64

7.5K 766 216
                                    

ꕥꕥꕥ

-Buenas noches Bellatrix. No vendría mal algunas presentaciones...- dijo con tranquilidad Dumbledore.

-Me encantaría Albus, pero me temo que no tenemos tiempo.- dijo ella sonriendo, entonces pasó su mirada a Draco quien aún apuntaba al director.- Hazlo.

-No tiene las agallas. Igual que su padre...- dijo uno de los mortifagos.

-Cállate y vete a rascarte las pulgas a otro sitio.- le contestó de repente Aria de mala manera.

Bellatrix sonrió orgullosa y miró a Draco quien aún no quería decidirse en matarlo o no.
-Este es tu momento Draco, hazlo.- le dijo su tía con algo desesperación.- Adelante Draco, ahora!- gritó.

-No.- dijo la voz de Snape apareciendo detrás del platinado.
-Severus...- dijo el anciano.- Por favor.- le pidió aún con la tranquilidad de siempre.

Y Snape no se lo pensó dos veces. Apuntó al director y lo miró fijamente.
-Avada kedavra.- dijo haciendo que Dumbledore saliera expulsado por la torre de Astronomía, cayendo al suelo, muerto.

Todos estaban realmente en shock, sin embargo tenían que salir de allí como fuese.
-Al fin!- gritó Bellatrix invocando la marca tenebrosa en el cielo como símbolo de victoria.

Aria por otro lado, se acercó al platinado para tomarle la mano y arrastrarlo fuera de la escena. Debían marcharse como fuera.
-Vamos!- gritaba de alegría Bellatrix destruyendo todo el castillo donde el platinado había crecido.

Todos los recuerdos, momentos vividos, con sus compañeros, amigos, Aria... ya no estaban y nunca volverían a estar.
-Draco...- le dijo la chica agarrando con fuerza la mano de este.- Vamos.

Se supondría que tendría que ser divertido pero era todo lo contrario, y por cada paso que daban y Bellatrix junto los otros rompiendo y destrozando cosas a su paso era demasiado duro de ver.

Harry por otro lado estaba más que devastado. Seguía a los mortífagos con tal de vengar al ex director del colegio, sin embargo Snape lo detuvo.

-Vamos niños!- gritó Bellatrix mientras incendiaba la cabaña de Hagrid y se reía.- Volvamos a casa...

Casa? Sin duda ya no se parecía en nada a lo que era una casa o hogar para Aria y menos para Draco.

Narcisa quien esperaba que todo hubiera salido bien dentro de lo que cabía vio como el platinado y la chica entraban a la mansión.
-Chicos... os encontráis bien?- les preguntó algo preocupada.

Aria miró a Draco quien tenía la mirada perdida para después mirar a la señora Malfoy.
-Iremos arriba... para instalarnos.- dijo ella a lo que Narcisa accedió.

Cuando entraron al cuarto del platinado y cerraron la puerta la chica miró a Draco quien seguía sin decir nada.
-Siento si te he decepcionado.- dijo mientras se sentaba en su cama.

Aria se sentó a su lado en silencio y le tomó la mano. Las entrelazó y empezó a jugar con los anillos del chico.
-No tienes que disculparte.- dijo ella con su voz más tranquila posible.- No ha sido tu culpa.

-Pero debía hacerlo, y he fallado.- dijo mirando a otro lado. Se sentía avergonzado y a la vez aliviado, era una sensación extraña y nada gustosa.

-Me parece absurdo que estés agobiado por eso.- soltó ella de repente haciendo que el platinado la mirara confundido.
-Oh, disculpa por mostrar mis sentimientos.- dijo algo ofendido.

Ella solo sonrió mientras lo abrazaba, aún cuando Draco intentaba quitársela pues no quería afecto en ese momento.
-Me gusta más cuando te muestras cariñoso... te ríes, y estás tranquilo.- dijo ella mirándolo fijamente.

-Aria para.- dijo este intentándose separar.
-Vamos Draco, muéstrame tu bonita sonrisa, vamos... quiero verla.- insistió ella sin apartar la mirada.

Y aunque quisiera mantenerse serio. Draco no pudo evitar embozar una pequeña sonrisa.
-A veces te odio.- dijo mientras le daba un beso corto, provocando que ella solo rodara los ojos.

-Si... claro.- respondió ella con sarcasmo mientras se separaba.- No mientes muy bien Malfoy...

Draco levantó la ceja mientras veía como ella abría su armario de nuevo.
-Cariño, creo que tienes un problema con robarme la ropa.- dijo mientras se estiraba completamente en su cama.

-Quieres que pare?- preguntó ella colocándose una americana negra.- Si, creo que me queda genial.- dijo mirándose en el espejo.- Mejor que a ti.

-Pareces un elfo.- le dijo Draco mirándola con una pequeña sonrisa.

Aria sonrió mientras se colocaba anillos y después una corbata. Después miró al platinado quien tenía una ceja levantada pues no tenía ni idea de que estaba haciendo.

-Hey, mirarme, soy Draco Malfoy y en mi cuarto año fui convertido en un hurón por ser un completo idiota.- dijo ella imitándolo.

-Oh, vamos, supera eso.- dijo este tirándole un cojín.
-Que dices nena? Quieres que siga? Pero claro, nadie se resiste a mis encantos, por qué soy irresistible, atractivo y más rico que tú.- dijo ella riendo.

El platinado rodó los ojos divertido.
-Si, si... pero muy bien que tú no te has resistido a mis encantos.- dijo este mientras le tomaba la mano y la acercaba a él.
-Sabes que nunca podría.- dijo ella con una sonrisa.- Estás mejor?

El chico le quitó la americana de encima y la besó con delicadeza, sintiendo que nada de lo ocurrido ni nadie intervendría entre ellos.
-Te quiero.- le dijo una vez se separaron.

Aria abrió los ojos y una sonrisa más grande se apoderó de ella mientras se tiraba encima de él y lo abrazaba.
-Merlín lo has dicho, pensaba que nunca lo dirías.- dijo ella a lo que el platinado soltó una carcajada.

-Vamos, sabes perfectamente que siempre has sido mi chica especial, siempre te he querido, idiota.- dijo mirándola de reojo.
-Lo sé, solo quería que lo dijeras.- le susurró ella mientras juntaba sus labios de nuevo.

Si, parecía ser que ella era la única que conseguía que los días oscuros cambiaran completamente.

Narcisa se encontraba en la biblioteca, sabía que no podía ir al comedor pues no tendría privacidad así que se pasaba la mayor parte del tiempo ahí.

-Donde está Draco?- preguntó Bellatrix mientras tiraba los libros al suelo.
-En su habitación... con Aria.- respondió tranquilamente Narcisa.

Ambas hermanas estuvieron en silencio durante segundos, entonces se miraron entre sí al mismo tiempo para pensar lo mismo.
-Me gusta esa chica.- dijo Bellatrix.- Sería una buena Malfoy...

-Bella...- dijo Narcisa con una pequeña sonrisa.- No se te ocurra decirles nada... aún.

two ways (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora