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Eran aproximadamente las seis de la mañana y Draco no podía dormir, estaba demasiado emocionado con la idea de que en realidad, estaba con Aria y que estaban juntos.

Podía pedir más?

Se levantó y con sigilo fue a su habitación con cuidado de no despertar a nadie.

Al abrir la puerta y cerrarla después de el, se quedó de piedra al verla dormir. Por un momento sintió un montón de emociones raras y un tipo de cosquilleo en su estómago.

Después, decidió acercarse para verla mejor y darse cuenta de que la chica abrazaba a un cojín.
-Aria? Aria despierta.- le dijo moviéndola pero la chica no se despertaba.

-Cinco minutos más.- dijo ella dormida dándose la vuelta.- Cinco minutos más...

Draco la miró y rodó los ojos para estirarse a su lado pues no iba a quedarse de pie como un idiota.

Estuvo así exactamente unos dos minutos cuando se cansó de no hacer nada.
-Ari? Estas despierta?- preguntó a lo que la chica no respondió.- Mira si eres dormilona.

Draco la volvió a mover haciendo que la chica se diera la vuelta de nuevo quedando cara a cara sin embargo la chica seguía durmiendo.
-Genial.- dijo este bufando de cansancio pues se aburría mucho.

La volvió a mirar y entonces pudo observar su rostro. Es decir, Draco ya la conocía pero en ese momento, en la mente del platinado solo pasaba una cosa que era... que pasaría si la besara?

Negó con la cabeza y miró a otro lado, en concreto al techo pues eso no era posible. Ella era su mejor amiga.
-Estás despierta?- preguntó este sin embargo la chica solo se lamió inconscientemente los labios pues los tenía secos.

Draco la volvió a observar y con cuidado le quitó un mechón de pelo que le caía en el rostro.

-Que... estás... haciendo?- preguntó de repente ella con los ojos cerrados provocando que Draco se asustara y se apartara de golpe cayéndose de la cama.

Aria miró si se había hecho daño, que estaba haciendo?
-Estás bien?- le preguntó con una sonrisa.
-Istis biin? Cómo crees que estoy?- le dijo este levantándose de golpe.

-Bueno... parece que estás de mal humor. Buenos días por cierto.- dijo ella sentándose en la cama.
-Si... buenos días, son las seis y media, acaso te pasarás todo el día durmiendo?- preguntó este mirándola.

-No? Son las seis de la mañana... el sol aún no ha salido...- dijo mirando por la ventana.- Oh, Draco rápido, ven!- le dijo pues el amanecer estaba delante de ellos.

El platinado se acercó y se colocó a su lado.
-Tienes suerte de tener la habitación que da al amanecer.- le dijo mirándola.
-Lo sé, por eso la pedí.- dijo ella orgullosa.- Que quieres hacer hoy? Creo que papá y mamá tienen una reunión...

Aria se separó de la ventana y abrió su armario donde había ropa de todo tipo.
-Que se supone que es esto?- le preguntó Draco tomando una compresa.- Usas pañal?

-Se supone que deberías saber de este tema, te suena la menstruación?- le preguntó riendo a lo que el platinado dejó inmediatamente la compresa donde se encontraba.

-La tienes?- le preguntó a lo que ella asintió algo frustrada.
-Este año.- dijo restándole importancia.- Ahora... que querrás desayunar? Hay tortitas.- dijo ella a lo que el platinado la miró.

Pero después de eso miró detrás suyo y frunció el ceño.
-Tienes un uniforme de quidditch? Pero si no juegas, por que te lo compras?- preguntó a lo que ella se encogió de hombros.

-He jugado... pero no es lo mío, me habían ofrecido el puesto de... cómo se llamaba, ah si, cazadora.- dijo la chica mirando que podría ponerse.- De todos modos no es lo mío.

-Entonces te enseñaré.- le propuso Draco.- Así también podré practicar.
-Bien, pero primero tenemos que desayunar.- dijo ella saliendo de su cuarto.

El platinado y la chica, después de un par de tortitas fueron a tomar las escobas.
-Bien, esto será fácil.- dijo Draco subiéndose a la suya.

-Si... facilísimo.- dijo ella subiéndose a la suya.- Seguro que quieres hacer esto? No podemos... leer? O jugar a algún juego de mesa?

-Acaso tienes miedo de que sea mejor que tu?- preguntó el platinado consiguiendo que Aria lo mirara mal y se colocará en posición.

El platinado lanzó la snitch y miró a la chica.
-No te déjate ganar, lo sabes?- le preguntó a lo que ella solo rodó los ojos para empezar a perseguir la pelota dorada.

Ambos iban en busca de la snitch y cuando Draco se adelantó a ella, Aria, cómo no le gustaba perder, le tomó de la escoba y lo empujó fuera.

El platinado, sorprendido por lo que acababa de hacer, miró como la chica seguía en busca del objetivo y sonrió para si mismo.

Aria era tan competitiva como él, los eran iguales de malos jugadores. Hacían todo lo posible para ganar.
-Eres una tramposa.- le dijo cuando volvían a estar a la par.

-Ah si?- preguntó ella volviéndolo a empujar pero el platinado ya veía eso venir así que simplemente se apartó haciendo que la chica se cayera de la escoba.

Draco paró por completo para mirarla en el suelo y rápidamente fue a su lado.
-Aria? Aria estás bien? Estas... viva?- le preguntó a lo que ella lo miró mientras rodaba los ojos.

-Me duele...- dijo ella levantándose.- Me duele mucho...
-Que te duele? Aria, que te duele!?- le preguntó el platinado acercándose a ella para comprobar que todo estaba bien.

-Me duele el cuerpo, por que tengo que aguantar demasiada genialidad. Ah si, y que soy mejor que tú.- dijo enseñándole la snitch con una sonrisa burlona.

Draco quien estaba preocupado cambió su facción a una seria, era enserio?
-Idiota.- le dijo cruzándose de brazos.

-Que es eso? Quieres un pañuelo? Parece que vas a llorar...- dijo ella burlándose de él haciendo un baile de la victoria.

Draco rodó los ojos y se dio la vuelta para irse pero Aria no había terminado. Se subió sin pedir permiso a la espalda del chico.
-En serio?- preguntó el platinado mirándola de reojo.

-En serio en serio.- dijo ella riendo.- Vamos, sabes que te supero.- dijo ella pasando sus brazos al rededor de su cuello abrazándolo.- Pero aún así te quiero.

-Me quieres?- preguntó este sorprendido.
-Claro idiota, eres mi mejor amigo, como no te voy a querer?- le dijo ella despeinándolo.- Por cierto, deberías de dejar de usar tanta gomina... o lo que sea que lleves en el pelo.

-Ja, ja, ja. En serio?- preguntó este bajándola y quedando cara a cara.

Aria lo empezó a despeinar y a quitarle como podía la gomina mientras que Draco solo la miraba algo curioso e intrigado.
-Así estás más atractivo aún.- dijo ella con una sonrisa.

La chica no dejó que Draco respondiera pues se fue a la casa dejando al patinado con la palabra en la boca y cierto rubor que quería esconder.

two ways (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora