XXV

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Los días iban pasando y el cumpleaños de Soo Young se encontraba más cerca, pero no todo era color de rosa. La chica comenzó a experimentar nuevamente un cansancio repentino en cada momento, sumado con dolores en el pecho. La última vez acudió a tomar sus pastillas pero sucedió lo que más temía, ya no le surgían ningún efecto. Desesperada, la coreana intentó tomar varias pero aún obtenía el mismo resultado, nada. Llamó a su tío a contarle lo sucedido, y con lágrimas en los ojos, no tuvo más opción que aceptar su realidad.

Ahora sí, no había marcha atrás.

Soo Young decidió que lo mejor sería contarle de una vez la verdad a Jay, ya no podía evadir más aquello. Pero lo haría en la tarde, dado que su pequeño amigo japonés la había invitado a salir a comprar al centro comercial. Últimamente salía mucho con sus amigos y su novio siempre le insistía en que lo haga, le causaba algo de gracia pero ella sabía que el estadounidense estaba planeando algo. Después de almorzar con Jay, subió hasta su habitación para cambiarse y ya una vez lista, bajó esta la entrada de su casa para despedirse de su novio.

Nos vemos más tarde, cariño.

Cuídate mucho, amor. Recibió alegre el beso de su novia. Nos vemos en la tarde, bonita.

Sí, Jay.

El chico notó una extraña mirada por parte de ella. ¿Le quería decir algo?

¿Todo bien, Soo Young?

Sí, no... no es nada. Sonrió. Nos vemos luego, cariño.

Aún un poco desconfiado, la vió marcharse de su hogar. Se acercó hasta la ventana y al no ver ningún rastro de ella, llamó a sus amigos para que vayan a la casa. Jung Won, Hana y Sung Hoon llegaron junto con los materiales, y sin más, empezaron a ordenar la casa para que todo esté listo para el cumpleaños de Soo Young. En su grupo de chat se iban turnando cada semana para distraer a la coreana. mientras los demás compraban, ordenaban o preparaban todo para el gran día. Esta vez le había tocado a Ni-Ki, quien encantado comentó que la llevaría al centro comercial y si ellos necesitaban un poco más de tiempo, la llevaría a los juegos infantiles del parque.

Jay corría de aquí a por allá. Buscó recetas de pasteles que podía ser del agrado de su novia, hasta que se topó con una de vainilla. Sonrió al imaginar la expresión emocionada de Soo Young y se puso manos a la obra. La primera vez le salió pésimo, se olvidó rotundamente en colocar polvo para hornear y el pastel jamás creció. Hana se encargó de probar el sabor y le dió el visto bueno a su amigo, el pastel de vainilla estaba exquisito. La segunda vez que empezó a preparar el pastel, su amiga había recibido una llamada. Era Ni-Ki. Con gestos, le indicó que les dieran una hora más, aún no tenían preparado todo lo necesario.

Escúchame, por aquí todavía nos falta hacer algunas cosas. ¿Puedes llevar a Soo... ? Un silenció apareció en Hana, acompañado de una expresión preocupada. Ni-Ki, corazón, cálmate. Si hablas demasiado rápido no puedo entenderte. Tranquilo, dime que sucedió.

Los tres chicos pararon todo y se juntaron en la sala alrededor de la japonesa, expectantes a saber lo que pasaba. Hana se llevó las manos a la boca y miró a Jay asustada, Soo Young se había desmayado y estaba en el hospital. Sin decir más, los cuatro fueron por sus abrigos y salieron corriendo hasta el lugar. Llegaron al hospital y Jay preguntó por Soo Young, tratando de contener su nerviosismo. La enfermera les indicó el número de la habitación donde estaba descansando, después de haber pedido la conciencia, también había presentado algunos mareos y dificultada para respirar.

Abrieron la puerta, y se encontraron con la coreana durmiendo en la camilla y al japonés, sentado a su lado. Ni-Ki observó a sus amigos y se acercó a Jay para pedirle disculpas, acompañado de leves sollozos, el pequeño se lamentaba no haberla cuidado como era debido. El estadounidense abrazó a su amigo y le aseguró que no era su culpa, para nada. Ya todos un poco más tranquilos, notaron como Soo Young se despertó y les sonrió. Hana fue a abrazarla, seguida de los demás. Jay se acercó un poco más a su novia y acarició su mejilla, cuanto odiaba no poder hacer nada para evitar que eso le sucediera a ella. El doctor entró a la habitación para informar sobre el estado de la coreana, a lo que el estadounidense acudió a su llamado.

El chico estaba seguro que lo que tenía ella no era un "simple resfriado", como ella le había asegurada antes. Pero jamás imaginó que fuera algo mucho más grave. El doctor se encargó de informarle todo sobre la salud de Soo Young, y por todo, nos referimos a absolutamente todo. Aquella noticia le cayó como un balde de agua fría. El doctor se disculpó con él, por haberle brindado aquella mala noticia y se marchó. Jay se sentó en los sillones alejados de la habitación de su novia, tratando de procesar todo lo que el especialista le había dicho. Pensando y pensando, conectó algunos eventos que habían sucedido en el pasado: los desmayos, el cansancio, la dificultad para respirar y claro, ella ya no tomaba sus pastillas. Entonces, era verdad que Soo Young iba a...

El estadounidense notó como sus mejillas estaban húmedas, producto de sus lágrimas. Cada vez más y más caían por su rostro, como sea trató de limpiarse con sus mangas pero era en vano, las lágrimas seguían cayendo. ¿Cómo ella le pudo ocultar eso tanto tiempo? Pasó sus manos por su cabello y luego por sus brazos, pero estas temblaban demasiado. ¿Ahora cómo entraría a la habitación sin ponerse a llorar cuando vea a Soo Young?

"Esto no me puede estar pasando, no de nuevo... " Susurró entre lágrimas.

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[nota]

¡Hola corazones!

Antes que nada, les quería agradecer por los más de 500 seguidores que somos. Cuando empecé a escribir, jamás imaginé recibir tanto apoyo y cariño por parte de ustedes y llegar a esta cifra, era totalmente un sueño. No sé que haría sin ustedes, besties <3

Por otro lado, me apena decir que ya estamos en la recta final de esta historia. Sin darme cuenta, a veces dejaba de escribir aquí porque me entristecía mucho el ya finalizarla, pero bueno, en algún momento debía terminar :(

Gracias por leer hasta aquí, cuídense mucho <3

iluvhsg

Colors for you | Park JayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora