró rendido y dejó la llave de su casa en la entrada, sería la última vez que dejaría esa llave ahí, todos los buenos recuerdos llegaron a su mente en un pequeño flash y pronto las lágrimas volvieron.

-N-no llores, no llores, mientras yo exista, nunca estarás solo- el alfa no sabía muy bien qué hacer, casi nunca vio a su omega llorar por problemas personales, era muy diferente a verlo llorar por alguna película o herida, lo cual si pasó varias veces.

Sí, Niki no sabía bien qué hacer, pero el simple hecho de envolverlo en sus brazos era más que suficiente para Sunoo, se sentía tan protegido ahí que no quería salir nunca.

Sunoo estaba tan débil, no había comido desde hace ya un día y medio por recomendación de su hermana al pensar que era una intoxicación, además la enorme crisis por la que estaba pasando lo agotó tanto mentalmente que sentía que se desplomaría en cualquier momento.

Caminaron a pasos lentos hacia el automóvil y Niki condujo hasta el hospital justo como Sunoo le había pedido.

Un corto suspiro de parte de ambos bastó para bajar de la movilidad y dirigirse a pie a la entrada del hospital.

Pero de pronto todo dio vueltas en la cabeza de Sunoo, quiso apoyarse en algo pero no había alguna clase de pilar o pared a su lado, simplemente el cuerpo de Niki y se aferró a este para evitar caer al suelo, pero sus brazo estaban igual o más débiles que lo demás de su cuerpo y pronto perdió la conciencia.

-¡Sunoo!- Niki lo sostuvo al momento en que su omega se había aferrado a él, y cuando vio sus ojos cerrarse y su cuerpo querer caer al suelo, entró en pánico, por suerte estaban muy cerca del hospital, cargó a su lindo novio y buscó ayuda en el edificio. -¡Ayuda!, por favor, ayúdennos.

La doctora que había atendido a Sunoo esa mañana se hizo cargo de él en ese momento.

Niki estuvo esperando alrededor de 15 minutos en la sala de espera para poder ver a su novio.

-¿Nishimura Riki?- Una enfermera llamó a su nombre, Niki levantó la mano y se paró haciéndole saber que era él -Ya puede pasar a verlo.

Niki entró algo desesperado pero lentamente para no despertarlo, para su sorpresa, Sunoo estaba despierto, con una bolsa de suero conectada a su intravenosa.

-¿Cómo te sientes?- el alfa se sentó a su lado.

-Creo que bien- tomó la mano de Niki esperando los resultados médicos.

Pasaron un aproximado de tres minutos para que la doctora pase a darles dichos resultados.

-Bien, Sunoo- ya sabía su nombre, claro, esa misma mañana lo atendió -¿Trajiste las pruebas que te di?

-Sí, aquí están- sacó las tres pruebas de su bolsillo, entregándoselas a la doctora.

-Bien... supongo que ya sabes lo que está pasando aquí ¿verdad?- vio las tres pruebas que daban positivo.

-Sí...

-Bien, verán, al año tenemos un aproximado de 234 casos de embarazo temprano en este hospital y muchos optan por abortar, aún son jóvenes y tienen toda una vida por delante, ¿quieres abortar?

-No, no quiero... no podría- el simple hecho de pensar en matar una vida era imposible.

-Saben la responsabilidad que conlleva esto ¿verdad?- se dirigió a ambos.

-Sí, lo sabemos y estoy dispuesto a criar a ese niño- Niki respondió.

La doctora sonrió, una gran mayoría de los casos que no abortaban, los alfas abandonan a los omegas dejándolos solos y desprotegidos, ver una pareja comprometida en un embarazo no deseado era algo extraño pero esperanzador.

-Genial, ahora déjenme traer las recomendaciones para los siguientes 8 meses de embarazo- la doctora salió de la sala con una sonrisa en su rostro.

Sunoo amaba a su alfa, más se lo dijo 2 veces en lo que llevan de noviazgo, no creía que era necesario aclarar lo que estaba seguro.

-Te voy a cuidar muy bien- Niki se recostó en las piernas de Sunoo -A tí y a mamá- al parecer hablaba con su hijo -No tenemos mucho dinero por ahora, pero prometo que cuando crezcas tendrás todo lo que mereces.

Sunoo simplemente sonreía mientras veía tal escena frente a sus ojos, su alfa era simplemente perfecto.

Pero irrumpiendo ese adorable momento apareció la doctora.

-Sunoo, tienes la insulina baja, debes comer más y ordenar tu mente, parece que estás con mucho estrés, medita si es posible, ayudará mucho en tu salud mental- leía los exámenes médicos realizados cuando entraron al hospital hace 20 minutos.

-Disculpe, ¿Cuándo podremos saber el género del bebé?- Niki quería saber si tenía un príncipe o una princesa.

-A partir del 5to o 6to mes es más seguro ver su género- respondió la doctora -Y ahora vamos con las recomendaciones para tu embarazo- sonrió adorablemente -no hay una dieta estricta, pero no debes tomar alcohol o fumar, claro, además de evitar comer mucho ají en cantidades grandes- le entregó una hojita con las cosas que no podía hacer o comer -Vuelve cada 3 semanas para el chequeo ¿si?

El suero ya había terminado de vaciarse, se podían retirar.

-Oh- ya doctora interrumpió antes de que se vayan -No te asustes si tu estómago no crece, el bebé es más pequeño en un hombre que en una mujer y tu genética impide que tu bebé sea "visible"- se refería a un vientre hinchado.

-Claro, gracias- Sunoo estaba un poco más tranquilo, todavía tenía el seguro médico que le dio su padre y este caduca en todavía 37 años para su renovación.

La pareja se retiró del hospital, entraron al automóvil y Niki golpeó su cabeza contra el manubrio.

-¿Qué haces?- Sunoo preguntó, pues Niki se había golpeado intencionalmente.

-No vuelvas a hacer eso ¿si? Me diste un gran susto- era la primera vez que veía a Sunoo desmayarse y realmente entró en pánico.

-Lo siento- veía adorable que su alfa se preocupara por él -¿vamos a casa?- aquella palabra "casa" ahora era SU casa, de ambos.

Todo iba bien en ese momento, pero no todo iría bien por siempre.














Cami~

Accidentally - SunKiOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz