¿Izuku Todoroki?-Boku No Hero Academia

•8•

—¿ P u e d o  C o n f i a r  E n  T í ?—

Normal POV

Toda la clase se sorprendió al ver como Todoroki le soltaba un golpe a Bakugou. Cuándo sucedió eso, Kaminari y Kirishima fueron los primeros en acercarse a Bakugou para detenerlo evitando de que se lanzara contra el heterocromatico. Por otro lado, Iida sostuvó a Todoroki por los hombros para evitar lo mismo.

El profesor Aizawa pasaba por el aula a recoger unos papeles y no esta de más decir que definitivamente vio todo sin la necesidad de ser llamado. Hizo que los demás se ocuparan del chico explosivo y tomó a Todoroki del brazo para llevárselo a su oficina.

Estando ahí, el mayor lo miró por un buen rato esperando a que le diera una explicación coherente, sin embargo, Todoroki no parecía dispuesto a decir ni una sola la palabra, tenía la mirada baja y sus manos entrelazadas entre sí. Aizawa era consciente de que Bakugo fue quién había empeorado las cosas, ya lo conocía así que hablaría después con él. Interiormente no culpaba a su estudiante del todo, a final de cuentas solo era un descargo de ira que no terminó bien. No podía obligarlo a qué le contará la situación así que lo dejo ir.

Mientras tanto, Shoto estaba poniendo su mente en orden y se arrepentía de lo que acababa de hacer. No es que le cayera bien Bakugo, pero sabía que se rebajo a su nivel al responderle de esa manera. Después de descargar sus emociones detrás del edificio, volvió a su salón, y cuando entró, las miradas se posaron sobre él, pero nadie dijo nada. Volvió a su lugar y dejó pasar el día como comúnmente lo hacía.

A la hora de salida, el profesor Aizawa se acercó para devolverle su teléfono. Seguido de esto, el bicolor se fue hacía los dormitorios de la UA. No se quedó en la sala como el resto de sus compañeros a esperar la cena, directamente subió a su habitación y se encerró ahí.

Por otro lado, tres de sus compañeros lo miraron preocupados cuándo entró y no hizo contacto visual con nadie.

—¿Estará bien Todoroki-kun?— Preguntó Uraraka.

—Parece qué no, esta semana ha estado muy distraído.

—Ha de tener sus problemas personales, familiares probablemente.— Iida se sumó a la plática.

—¿Deberíamos de preguntarle si se encuentra bien? Tal vez necesita hablar con alguien.— Agregó el peli-verde.

—¿Tu crees? Todoroki no es esa clase de persona, es bastante resguardado con sus cosas.

—Yo digo que no estaría mal.

Los tres jóvenes se disponían a ir directo a la habitación de su compañero heterocromatico, sin embargo, se percataron de que la cena ya estaba casi lista, así que el grupo de amigos decidió esperar un poco más.

Mientras tanto, Shoto ignoró la hora de la cena y se quedo en su cuarto para dudar acerca de su existencia, mientras que, al otro lado sus compañeros de clase vivían su vida sin preocupaciones.

—¿Desde cuando todo empezó a ir mal?

Una serie de recuerdos acerca de su pasado volvieron a su cabeza. En la que aquellas estabas de sus primeros años de vida fueron muy difíciles de afrontar.

—Aunque haya cambiado, todavía me cuesta perdonarlo, y más ahora...

Todoroki presionó con más fuerza la bola antiestrés que sujetaba en su mano derecha. Estaba boca arriba en su cama mirando hacia el techo preguntándose incluso por qué había nacido.

Cuándo por fin estaba relajando su mente, un ruido en su cuarto apareció. Alguien estaba tocando la puerta. El peli-doble, con algo de malhumor y cansancio fue directamente a abrir, y al hacerlo, notó a su compañero Midoroya parado frente a él.

—¿Midoriya?— Habló confundido.

—¿Todoroki-kun? ¿No vas a venir a cenar?

El heterocromatico levantó su mirada pensando en una buena excusa para no tener que salir de su habitación, aunque por una parte se le hacía grosero eestarle valor al acto de su compañero en ir a buscarlo.

—Lo siento, estaba ocupado hablando con mi hermana, en unos minutos iré.— Mentira, solo quería estar solo como siempre.

El peli-verde entendió que había llegado en un mal momento para cuestionarlo, pero de todo modos no podía ignorar el comportamiento extraño que estaba teniendo uno de sus rivales.

—Se que esto es incomodo, pero...¿Te sientes bien?— Preguntó con cierta timidez.

El muchacho bajó la mirada y después guardó silencio esperando a que su amigo respondiese. Por otro lado, Todoroki estaba escéptico, era la primera vez que alguien lo confrontada directamente. Tampoco esperaba a que sus compañeros no se diesen cuenta, mostrar su preocupación incluso era inevitable para él, más no esperaba a que alguien le importase.

Todoroki POV

"¿Por qué me esta costando respirar? ¿Por qué no puedo calmarme? ¿Qué es este miedo que invade mi cuerpo?...¿Acaso debería de...?

—Midoroiya ¿Puedo confiar en ti?— Lo miré directamente a los ojos.

Seguido de esto, el asintió confundido y después lo deje pasar a mi cuarto. Le conté absolutamente todo de principio a fin. Algo en mí me decía que tenía que sacarlo, y, para mi fortuna, haberlo hecho me hizo sentir mejor de lo que estaba antes. Después de unos días de tanto estrés, me sentí un poco aliviada.

Cuando termine de hablar, levanté mi rostro y vi la cara de sorpresa por parte de Midoriya, no había dicho nada durante todo el tiempo que hablé y cuando termine con lo mío, todavía seguía callado.

—¿Te parece ridículo que me preocupe por eso, no? Sí yo también lo pienso.— Suspiré.

Midoriya POV

—N-no, no es eso Todoroki-kun. No es ridículo que te preocupes por eso, es entendible, es solo que...me sorprende la noticia y cómo es que lo has intentado manejar todo este tiempo. Disculpa si te presiones, pero igual gracias por confiar en mí ¿Te sientes mejor ahora?— Pregunté.

—La verdad sí, se siente bien desahogarse un poco. Todo este tiempo no se lo había dicho a nadie.

Lo miré un poco apenado, saber que no tienes en quién confiar cuando más necesites desahogarte es un sentimiento muy triste. Lo miré devuelta y esta vez lucía pensativo. No se me ocurrió que más decir así que solo solté lo primero que pensé.

—Tienes mi apoyo Todoroki-kun.

Normal POV

Esas palabras fueron las que iluminaron los ojos del Todoroki. Por primera vez en su vida sentía que alguien estaba de su lado para apoyarlo, era una sensación nueva pero aceptable. Segundos después lo miró, y con una sonrisa en sus labios dijo:

—Gracias Midoriya.

Continuara...