Capitulo 12

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"Se un buen chico y obedece mis ordenes de una vez por todas, tú sabes que también lo deseas".

La oscuridad abarcaba en todo el cuarto, no lograba ver nada, pero escuchaba las palabras a la perfección.

Esas palabras que le hacían temblar de miedo no querían escucharlo más, preferida morir de una vez antes de escuchar su voz.

"¡Se que estas escuchándome no finjas estar dormido! ¡Te compre para que fueras mi sirviente y eso serás maldito mocoso!".

No más, ya no aguantaba más las manos de ese asqueroso hombre sobre su piel, a un que llorara, gritara nada funcionaba eso era una tortura.

"De-déjame ir por favor".

Las lágrimas no lo convencían eso solo le alentaban más hacer lo que este quisiera, no podía escapar sus manos estaban amarradas y sus ojos vendados para que no viera.

"No llores sabes cuales son las consecuencias de eso, nos vamos a divertir mi pequeña serpiente".

*

- ¡Hermano por favor despierta, es solo una pesadilla! -.

La voz familiar le hizo despertar de ese sueño, sintió unas pequeñas manos sobre su rostro estas trataban de limpiar el rastro que dejaban sus lágrimas al salir de sus ojos.

- Abre tus ojos hermano estoy aquí contigo no estás solo -.

Lentamente abrió sus ojos y miro a la pequeña figura que tenía a su lado, era un niño no más de diez años, le dedico una sonrisa y le revolvió el cabello con su mano derecha.

- Gracias por estar conmigo pequeño -.

- Mamá dijo que debo cuidar de ti, así como tú me cuidas... Pero hermano, ¿qué es lo que siempre sueñas? Sabes que puedes decirme yo te protegeré de ese monstruo que habita en tus sueños-.

Silencio esa fue su respuesta, como le puedes explicar a un niño que las pesadillas de un adulto no son las mismas que de un niño.

Realmente lo que paso en su sueño no era pesadilla ni nada parecido, eso era un recuerdo que le atormentaba en sus días. Cuando era joven y solo estaba con Andrómeda un hombre le secuestro y lo vendió a un buen precio, a un hombre anciano él cual le hizo la vida un caos hasta que Andrómeda logro encontrarlo casi sin vida. Le debía mucho a esa mujer.

- ¿Loki? -.

- No pasa nada pequeño. ¿Dónde está mamá? -.

- Ella está en la cocina preparando el desayuno, vamos -.

Se levanto con cuidado, ya que esos sueños le hacían sentir siempre mareado, así que si se levantaba rápido podría vomitar. Cuando se cambió de ropa salió a la cocina y se sentó en la mesa, él pequeño ya se encontraba comiendo.

- ¿Otra vez ese sueño chico? -.

- Si -.

- Es mejor que te distraigas. Y hablando de eso tus dos alimañas te esperar con hambre a fuera-.

Andrómeda le dedico una sonrisa y le sirvió el desayuno, ella también se sirvió y se sentó con ellos a la mesa.

- ¡Mamá ellos no son alimañas son nuestras mascotas! -.

- Si Sleipner y Fenrir te escucharan se sentirían ofendidos, no tienes por qué ser tan cruel nos mis niños -.

- Son solo dos animales que tratas como tus hijos, pero son unos malcriados como tu -.

El regalo perfecto. [Thorki]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon