Cuarenta y uno

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Tras subir las escaleras, Saint entró en su habitación, cerró la puerta y tras apoyarse en ella, se dejó caer hasta el suelo, mientras con los dedos se tocaba los labios.

Ese beso que acababa de darle a Perth, le había gustado mucho, realmente había sido muy lindo y dulce, aunque no sabía si era porque tan solo había sentido los de Zee y estos le habían sabido diferente o porque estaba algo ebrio por los cócteles.

Sin embargo, lo cierto era que el joven empresario le había causado muy buena impresión, ya que durante años, él había sido quién había tomado la iniciativa en las relaciones pero estas se habían terminado rápido, ya que siempre acababa siendo muy intenso y asustaba a los hombres.

Desde que se había fijado en el fotógrafo, había sentido algo diferente, algo muy fuerte, tanto que cuando lo había visto en la agencia por primera vez en persona, se había propuesto enamorarle.

Sus planes habían tornado, cuando el mayor le había dicho que no creía en el amor y que solo follaba, por lo que había estado intentando llevarlo a la cama, ya que quería estar con él aunque solo fuese de ese modo.

A Saint no le habría importado ser sólo amantes pero aún así, Zee seguía sin entregarse totalmente, además no era claro, por lo que estaba empezando a pensar, que este solo estaba jugando con él, llevándole la corriente para seguir viviendo en Villahermosa.

Unas horas antes, el castaño se había propuesto salir con el joven empresario para ver si de ese modo, el fotógrafo sentiría algo y al fin lo correspondía pero no había sido así.

Ahora, era cuando el modelo había visto lo tonto que estaba siendo, al haberse obsesionado con el fotógrafo, perdiéndose así, el conocer a otras personas tan increíbles como Perth, el cual no solo era guapo y rico, sino que además, lo había mirado con exclusividad, lo había halagado como un educado y perfecto caballero, sino que encima, había defendido su honor ante un borracho.

Este suspiró profundamente mientras se levantaba del suelo, entonces se dejó caer en la cama, donde se abrazó a su almohada.

—Perth, ¿Realmente he estado tan equivocado?, ¿Serás tú el hombre que siempre he estado esperando?

Luego de unos minutos, este se levantó de nuevo, caminó hasta su tocador y allí se desmaquilló, luego se puso el pijama para acostarse, quedándose dormido al poco tiempo y con nueva nueva sonrisa en sus labios.

Tras ocurrir eso, todo en la planta superior de la casona quedó tranquilo y en silencio, sin embargo en las habitaciones de la planta baja, eso no era así pues concretamente en la de Singto y en la de Krist,q todavía Morfeo no había hecho acto de presencia.

El monitor de surf permanecía tumbado mirando al techo y llevaba así desde que había llegado de la playa, un par de horas antes.

El barman, por su parte, también estaba despierto pues su cabeza estaba hecha un lío y no sabía exactamente que pensar, ya que lo ocurrido en la orilla del mar, un tiempo antes, lo había dejado muy confuso.

FLASHBACK

Krist miró la oscura carretera y resopló con molestia, al no ver regresar a su compañera.

—Maldita sea, ¿Cómo pretende que me vaya andando?, no se ve nada de nada, ¿Acaso quiere que muera?

Luego de unos segundos, este volvió su mirada a la orilla, donde el monitor de surf seguía sentado mirando al horizonte.

7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist TerminadaWhere stories live. Discover now