20. 𝗧𝗲... 𝘁𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼...

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(Rosie en multimedia)

Rosie

-Mierda...- escuché decir a Chase y me despegué de él. Me giré hacia la puerta del auto y pude ver a Ema junto con Bree y Leo que dejaban ver lo altamente ebrios y confundidos que estaban.

-Chase... está cooon una chica... ¡shh!- pronunció Leo- ¡Y es reaaal!

-Es mi amiga Rosie, Leo- agregó Bree- ¡MI AMIGA!- recalcó y comenzó a reír.

-Chicos, tranquilos- habló Ema.

-¿Dónde está Adam?- preguntó Chase con tono de preocupación.

-¿Eh?- preguntó Ema confundido y volteó a todas partes- ¡Adam!- exclamó y se dirigió a la parte trasera del auto. Salimos y nos dirigimos hacia donde estaba Ema y pudimos a ver a Adam vomitando en una de las llantas del auto.

-Carajo... debemos irnos- dijo Chase y ayudó a Adam a ponerse de pie.

-¿Dónde está Sarah?- preguntó Ema ayudándolo.

-La última vez que la vi estaba con Calvin- respondí mientras analizaba la calle con la esperanza de verla en algún lado, pero no fue así.

-¿Quieren venirse con nosotros?- preguntó Chase.

-Sería maravilloso, pero no queremos causarles problemas- respondió Ema.

-No se preocupen por ello- dijo Chase- A decir verdad, me vendría bien su ayuda para poder meter a los chicos a la casa sin que nuestros padres se den cuenta.

-E-está bien- hablé finalmente- Vamos.

Después de diez minutos de explicarle a Adam porque el alcohol hacía vomitar a las personas y porque él olía tan mal logramos que entrara al auto junto con Bree y Leo. Ema se fue con ellos en la parte trasera y yo adelante con Chase. 

Configuró el tablero para llevarnos a su casa y el auto comenzó a avanzar. Minutos después volteé a ver a los chicos para ver cómo iban y pude notar que los cuatro iban profundamente dormidos. La cabeza de Leo iba recargada en la ventanilla, Bree se había acomodado en el hombro de Ema y éste había recargado su cabeza en el hombro de Adam y la cabeza de Adam se sostenía por la de Ema. Al ver esa escena y al verlos a ellos dos juntos, mi mente imaginó la bonita pareja que harían.

-¿Co-cómo estás?- preguntó Chase rompiendo el silencio.

-Cansada- respondí dirigiendo mi mirada a la ventanilla del auto- Y sumamente hambrienta- dije y solté una risita.

-Llegando te puedo preparar algo, ¿Qué se te antoja?

-Sinceramente lo que sea... - dije ofreciéndole una sonrisa- Pero no Chase, Ema y yo te ayudamos con los chicos y después nos vamos a casa.

-¿Segura? Pueden quedarse si quieren, tenemos habitaciones para huéspedes.

-¿En serio?

-Claro, no habrá problema- respondió Chase con completa seguridad.

-Llegando le pregunto a Ema, a ver qué opina- él asintió- Gracias Chase, de verdad.

-No tienes nada que agradecer, lo que sea por ti... di-digo, por ustedes, ya que, amm... so-somos amigos- dijo y yo sonreí.

Pasaron los minutos y llegamos a casa de los Davenport. 

Desperté a Ema y ayudamos a los chicos a salir. Una vez fuera del auto los sentamos en el piso del garaje y nuevamente se quedaron dormidos. Esto sería más complicado de lo que creí.

-De acuerdo, cada quien se llevará uno, ¿está bien?- dijo Chase y Ema y yo asentimos- Bien. Rosie, tú te llevarás a Bree. Ema, tu a Adam y yo llevaré a Leo.

𝗦𝗘𝗥 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗧𝗨 | 𝗖𝗵𝗮𝘀𝗲 𝗗𝗮𝘃𝗲𝗻𝗽𝗼𝗿𝘁Where stories live. Discover now