XVI

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El rubio despertó.

Ambos seguían en el estanque, sólo que él estaba cubierto con la casaca de la chica. Dándose cuenta de la situación, se despertó por completo. ¿Se había quedado dormido en el regazo de ella? Se avergonzó un poco. Soo Young seguía profundamente dormida, pero en ningún momento había soltado la mano del chico.

Él observó ambas manos entrelazadas y sonrió. ¿Desde cuándo se había vuelto un hábito suyo el que ambos se tomaran de las manos con tanta normalidad? Miró a la chica y le quitó algunos mechones rebeldes de su rostro, sonriéndole enternecido. Jay se quedó pensando un poco y se dió cuenta que, a pesar de sus malas actitudes, Soo Young siempre estuvo a su lado en todo momento y jamás lo había juzgado. Mucho menos le dijo algo cuando él le contó su secreto. Se quitó la casaca encima suyo, y cubrió a la chica.

-Gracias por escucharme, Soo Youngie. -Susurró despacio delante de ella.

Delicadamente acarició la cabeza de la chica.

Un leve impulso por acariciar la mejilla de ella también apareció. ¿Qué le pasaba? ¿Desde cuándo aquella chica se había vuelto tan especial para él? "Estás demente, Jay" pensaba.

Despacio, se fue acercando para tomar la mejilla de la coreana, pero el sonido del celular de Soo Young lo detuvo de golpe.

-¡Ya voy! ¡Ya voy! -Gritó asustada mientras se paraba, Jay fue a parar unos metros más allá por el miedo a ser descubierto. -¿Diga? ¡Ah, Hannie! ¡Hola! ¿Ya se acabó la fogata? Descuida, estamos por regresar. Nos vemos.

"¿Desde cuándo Hana y la bicho raro se volvieron buenas amigas?" se preguntó el rubio.

-¿Jay? ¿Qué haces por allí sentado? Hasta hace un momento dormías en mi regazo. -Sonrió.

-No es nada. -Se aclaró la garganta.

-Hey, honey. -Lo llamó. -¿Quieres un beso de tu novia para qué te sientas mejor? -Corrió hasta él, pero sólo recibió un empujón. -¡Yah! ¿Por qué me empujas? -Preguntó divertida.

-Por n-nada. -Trató de calmarse. -¿Vamos al campamento? -Le tendió su mano a la chica y ella correspondió gustosa.

Al llegar al campamento, gracias a Dios ninguno de los profesores se había dado cuenta que se habían escapado, por lo que regresaron cada uno a su cabaña. Soo Young llegó a su cama, pero se percató que su compañera no estaba, solo una nota encima de su cama. No había maletas de aquella chica tampoco, así que sospechó de lo que la carta decía y empezó a leer.

Sonrió y, fue a buscar a Jay.

Cuando Soo Young llegó, encontró a su amigo llamando a su compañero para que le abriera la puerta, sin éxito alguno. Suspiró y vió a la chica llegar hasta él.

-Después de todo si tendremos pijamada. -Sonrió.

-¿Pijamada?

Pues sí, casualmente el compañero de cuarto de Jay era el novio de la compañera de Soo Young. En la carta su compañera le explicaba que quería pasar más tiempo con su pareja y bueno, la coreana no podía impedir eso desde luego. Apenas llegaron a la cabaña de la chica, ella cerró todas las ventanas y cortinas, por ningún motivo debían enterarse que un chico y una chica estaban compartiendo cabaña juntos, los profesores pensarían mal.

El estadounidense colocó algunos snacks junto a dos bebidas, al final tendrían una noche de películas. Aún estaba un poco nervioso por aquel "impulso" que nunca sucedió, ¿y ahora tener que compartir habitación con ella? La chica salió del baño con su pijama ya puesta, Jay le causó ternura verla usando uno de pollito.

-Hubiera usado uno más tentador, pero ya sabes cariño, tu paga del trabajo no alcanza para tanto. -Se quejó sarcástica.

Jay empezó a reír, una mezcla entre nerviosismo y pena. -¡Eres una idiota! -Sonrió y jaló del brazo de ella, para que estuviera a su lado. -¿Alguna película en especial?

-La que sea está bien, sorpréndeme. -Contestó feliz y, empezaron a ver una de comedia.

Tras otra película más, comenzaron a jugar a las escondidas, propuesta de Soo Young por supuesto. Hicieron un poco de karaoke y bailaron, todo era perfecto para ambos. Llegada la hora de dormir, cada uno se fue a su cama. Sólo que una pequeña polizonte se metió en la cama del chico.

-Bicho raro, ve a tu cama. -Contestó cansado.

-Es que... tengo un poco de miedo. -Jay la miró, volteándose a su lado. -¿Si te dije que le tengo miedo a la oscuridad?

-No, no me dijiste. Pero verás bicho, está mal que un chico y una chica pues... duerman juntos, ¿entiendes?

-¿Temes que te ataque en la noche? No te preocupes, estaré tranquila. Además, no tengo mi pijama tentador. -Dos segundos de silencio y ambos se echaron a reír. -Vamos, Jay. Dí que sí~.

Al verla toda linda, no pudo evitarlo. -Está bien, pero sólo esta vez.

Soo Young sonrió y el chico la tapó un poco más con las cobijas. La chica tomó la mano del contrario y poco a poco, fue quedándose dormida.

"Parecemos como una pareja real" pensaron ambos a la vez, felices.

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Colors for you | Park JayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora