Capítulo 24.

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Narra Alessandra :

Después de haber estado dos semanas sola en casa sin Marcos, pero tampoco he estado tan sola porque he estado con Sara, Sandra, Anais, Beatriz, Sofi, Magui, Maca y Maria. Quedábamos casi todos los días y pasábamos muy buenos ratos todas juntas.

Ya está en casa Marcos desde la semana pasada, y por suerte la pretemporada fue muy buena, ahora ya solo piensan en la liga que empieza la semana que viene.

Mañana es la boda de mi prima en Napoles y estamos terminando de preparar los últimos detalles para irnos ya a mi querida Italia.

Mientras yo termino de meter con cuidado mi vestido en la maleta, Marcos entra al baño y se tira allí un buen rato, casi quince minutos.

- Marcos te has quedado encerrado - digo de broma.

- Nooo.

Al poco tiempo sale, con un bolso de aseo más grande del que siempre suele llevarse.

- Marcos que te pasa te noto un poco nervioso.

- ¿ A mi? Nada, nada yo estoy mejor que nunca. - me dice él sonriendo.

- Bueno si tu lo dices.

La verdad es que no le creo nada, algo le pasa y no quiere decírmelo, aunque no voy a hacer yo quien le insista en que me lo cuente al fin y al cabo creo que me enteraré tarde o temprano, pero lleva unos días como nervioso cosa muy rara en Marcos.

Terminamos las maletas y después de asegurarnos que no nos dejamos nadas importante atrás, cerramos la casa y nos montamos en el coche. Llegamos a el aeropuerto y después de hacer todos los trámites, nos montamos en el avión que no tarda mucho en despegar y poner rumbo a Nápoles. Dos horas y treinta cinco minutos después aterrizamos en Nápoles. Salimos del aeropuerto y en la salida veo a mis padres esperándonos para ir a casa.

- Cada día estas más guapa cielo - me dice mi madre mientras me abraza.

- Ay mamá, tu también estás muy bella.

Abrazo también a mi padre y nos montamos en el coche.

- Marcos cielo ¿ cuando empiezas la temporada?

- La semana que viene suegra.

- Veremos todos los partidos - dice mi padre sonriendo.

- Cuando queráis venís al Wanda.

- Yo encantada - dice mi madre haciéndonos reír. - Y más si hay tantos chicos guapos.

Llegamos a casa y nada más abrir la puerta, lo primero que veo es venir corriendo hacia mi a mi perrito Toby y tirarme para atrás, mientras el no deja de lamerme.

- Holi Holi bebe. - digo acariciandolo.

En el momento en el que ve a Marcos va hasta él y lo primero que hace es olerle los pies y girar a su alrededor. Marcos se agacha para acariciarle la cabeza y Toby que es muy listo se deja acariciarse.

Subimos las maletas hasta mi antigua habitación que sigue tal y como la deje, con fotos mías de cuando era pequeñita, fotos con Toby, fotos con mi familia, libros, alguna que otra muñeca.

- Pero si no has cambiado nada - dice Marcos al ver las fotos.

- Hombre algo si que he cambiado pero físicamente no mucho.

- Te pareces mucho a tu madre.

- Siempre me dicen que soy un calco de ella. Bueno preparado para descubrir Nápoles.

- Por supuesto que si.

- Pues vámonos.

Nos despedimos de mis padres y quedamos en vernos para la hora de cenar, ya que vamos a almorzar en uno de mis restaurantes favoritos de Nápoles y que estoy segura que a Marcos le va a encantar.

Menos mal Where stories live. Discover now