XXV

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Cami comeback 💋💋💋

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Sunoo sin decir ni una sola palabra, sin hacer ningún ruido, se paró, tomó aire y salió de ahí lo más rápido que pudo.

Quiero irme...

Tan solo quería huir, era solo un chico, uno que no sabía bien que hacer en ese momento, pero tenía claro dos cosas; uno, quería irse lo más pronto de ahí, dos, tenía que hacer que Ni-ki vuelva a amarlo.

Mientras bajaban las escaleras de manera rápida y desorganizada, recordó hace un año, cuando Ni-ki convirtió unas cuantas flores en una corona de estas para colocarlo sobre la cabeza del omega diciendo "Cuando nos casemos, tu serás todo lo que yo voy a ver en las mañanas al despertar y todas las noches al dormirme"

De pronto sus ojos se llenaron de lágrimas, pasó de shoock a tristeza en solo segundos ¿Cómo las cosas llegaron a ese punto?

-¿Sunoo Huung?- Una vocecita llamó a su nombre.

-O-oh... Taki...

-Hyung, ¿está todo bien?- no sabía bien qué hacer. 

-S-sí... solo... tengo que irme a casa, n-no encontré a Ni-ki así que... dale esto por mi... po-por favor- le entregó el bento que hizo para su novio y padre de su hijo.

-¿Pasó algo, Hyung ?- volvió a repetir.

-Nada importante...solo dale esto a Ni-ki, yo tengo que irme rápido...Yongbok está esperándome- colocó una excusa y entregándole la comida que había preparado para su novio, escapó sin nada más que decir.

Salió de esa empresa, sintiendo las lagrimas recorrer sus mejillas, sintiendo cómo su pequeño y joven corazón se marchitaba con cada paso que daba lejos del establecimiento. 

Sus hipidos eran suaves, pero el dolor era tan grande, no quería una explicación en ese momento, no quería decir ninguna palabra ni escucharla, solo quería a su novio de vuelta. 

Yongbok se quedaría con Heeseung y Jungwon por unas cuantas horas más, era bueno pues Sunoo no quería que su pequeño hijo lo viera de ese modo.

Sacó sus llaves con sus manos temblando, entró a casa y lo único que pudo hacer desde ese momento fue llorar y llorar y llorar aún más.

Estuvo así al menos unos 45 minutos hasta que trató de calmarse.

-Está bien... estoy bien...- se dijo a si mismo, abrazándose mientras se paraba.

Tomó una gran bocanada de aire y respiró con más calma, ya estaba mejor pero ¿Qué iba a hacer?

Ni-ki llegaba muy pocas veces esos días y solo eran horas para verlo o dormir, ¿Cómo recuperar algo que ya no tienes?

Sunoo debía empezar a trabajar, eso era lo que estaba en su mente, si Ni-ki se iba ¿Cómo mantendría a su pequeño cachorro?

Ciertamente, no quería alejarse de su pequeño, si le ponía una niñera, está presenciaria todo lo que él debía hacer, sus primeras palabras, talvez sus primeros pasos y pronto perdería toda la infancia junto a su pequeño.

Trabajar desde casa, sí, así podría mantenerlo, mantenerse y no alejarse de su retoño.

Pero...

¿Y Ni-ki?

¿Dónde quedaba el chico de sus sueños? ¿A donde se iría con todas sus esperanzas? ¿Lo seguía queriendo?

No sabía qué es lo que iba a pasar, pensar en las posibilidades hacia que su cabeza duela, que su corazón se encoja y que sus piernas tiemblen.

Tenía dos opciones, dejarlo ir o luchar por el chico que más había amado en su vida, claramente, sabía el poder de sus encantos... pero le daba miedo que todo por lo que Ni-ki seguía a su lado sea su cuerpo.

Su celular empezó a sonar, sacándolo de sus pensamientos.

Mierda...

Era Ni-ki, ¿Debía responder?

Estaba en una gran duda en ese momento, si no respondía podía preocupar a su pareja pero si lo hacía y escuchaba sus inevitables hipidos a costa del llanto igual lo haría.

Pero de todos modos decidió no responder.

Dejó su teléfono en una mesita, lo colocó en silencio y se dirigió a la cocina.

Agarró una taza mediana color crema, la llenó de agua caliente y colocó dos y media cucharillas de cocoa con otras dos de azúcar, mezcló la taza mientras se sentaba en el suelo con vista hacia la ventana, cubriendo sus hombros con una frazada que solía estar por ahí, escuchando como de a poco caían pequeñas gotas del cielo, uniendo sus rodillas a su pecho, bebiendo lentamente del chocolate caliente que se había preparado, sintiendo entre sus fosas nasales el aroma delicioso del chocolate y en sus oídos la relajante sonata de gotas chocando con pequeños charcos de agua.

Voy a estar bien...












Cami~

Accidentally - SunKiWhere stories live. Discover now