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Solo de pensar en que no vería más a Draco, en que podría perderlo, no solo a su novio, su mejor amigo, Aria no dudó en parar, sintiendo como la daga le presionaba cada vez más.

-No voy a ir contigo.- le dijo a su madre quien sonreía.- Estás loca.
-Oh... cariño... no entiendo por qué haces tanto problema... pero debes entender que soy tu madre y harás lo que yo ordene.- le dijo esta empujándola de nuevo.

-Aria!- dijo una voz por detrás.- Te encuentras bien cielo? Necesitas ayuda?- le preguntó.

La chica miró a Narcisa quien sin duda estaba preocupada por ella. Aria miraba pidiéndole socorro con los ojos sin embargo no dijo nada.

-Cissy... no tienes por que preocuparte, solo estamos hablando.- dijo Cassandra sujetando con más fuerza en cuchillo, tratando de hundirlo más.

La chica trató de no gritar, trató de no darle el placer que ella quería, y era que ella sufriera.
-Realmente eres estúpida.- dijo de repente Aria mirando al suelo.

-Disculpa?- preguntó está más furiosa cuando de repente sintió como una soga abrazaba su cuello y tiraba de ella hacia atrás.

-Sorpresa...- le dijo Bellatrix con una sonrisa mientras tiraba más de ella.

Cuando Aria sintió que ya no tenía nadie detrás de ella suspiró de alivio, sin embargo sintió un gran dolor en la espalda.

Narcisa vio como la daga caía detrás de la chica seguida gotas de sangre. No dudó en ir con ella y abrazarla.
-Ya estas con nosotras cariño...- dijo a lo que ella asintió mientras miraba a su madre quien intentaba zafarse de la cuerda.

Bellatrix por otro lado no tenía los mismos planes. Veía con los ojos abiertos la sangre y el dolor de la chica y apretó más el agarre del cuello.

-Te lo advertí Cass... un, dos, tres, más fuerte!- dijo apretando más la cuerda.- Me encanta verte sufrir... es algo reconfortante.

-Bella... llevaré a Aria a otro sitio, esto apesta.- dijo mirando a Cassandra quien suplicaba por su vida.

-Si, que te dije sobre no tocarla!? Y un pajarito me ha dicho que te gustan los jóvenes... bien! Vamos a darte una buena medicina para esas manos tan traviesas!- dijo mientras las amarraba con otra cuerda y las colgaba.

Los gritos de su madre aumentaban y aumentaban a medida que las risas de Bellatrix también lo hacían, pero a Aria no le importaba.

Le importaba Draco quien no sabía dónde estaba en ese momento. El platinado había abandonado la mansión Malfoy y se encontraba en Hogwarts. Viejo hogar...

O más bien dicho... aquel hogar que algún día lo fue, pues Severus Snape había tomado el control del lugar, siendo el director.

Ese año especialmente fue duro para todos los alumnos quienes debían soportar torturas e injusticias de parte de los nuevos profesores, los hermanos Carrow quienes se encargaban del nuevo rango, Artes Oscuras.

El trío de oro había conseguido entrar en el castillo sin embargo ahora no tenían salida posible, el señor tenebroso ya sabía su paradero.

El azabache tenía un plan, esperaba que funcionara... con ayuda de la orden del fénix con suerte conseguirían otro horrocrux, otra parte del alma de Voldemort para destruirla y destruirlo a él.

Así que en esa misión se encontraba Harry. Con ayuda de Luna había conseguido encontrar el paradero de la diadema de Ravenclaw.

La sala de los menesteres.

Aquella sala tan conocida por dos chicos que habían tenido que pasar la mayor parte de su sexto año arreglando el armario evanescente.

Draco había conseguido entrar al castillo, así que no dudó en ir a las mazmorras en busca de sus antiguos amigos. No podía hacerlo solo.

Casualmente estos habían sido llevados allí por culpa de un comentario de Pansy, por órdenes de McGonagall, todos los Slytherin deberían permanecer en las mazmorras.

Al platinado no le importó mucho cuando derrumbó los barrotes y liberó a todos sus compañeros.
-Draco?- preguntó Blaise.

-Acompañarme.- dijo este mirando a Theo y Blaise quienes se miraron algo raros para seguir al platinado.

Los tres chicos fueron directamente a la sala de los menesteres donde Harry entraba. Los siguieron en silencio hasta que lo habían acorralado.

-Que te trae por aquí Potter?- preguntó ya apuntándolo junto con Theo y Blaise.- Tienes algo mío, lo quiero de vuelta.

Harry estaba algo asustado, sin embargo se atrevió a enfrentarlo.
-Que le pasa a la tuya?- preguntó refiriéndose a la varita que poseía el chico.

-Es de mi madre, es poderosa pero no nos acabamos de entender... sabes de lo que hablo?- le preguntó mientras avanzaba lentamente.

El azabache miraba la varita que tenía en la mano. Recordó la batalla en la mansión Malfoy.
-Por qué no se lo dijisteis?- preguntó de repente.- Bellatrix. Sabíais que era yo, por que no le dijisteis nada?- preguntó directamente.

Draco no contestó. Sabía que Blaise y Theo lo miraban algo extrañados por no entender de que hablaban, sin embargo Harry continuó.

-Ella nos ayudó a mi y a Ron a escapar, Aria esta de nuestra parte.- dijo haciendo que Draco apretara la varita con más fuerza.
-Cállate! No sabes de lo que hablas.- le dijo el platinado convencido.

-Draco, sabes perfectamente de que lado está ella, no te mientas.- dijo mientras intentaba razonar con ella.

Lado? Aria parecía estar demasiado confusa. Miraba Hogwarts con diferentes ojos desde lejos, esperando la señal del señor tenebroso para atacar.

Pero ella realmente quería eso? Definitivamente no iba a luchar contra los que algún día fueron sus compañeros incluso amigos.

Lo único que pasaba por su cabeza era que Draco estaba allí. Miró a Narcisa quien también miraba el castillo preocupada.

-Cissy...- empezó a decir ella muy segura.- Lo encontraré, te lo prometo.

En ese instante, el mismo Lord Voldemort sintió como una parte de él se destruía, la copa de Hufflepuff.

Sintió tanta furia que apuntó directamente la barrera protectora que habían creado todos los profesores para proteger Hogwarts.

Y finalmente la barrera se rompió, dando comienzo a la segunda guerra mágica.

Narcisa miró a la chica quien estaba preparada para entrar en el castillo, entonces solo asintió con una débil sonrisa, sabiendo que nadie podría pararla hasta encontrarlo.

-No esperaría menos de ti, Aria, ten cuidado.- le pidió con gratitud.- Encuentra a mi hijo.

two ways (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora