Cuarenta y siete

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Singto estaba desesperado pues había visto a su hermano sufrir por su embarazo no deseado y tenía que escuchar a su cuñado pedir disculpas a cada rato y llorar por las esquinas.

Además, veía a su madre muy angustiada por lo que Gulf decidiría y si eso afectaría o no a la felicidad y estabilidad de Villahermosa.

A eso se sumaba lo suyo con Krist pues a pesar de haberse besado por segunda vez y notar que este le había correspondido, el barman había seguido con su idea de irse.

La última noche de la temporada de verano, este salió del trabajo y caminó hasta el kiosco pero este ya estaba cerrado.

Con extrañeza se dirigió al aparcamiento para coger su coche, esperando que el barman estuviera esperándole para regresar a casa.

Al acercarse, este sonrió pues lo vio sentado en el capó, aunque su sonrisa decayó cuando pudo distinguir el coche de Sammy y a esta sentada en el interior.

—Hey, ¿vendrás conmigo verdad?—preguntó molesto—…estamos bien, no necesitas a tu compañer...

—Me voy esta noche—le interrumpió Krist levantándose y acercándose—…ya tengo el billete de tren.

El moreno negó.

—No, no eso no puede ser, dijiste que te irías en unos días, ¿qué a pasado?, ¿Es por el beso?

El barman negó y un incómodo silencio se hizo.

-Habla por favor , ¿Por qué te niegas a aceptar que me amas tanto como yo a ti?, ¡Habla, maldita sea!—exigió este furioso—…¿por qué huyes?

Krist levantó su afligido rostro.

-No, no q-quiero de-decírtelo, porque no es verdad...me agradas y me pareces muy guapo y todo eso pero no se si eso es suficiente y tampoco quiero tener una relación ya, no estoy preparado aún.

El moreno chasqueó la lengua con fastidio.

-Sigues pensando en ti ex, a pesar de todo lo que te a hecho, ¿no es así?, ¿Hasta cuándo ese tipo, Krist?, ¿Hasta cuando te cerrarás a vivir otro amor mejor, que seguir con esa estúpida obsesión enfermiza?

Este negó.

—No, no es eso pero necesito tiempo, quiero pensar, quiero ordenar mis ideas, conocerme en mí mismo, necesito encontrar mi camino.

El monitor de surf extendió su brazo y tras cogerle una mano, se la besó.

—No quiero que te vayas, puedes pensar aquí, por favor, no me dejes.

Krist se acercó, abrió sus brazos y lo abrazó con fuerza.

—Singto, voy a extrañarte mucho, por favor no me odies.

El moreno se secó las lágrimas, las cuales habían empezado a brotar al ver la maleta de este, en la parte trasera del coche de Sammy.

—¿Que voy a hacer sin ti?, dímelo, ¿cómo demonios voy a respirar si tu no estás?

El barman sonrió.

—Voy a extrañarte mucho, eres realmente una persona increíble, gracias por todo.

El monitor apretó el agarre.

7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora