Capitulo nº1.

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Los primeros rayos del sol alumbraron el gran reino de Asgard, dando comienzo a un nuevo día uno donde todos celebrarían al único príncipe heredero al cumplir la mayoría de edad dando a conocer que al fin se convirtió en un hombre que seria capaz de reinar algún día cuando su padre abandonara las tierras y se uniera con sus antepasados en el mas haya. Pero no solo era eso lo que algunos celebraban si no que era una tradición oculta a los mas jóvenes del reino, una traición que muchos consideraban barbara e inhumana al entregar a un ser humano como ofrende sin importar su belleza. El pueblo Jotun solo era una leyenda que solo pocos creían por que si buscabas en algún mapa no encontrarías rastros de ellos por ningún lado, "Jotun", eran seres con una belleza sin igual cuerpos que cualquiera desearía tener y daría todo por ello. Una belleza comparada con criaturas de cuentos de hadas como los elfos, pero tanto como ellos los Jotun eran seres que no existan o eso se decía.

La luz del sol se asomaron por las ventanas del único heredero en Asgard aquel príncipe de cabellos dorados que aun dormía en su cama antes de sentir las manos frías y suaves de su madre, intento moverse en su cama para seguir durmiendo un poco mas  por aquel cansancio que tenia su cuerpo luego de un día entero de entrenamiento con espada, estudiar y practicar diferentes artes encaminado su vida a una llena de sabiduría y conocimiento. Escucho la leve risa de su madre y sintió como acariciaba su mejilla con suavidad.

-Despierta mi pequeño dios del trueno es tu día especial.

Entre abrió los ojos un poco para ver el rostro de su progenitora, la luz del sol hizo que su cabello se viera de un tono similar al oro provocando que cubriera sus ojos por la luz, un suspiro se escucho en la habitación no le gustaba oír que le llamara pequeño, ya no lo era y menos cuando ese día era su cumpleaños de mayoría de edad. Algo que muchos esperaban era mas esperado por los mayores mas que por él mismo, según había escuchado un rumor de su regalo de cumpleaños, algo que ignoro al pensar que seria una nueva arma o tal vez una armadura, regalos típicos para él.

-Madre ya no me digas así, ya no soy un pequeño.

-Para mi siempre lo seras, no importa cuanto crezcas siempre te veré como mi bebé.

Otra suave risa se escucho en la habitación por parte de su madre, su ojos empezaron a cerrarse nuevamente las cesación de tranquilidad que le daba su progenitora era una paz que solo lograba tener en ocasiones cuando estaban juntos en un ambiente tranquilo. Quiso esconder su cabeza en las sabanas pero su madre fue mas rápido que él al quitárselas y dejando que el frio le hiciera un escolofrio recorriera su cuerpo, sabia que ese era su cumpleaños pero la necesidad de dormir era mas grande que celebrar y emborracharse con sus familiares, amigos y súbditos quienes estarían allí para acompañarlo en su gran día.

-Vamos que debes prepararte, todos te están esperando.

Se removió en su cama quedando sentado y un poco aturdido por levantarse de un solo movimiento rápido para complacer a su madre y a los que según les esperaban, dejo salir un bostezo de sus labios al levantarse de su cama camino asta el gran armario donde esta toda su ropa ordenada por los sirvientes, busco alguna vestimenta decente pero escucho la tos fingida de su madre, seguramente para llamar su atención luego de escoger algo poco elegante.

-Ya elegí tu conjunto, no dejare que te pongas cualquier cosa en tu día especial.

-Ah... No me digas que...

-Si, no quiero escuchar quejas vamos rápido que tu padre no tiene tanta paciencia como yo.

Miro la ropa ordenada encima de una de las comoda que se encontraban allí odiaba ese conjunto de ropa, una capa roja una armadura gris era un conjunto elegido por sus padres y uno que debía portar en ceremonias importantes. Empezó a sacarse la ropa pero nuevamente escucho la tos fingida de su madre, le miro un poco confundido y ella le señalo que se cambiara en los baños, debía comportarse enfrente de una dama a un que esta fuera su propia madre, luego de alistarse salio con vestido y vio a su madre que le dedico una sonrisa. Bajo la cabeza un poco tenia sueño aun, pero era su deber salir de allí con la misma sonrisa que su madre mostraba en su rostro, se dio ánimos luego de pensar que ese día recibiría una cantidad de regalos enorme pero uno mas que nada le hizo pensar el regalo de su padre.

-Supongo que este año sera una nueva armadura de parte de papá, ¿no?. Escuche que seria algo esplendido, ¿quizás un caballo?.

-Yo... Tal vez si.

-¿Como tal vez?... ¿Mamá?.

La sonrisa de su madre ya no estaba en su rostro algo que no paso por alto, le vio fingir una sonrisa forzada otra vez, pero antes de poder hablarle nuevamente escucho que tocaban la puerta de su habitación un sirviente fue envidado para buscarle, alzo la voz para decir que saldría en poco tiempo al sirviente pero este abrió la puerta.

-Su majestad le llama, príncipe Thor.

-Iré enseguida.

El sirviente hizo una reverencia antes de irse dejando solos a su madre y al él, su dudas se habían ido era obvio que su madre no arruinaría la sorpresa de su regalo revelando que era, siento la mano de su madre encima la suya y entrelazaron sus manos para salir de su habitación juntos, de camino recibió muchas felicitaciones y algunos halagos de parte de sirvientes y de personas conocidas. Era normal ver que la habitación del trono estuviera llena de personas las cuales iban para verle, pero sentía que el no era el centro de atención en ese momento, su madre le suelta la mano y con una sonrisa le indica que debe ir ante su padre. Sintió todas las miradas sobre él cuando llego ante el trono de su padre hizo una reverencia ante su presencia, el rey se levantado de su trono y hablo para que todos escucharan.

-Hoy, celebramos el cumpleaños de mayoría de edad de mi único hijo y heredero al trono, estamos orgullos de verte crecer y ver como te conviertes en un hombre que podrás cargar en sus hombros las vidas de este reino. Por eso hoy te celebramos con este regalo dado a cada príncipe heredero como homenaje a la belleza y al placer que tiene un hombre a tu edad.

Las palabras de su padre le hicieron sentir confuso pero no podía intervenir cuando el estaba hablando, su mirada paso de los ojos de su padre a la puerta principal por donde se supone que entrarían el regalo, sus ojos se abrieron ligeramente al ver que como dos guardias entraban y ambos estaban heridos hizo que tuviera un mal presentimiento, seria su regalo una clase de animal salvaje, por ello todos estaban atentos por su regalo.

El sonido de unas cadenas hicieron que todos miraran aun mas la entrada, jamas espero ver como traían a un chico de cabellos negros y lisos con cadenas que sujetaban su cuerpo para que no escapara, se vía que lo habían arreglado con un traje revelador y que cubría muy poco su cuerpo delgado, sus ojos eran de un claro verde como esmeraldas y su piel tan blanca como la nieve, en pocas palabras era hermoso. No lograba comprender por que él seria su regalo de cumpleaños, lo llevaron ante el al verlo cerca vio las marcas de ataduras en su cuerpo sintió una sección de asco recorrer su cuerpo, él jamas aceptaría la esclavitud eran inhumano ahora comprendía el por que su madre forzaba esa sonrisa en su rostro.

-¿Que significa esto padre?.

-Es tu regalo de cumpleaños y tu sirviente personal, fue difícil encontrarle.

-Esto no se puede ser comparar con un regalo de cumpleaños, esto es esclavitud es una persona.

Su mirada demostró desaprobación y enojo ante su padre, pero él rey permanencia con una mirada tranquila ante sus palabras. Nadie se atrevía a murmurar palabra alguna ante una discusión entre padre e hijo, pero no espero que las para nada lo que le diría su padre con poca empatía por otro y frialdad.

-Si no deseas tu regalo de cumpleaños, no me queda de otra que desaparecerle, no sabes cuan presido es el este regalo que estas desaprovechando hijo mío.

Apretó los puños sabia que significaba que su padre haría desparecer algo y no podía dejar que su padre hiciera tal cosa con una persona. Bajo su cabeza y se acerco al chico que este permanencia en silencio con su mirada al suelo, comprendía su miedo a una menor escala al verlo allí parado con ataduras en su cuerpo le tomo del brazo y miro a su padre.

-Aceptare el regalo mi señor, gracias.

Escucho los aplausos de las personas en el gran salón no miro a nadie mas que al chico que tenia a su lado, le empujo un poco para que le acompañara no dejaría que le trataran como objeto por parte de los demás. Debía pensar en que hacer para que él pobre chico se fuera de allí en solo una pieza y con vida para que fuera alguien libre como la mayoría de las personas en el mundo, todos debías frogar sus caminos sin ser obligados tomar uno sin su consentimiento. Sin importar que formara parte de una tradición que venia de generaciones antiguas la vida era sagrada para él.



El regalo perfecto. [Thorki]Where stories live. Discover now