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El platinado se sentó enfadado en el tren cruzándose de brazos. Como era posible que Gryffindor hubiera ganado la copa de las casas si no tenían los suficientes puntos? Oh, claro, se le olvidaba, Dumbledore se había encargado de eso otorgándole puntos extra al trío de oro y a... Neville.

-Cambia esa cara, ni que hubieran matado a alguien...- le dijo Blaise a lo que Draco rodó los ojos.

-Yo si que mataré a alguien como me hable.- dijo levantándose de golpe para ir al lavabo sin decirle nada a nadie.

El platinado bufaba y respiraba hondo, por que le daba tanta rabia perder? No le gustaba nada el sentimiento.

-Tranquilízate Draco, a Aria no le gustaría que estuvieras así.- se decía mientras caminaba algo angustiado.

Harry y Ron quienes estaban en el lavabo, se miraron entre si para pensar los dos lo mismo. Quién era Aria? Que curioso...

Sería ella quién le mandara todas esas cartas? Por qué? Se preguntaba Harry mientras lo seguían pues esperaban que tramara algo.

En cuanto Draco se dio cuanta de que lo estaban siguiendo se giró quedando cara a cara con el azabache y el pelirrojo.

-No tienes nada mejor que hacer que espiarme Potter?- preguntó de mala gana a lo que Harry miró a Ron.

-Y que te hace pensar que te estamos siguiendo? Vamos Harry.- dijo este para arrastrar a su amigo fuera de la vista del platinado que rodó los ojos para volver con sus amigos.

-Draco! Aquí estás! Ahora les estaba diciendo a todos que os invitaré a mi fiesta de cumpleaños.- dijo Pansy con una sonrisa a lo que el platinado se sentó.

-No podré ir, estoy... fuera.- dijo algo nervioso a lo que todos lo miraron algo extrañados.

-Y se puede saber que es tan importante que tienes que hacer?- preguntó Theo metiéndose en la conversación.

-Nada, cosas familiares.- dijo restándole importancia a lo que todos cambiaron de tema pues el chico nunca explicaba algo más que eso. Parecía guardar demasiados secretos.

Cuando el tren paró, el platinado casi sale corriendo hacia su madre que lo esperaba con una sonrisa.

-Mamá... nos vamos? Nos vamos?- empezó a preguntar emocionado a lo que Narcisa asintió.

-Primer debemos ir a casa, recuerdas? Tienes que empacar todo lo necesario...- dijo a lo que Draco rodó los ojos algo cansado, sin embargo solo quería irse, quería ver a Aria de una vez por todas.

Cunado llegaron, los Malfoy no eran de ir rápido y a la hora, les gustaba dar una impresión buena y superior a las demás familias.

Cuando pasaron por la chimenea a través de la red flu apareciendo inmediatamente en la famosa casa de campo donde ya había gente, la familia Malfoy directamente se fue a su parte, al oeste por donde salía el sol.

Se instalaron y se prepararon para la cena donde todos se reunían.

-Mamá, puedo ir ya?- preguntó el platinado mirándose al espejo.- Mami...

-Esta bien Draco, puedes ir.- le autorizó Narcisa con una sonrisa. Sabía perfectamente que su hijo iría a la parte donde los Monnier se encontraban.

Draco corría por los pasillos como nunca antes, no había podido ver a Aria desde las vacaciones de navidad y realmente tenía demasiadas cosas que explicarle.

Cuando llegó, suspiró antes de tocar la puerta. A los cinco segundos la madre de Aria vio al chico y sonrió.
-Aria se acaba de marchar a buscarte...- dijo a lo que Draco abrió la boca para decir un "gracias" e irse de nuevo a buscarla.

Aria por otro lado tocó la puerta de los Malfoy y se llevó una sorpresa al ver que Draco ya había salido a buscarla.

Cuando Draco fue donde ellos solían juntarse, no creía lo que estaba viendo. Simplemente su cabeza no acababa de procesar lo que estaba ocurriendo ante sus ojos.

Aria hablaba con otro chico, tez morena y seguramente más grande que ellos.
-Gracias Aria! Nos vemos!- le dijo dándole dos besos en forma de despedida para irse y dejar a la chica con una sonrisa.

Cuando ella miró en dirección al platinado sonrió para acercarse a él sin embargo este se cruzó de brazos.

-Draco... te encuentras bien?- preguntó ella intentando abrazarlo son embargo el platinado se negó.

-Perfectamente, es más si quieres puedes ir con... ese.- dijo refiriéndose al anterior chico.
-Te refieres a... Maxi?- preguntó riendo.- Va a mi escuela, es un curso mayor, no es genial?

-Oh si, genial, también te casarás con el?- preguntó molesto a lo que ella solo rodó los ojos.

-Si me tuviera que casar con alguien serías tu bobo, ahora deja tus celos y vamos, tengo hambre.- dijo esta empezando a caminar hacia el gran comedor donde ha se encontrarían todas las familias incluyendo hijos.

Draco en ese momento trató estar serio, enserio lo trató con todas sus fuerzas pero no pudo evitar sonrojarse levemente ante el comentario de la chica.

Cuando llegaron, se sentaron donde siempre acostumbraban a estar, la familia Malfoy y la familia Monnier cada una al lado.

Sin embargo fue algo extraño ver a Aria mirar de nuevo a Maxi que se encontraba a la otra punta de la mesa, por que lo hacía? Por que no hablaba con él? Que tenía Maxi que no tenía el platinado? Pensó el mismo.

Maxi, Maxi, Maxi... tenía nombre de duende pensó el platinado.

Cuando la cena acabó, Draco no esperó a la chica pues seguía molesto con ella. Aria por otra parte, no entendía la actitud de su amigo, así que lo siguió.

-Estás raro, te pasa algo?- le preguntó a lo que el platinado no la miró.

-La verdad... es que no, buenas noches Aria.- dijo para dejar a la chica sola, pensando en que le había hecho para que se comportara de esa forma.

El chico bufó antes de estirarse en su cama, estuvo pensando demasiado para ser honestos hasta que llegó a la conclusión de que tenía muchos sueño. Las vacaciones no habían tenido su mejor comienzo sin embargo aún pensaba que había tiempo para arreglar lo que ya había fastidiado.

Ya se disculparía mañana...

two ways (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora