¿Izuku Todoroki?-Boku No Hero Academia

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—C o m i e n z a  L a  B ú s q u e d a—

Normal POV

Cuándo termianaron las clases, el joven de hielo y fuego fue hacia su habitación, tomo una ducha y se preparó para salir. Fue a pedirle permiso a Aizawa y a regañadientes lo dejo ir, solo con la condición de que no fueran más de 3 horas. El no tenía problema. Todoroki se excuso con que tenía que ir a ver a su madre, cosa que no le fue negada.

Fue hasta la salida y tuvo que tomar el autobús y luego el tren para llegar hasta su casa. Al llegar, estaba recargado en la puerta su padre vestido como civil, no lo miro y solamente entro sin saludar a sentarse en el sofa de la sala.

—¿Y bien?— Preguntó Todoroki sin mirar a Enji.

—Que bueno que viniste.— Dijo con una voz tranquila.

—No estoy tan contento la verdad, así que mejor ve al gran de una vez.— Menciono seriamente.

—Sabes por qué estas aquí. Así que, acerca de eso, realmente estuve pensándolo bien y pensé que quizás, solo para cerrar este asunto, quizás debería saber si de verdad tuve un hijo o no.— Agregó Enji.—Si ese fuera el caso, supongo que podría aportar algo a la manutención de ese niño.

—¿Sólo eso?— Shoto alzó una ceja.—Aunque estoy de acuerdo en que quizas lo mejor es que estes lejos de él o ella, ahora que lo pienso ¿Quién querría a un padre como tú?— Dijo el más joven.

—¡Basta! Estoy intentando pensar, pero ya que dices eso ¿Alguna sugerencia?

—Ni una por ahora ¿Cuántos años tiene el niño o niña?

—¿Cuantos podría tener? Pues sinceramente es casi de tu edad, quizás solo unos meses más joven, 6 a lo mucho.

—Es menor de edad, técnicamente estas obligado a pagar la manutención.

—Dejemos de adelantarnos a algo que todavía no sabemos, y antes de seguir ¿Le has contado a alguien sobre esto?— Enji lo miro frío.

—Absolutamente a nadie, y espero que siga así.— Respondió.

—Perfecto.

La platica tomo un descanso, y la habitación quedo en silencio. Ninguno de ellos estaba acostumbrado a hablar mucho, así que ni siquiera les incomodaba que todo estuviera callado.

—Solo espero que no le hagas daño a quien sea mi medio-hermano.

—¿Crees que lo haría?

—Si tuviese una peculiaridad genial, yo creo que sí. Ahora ¿Qué sigue?

—Buscaremos a la mujer de antes.

—¿Cuál es su nombre?

—Inko.

—¿Apellido?

—No lo recuerdo sinceramente.— El mayor bajo la mirada.—Aunque recuerdo que solía trabajar en una tienda de conveniencia cuando era más joven.

El joven junto sus manos, era muy poca la información que tenían como para dar lugar a aquella mujer, aun así, de alguna forma u otra debían hacer uso de lo poco que tenían.

—¿Recuerdas dónde esta esa tienda?— Preguntó Shoto.

—Si, esta en el centro, por la avenida principal, frente a una lavandería y una tienda de joyas. Creo que todavía sigue ahí.

—Excelente. Tenemos algo. Podemos ir a preguntar si tienen información de esa mujer.

—¿Así de simple? Me sorprende lo fácil que esta resultando este caso.— Comento el mayor.

—No nos adelantemos mucho, solo espero que sepan algo de esa señora.— Dijo Shoto.

Cuando ambos estaban a punto de salir, el peli-rojo se detuvo y fue directo hacía su antigua habitación para buscar algunas cosas. Cambio su atuendo por una sudadera, gorra, y lentes negros. Cuando termino, se dirigio a su padre y le entrego las mismas prendas que el portaba.

—¿Qué es esto?

—No quieres que este secreto tuyo se haga más grande, así que por eso debemos ir con cuidado. En cambio a mi, no quiero que me vean contigo. Usa esto y ambos ganamos.

Enji lo miro extrañado y con algo de enojo en su mirada. Después de todo la relación con su hijo tardaría demasiado en mejorar, pero tampoco esperaba tener que lidiar con los caprichos de este.

—Si lo piensas bien, la idea no es tan tonta, a menos de que quieras que todos se enteren.— Shoto lo miró con una sonrisa.

—Dame eso.

20 minutos después...

Pasado el tiempo, los 2 hombres ya había llegado a una avenida muy concurrida en la cual había bastantes locales. Hasta ahora el plan del menor estaba resultando bien, nadie los había reconocido, y aunque Enji no lo admitiría, estaba alegre de no tener que  lidiar con la gente que usualmente se acercaba para saludarlo o tomarse fotos con él. No por mala persona, si no que acostumbrarse a tener más interacción con la gente de la Ciudad, le causaba un poco de ansiedad. Apenas comenzó su reinado como "Símbolo de paz" y todavía no tenía idea de tan siquiera saludar a sus propios hijos. Ser padre y ahora el Héroe número 1, eran cosas nuevas y complicadas para él.

—Ya casi llegamos, mantén la vista abierta y dime si ves aquella tienda de la que hablaste.— Dijo su hijo en voz baja.

Pasados unos 5 minutos, ambos lograron dar con aquel local que aparentemente, había sido renovado, porqué para tener más de 20 años, estaban en perfectas condiciones.

Shoto empujó la puerta, y el olor de la tienda creó una atmósfera tranquila para el joven, más sin embargo, para el mayor, simplemente atrajo una ola de recuerdos que antes había olvidado por completo. Una sensación extraña invadió su cuerpo, se sentía extraño, y de alguna forma, la imagen de aquella mujer apareció en su mente.

—Inko...

Continuará...