XV

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Nada estaba listo, solo una pequeña cuna que ni siquiera estaba terminada de armar, nada estaba yendo como se supone que debe ir.

-Vamos al auto- Niki, sin dudar, levantó a Sunoo en sus brazos y corrió hasta su movilidad, lo acomodó en el asiento de copiloto y empezó a conducir lo más rápido que pudo.

-¡Niki!- dolía tanto, sentía que podría morir en cualquier momento.

-Solo aguanta un poco más, cariño-  casi choca con una señal de paso, pero la esquivó y condujo hasta el primer hospital cercano.

-¡Duele!- quería llorar, y efectivamente, estaba llorando.

-Ya lo sé, mi amor, por favor aguanta un poco más- como su alfa, al estar unido a él, sentía la desesperación de su lindo omega, su miedo y ansiedad.

Llegaron al hospital en menos de 4 minutos, Niki levantó a Sunoo adentrándolo al hospital, buscando un médico que pueda ayudarlo, que buena fue su suerte que dos enfermeras de parto estaban saliendo de su descanso desde la sala de café.

-M-mi omega- Niki no sabía qué más decir, él igual estaba asustado.

-Por aquí- lo guiaron hasta una silla de ruedas donde llevaron a Sunoo quien gemía y lloraba de dolor hasta la sala de parto, suelen llevarlos a una sala de espera hasta que esté lo suficientemente dilatado como para dar a luz, pero esto era diferente, era adelantado y Sunoo era menor de edad, su cuerpo era débil.

Niki se quedó afuera mientras le colocaban algunas inyecciones a Sunoo, quería entrar y estar con él, pero por alguna razón que no sabía, le dijeron que esperara unos minutos.

En esos minutos llamó a Jungwon... y a Heeseung, sí, no le agradaba mucho, pero era el amigo de Sunoo.

Estaba tan desesperado, no se despegó ni un poco de la puerta de esa habitación hasta que salió un médico.

-¿Es usted el padre?- parecía tener unos 48 años de edad.

-Sí, lo soy, ¿Puedo entrar?

-Verá... esto es más frecuente de lo que querríamos, el omega es prematuro, su cuerpo recién está listo para dar a luz sin complicaciones a sus 25 años, pero él tiene 17, su cuerpo no soportó más y ahora su cachorro de adelantó 32 días... es peligroso, se hará una cesárea donde no sabemos si ambos sobrevivirán o morirán, no sabemos lo que pasará... usted es su actual apoderado, así que, si pasa algo no previsto, tiene que escoger entre su omega y su cachorro.

¿Qué?...

Niki tenía que escoger uno entre los dos grandes amores de su vida.

-Quiero verlo...- sus manos temblaban, su labio inferior también, en sus ojos se acumulaban las lágrimas y su corazón dolía.

El doctor le dio paso a entrar a la sala, Niki entró corriendo, viendo a Sunoo acostado en una camilla, se arrodillo para poder besar su frente.

-Cariño...- no pudo evitar llorar cuando sus ojos se conectaron.

-Niki...- el dolor era menos... pero seguía siendo inminente.

-Te escogeré a ti- unió sus frentes mientras lloraba -sin ti no puedo- ningún otro omega cantaría con todo su orgullo con él en la calle por algo de dinero -Sin tí... esto no es vida- Sunoo era el único que no se avergonzaría de él, de sus locuras en la calle, de sus chistes malos, de todo.

-Sabía que dirías eso- sonrió -tampoco estoy listo para dejarte...- tomó entre sus débiles manos el rostro de Niki -Quiero tener más tiempo contigo, quiero que nos casemos, que tengamos una boda y muchas fotos familiares.... 

-No te dejaré morir, yo--

-Pero amo más a mi cachorro de lo que me amo a mi- esas palabras dejaron a Niki en total shoock -Me dijeron que... yo tenía la última palabra en esta decisión- secó inútilmente las lágrimas de Niki -perdón... 

-N-no... por favor, no me dejes aquí... no me dejes solo...- aún no sabían lo que pasaría, entonces ¿Por qué se sentía como una despedida?

-No sé lo que pasará... pero si me hacen escoger- sus ojos se sentían aguados -cuida a nuestro cachorro por ambos.

-No... no puedo, te necesito, y-yo-- los dulces labios de Sunoo callaron por completo sus sollozos y pedidos.

-Sáquenlo de la sala, por favor- Sunoo no podía ver a Niki llorar, así que pidió a unos enfermeros que lo saquen para esperar a fuera.

-No, Sunoo, por favor- suplicaba mientras lo alejaban de su cuerpo.

-Te amo- y lo miró hasta que cerraron la puerta de aquella sala.

Ahí se encontraba Niki, en plena crisis por perder a su omega, aquel que le enseñó qué era felicidad, aquel que le enseñó que no todas las personas son malas, que una sonrisa puede alegrar todo su día y que amar sin condiciones si es probable.

-Sunoo...- sollozaba en la sala de espera, era muy inusual ver a un alfa llorar como Niki lo estaba haciendo, sollozar y desprender feromonas de tristeza y ansiedad.

Por favor... tan solo quédate a mi lado.











Cami~

Accidentally - SunKiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt