Capítulo 28

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Narra Marcos :

Estamos en el avión montado ya con todos mis compañeros volando de vuelta a Madrid.

La liga ha empezado muy bien para nosotros ya que hemos ganado el primer partido de la temporada pero aún queda mucha liga por delante y a saber lo que pueda pasar, lo que si se es que nosotros nos vamos a dejar la piel por volver a ganar la liga aunque esta muy complicado claramente aquí nadie regala nada.

Estoy sentado justo al lado de Mario hermoso en el avión.

- Anais y Alessandra llevan todo el día juntas, de echo s ha quedado Anais en vuestra casa a dormir.

- Me alegro mucho, sabes en la llamada a Ale la he notado un poco más cansada de lo normal y eso es raro en ella.

- Quizás es porque está mañana se ha levantado muy temprano.

- si, puede ser.

Algo me dice que es por otra cosa, pero como no estoy en casa no sé nada, tengo muchas ganas de llegar ya a casa y verla. Que aunque la vi ayer la echo mucho de menos.

Como aún falta un poco para llegar a Madrid, me echo una pequeña siestita, auque finalmente me quedo dormido mucho más tiempo y son mis compañeros quien tienen que avisarme para que me despierte.

Me despierto y me abrocho el cinturón, nos preparamos para el aterrizaje y cuando salimos nos despedimos y cada uno se va en su coche.

Mario se viene conmigo ya que el no traía el coche y como vivimos prácticamente al lado pues lo llevo de paso y bueno como Anais esta en casa dormida pues lo llevo a casa y que se quede ya a dormir que son las tantas de la madrugada.

Llegamos a casa y le indico a Mario donde está Anais dormida, entra en el dormitorio y se acuesta con ella.

Yo entro con mucho cuidado a nuestra habitación sin hacer mucho ruido para no despertar a mi pequeña.

Me acuesto en la cama y la abrazo, ella se percata de mi presencia y pasa un brazo por encima del mío.

Sobre las diez y cuarto de la mañana nos despertamos.

- Buenos días mi amor ¿ llegaste muy tarde?

- Buenos días preciosa - digo dándole un beso. - Pues más o menos sobre las tres y pico.

- Puff. ¿ Anais sigue ahí?

- Si, me traje a Mario y están los dos dormidos en la habitación de invitados.

- Perfecto. ¿Te parece si hacemos el desayuno?

- Venga vamos - digo dándole la mano.

Coge mi mano y se levanta, vamos a la cocina intentando no hacer mucho ruido y hacemos unas tostadas de mermelada y unos zumos naturales.

- ¿ Los despertamos? - pregunto.

- Llamamos a la puerta que yo no quiero entrar vaya que me lleve una sorpresa - dice y reímos.

- Venga vamos.

Nos acercamos hasta la puerta de la habitación.

- Mario, Anais despertarse qué hemos echo el desayuno. - decimos los dos.

- Ya vamos.

A los pocos minutos salen de la habitación y vamos a sentarnos alrededor de la isla de la cocina.

- mm riquísimas - dice Alessandra.

- Si son tostadas - digo algo confuso.

- Pues hoy están más buenas que nunca - dice.

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