Setenta y siete

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Durante los meses que faltaron para que la boda de Singto y Krist fuera un hecho, las cosas en Villahermosa cambiaron nuevamente.

Poco a poco, Saint fue cambiando y aceptando su nueva vida, en la que Zee ya no estaba y al parecer no volvería.

El castaño volvió a sonreír pues Mean Phiravich, su psicólogo le ayudó a darse cuenta de que la vida seguía y que el amor de un hombre, no lo era todo para ser feliz.

Este realmente era un hombre muy atractivo y tenía a las féminas más jóvenes alborotadores y cada vez que este entraba, las doncellas suspiraban a su paso.

Nuevamente, el modelo volvió a coger confianza y volvió al trabajo, aunque este tuvo que superar el vivir con los recuerdos de Zee en cada estancia de la agencia.

Además, este supo por otros que al fotógrafo no le había ido muy bien y este había terminado en la cárcel por una reyerta en un bar y mandar a un tipo al hospital, el cual resultó ser un pez gordo del Gobierno.

Muchas veces tuvo que luchar con las ganas de ir a verlo, aunque acababa desistiendo pues su familia le recordaba todo lo sucedido y lo que sucedería si volvía a dejarlo entrar en su vida.

El día de la boda llegó finalmente y este le pidió a Mean que lo acompañase pues no quería ser el único pringado sin pareja y aunque el terapeuta se negó pues no era ético, Saint acabó convenciendolo.

La ceremonia fue corta y sencilla, aunque no hubo flores, ni lazos, aunque si música y felicitaciones de los invitados asistentes, ya que se celebró en la playa y la comida fue en un restaurante próximo al lugar

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La ceremonia fue corta y sencilla, aunque no hubo flores, ni lazos, aunque si música y felicitaciones de los invitados asistentes, ya que se celebró en la playa y la comida fue en un restaurante próximo al lugar.

La ceremonia fue corta y sencilla, aunque no hubo flores, ni lazos, aunque si música y felicitaciones de los invitados asistentes, ya que se celebró en la playa y la comida fue en un restaurante próximo al lugar

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Singto y Krist no quisieron ayuda de sus amigos, prefirieron hacer la boda con su dinero y con los gustos que pudieron permitirse pues para ellos predominaba el estar juntos y no lo ostentoso.

Su noche de bodas fue en su habitación, de la que luego les esperaba una semana visitando los mejores playas del país para hacer surf.

Tras coger a su recién estrenado esposo en brazos, el monitor lo soltó despacio encima de la cama y acto seguido se quitó la chaqueta, la camisa, los zapatos y los pantalones, luego le tiró de los pantalones de este, entonces se subió a la cama y gateó por su cuerpo hasta quedarse cara a cara encima suyo.

-Joder, eres tan bonito, Krist- le susurró al oído-... te amo tanto, no puedo esperar a hacerte gozar debajo de mi.

-Oh joder si...- jadeó el castaño muy excitado.

El moreno no necesitó más y empezó a besar y a morder el cuello y las clavículas de su ardiente marido, provocando excitantes y dulces sensaciones en este.

Krist jadeaba y suspiraba enloquecido por el tacto del increíble y musculoso cuerpo de su atlético esposo, mientras sus cuerpos se frotaban causando estragos en sus sentidos.

Sinfto bajó por el torso de Krist besando y mordiendo cada centímetro de su suave y delicada piel, entonces llegó a sus boxer y lentamente se los quitó desvelando el maravilloso jardín de locura que éste tenía entre sus piernas.

Con decisión se las abrió y besó el interior de sus muslos, luego agarró su polla y se la metió entera en la boca, la chupó y la lamió causando que el castaño se retorciera de placer agarrándose a los barrotes del cabecero.

La entrada de este estaba lubricada y deseosa de atención, así que Singto chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco entre chillidos y jadeos, que pronto se convirtieron en suspiros en cuanto comenzó a meter y sacar el dedo del interior.

Poco después introdujo un segundo dedo y metiéndolos y sacándolos en forma de tijera, provocó que Krist enloqueciera más aún.

-¡Oh jo-joder te necesito!, ¡métemela ya por fa-vor!- gritó desesperado.

-Ahora voy cariño, no te desesperes... Tan solo quiero disfrutarte al máximo- dijo el monitor con una voz lasciva que lo hizo estremecerse.

Después de unos cuantos besos más y roces por todo su cuerpo, este se quitó el boxer, luego se colocó entre las piernas del dispuesto chico y alineado su polla con la lubricada entrada de este, comenzando a introducirse.

-Aaahh...oh joder, siempre eres tan enor-enorme.

-Sssshhhh, tranquilo amor, pronto te será placentero.

Este metió del todo su polla y esperó a que Krist se adaptase a su grosor y en cuanto este se calmó, comenzó un vaivén de estocadas que sumió a los dos en un inmenso placer.

Este rasguñaba la espalda de su esposo, producto del éxtasis que sentía, mientras entrelazó más aún sus piernas a su cintura, haciendo fuerza para que éste llegase más adentro suyo.

-Te amo...te amo...

Esas palabras provocaron una sonrisa en el acompañante pues realmente disfrutaba con ver gozar a ese hermoso y extraño chico.

Tras unas estocadas más...

-Me corroooo.... aaahhh...

-Si pequeño, correte para mi, eres increíble aaahhhh- gritó Singto corriendose también.

Las contracciones del esfínter de este habían apretado tanto su polla, que lo habían hecho venirse sin previo aviso y de forma brutal.

-Oh joder cariño...eres increíble-susurró jadeante saliendo del interior de este.

Rápidamente se desplomó agotado al lado de Krist, quién aún jadeaba intentando recuperar el aliento.

Luego de unos minutos, el castaño se levantó hacia el baño para limpiarse y fue a buscar algo de beber de nuevo para recuperar líquidos.

-Toma, abrela-dijo entregándole la borella de champán

El monitor sonrió y entonces tras quitarle el precinto, la abrió y vertieron el dorado líquido en dos copas y se las intercambiaron dándole de beber al otro.

-Te amo Singto y te voy a hacer eo hombre más feliz de la tierra.

El moreno lo beso y sonrió mirándole fijamente.

-Ya soy el hombre más feliz de esta tierra, cariño...yo también te amo

......

Ya estamos en los capítulos finales
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7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist TerminadaWhere stories live. Discover now