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Jeongguk estaba actuando extraño, desde hace un par de días su comportamiento ha cambiado. Ya no se levanta por las mañanas tarareando melodías, ni ha tomado su cuaderno de croquis cuando normalmente lo lleva prácticamente para todos lados con él.

Jimin trata de analizar que es lo que le está pasando a ese chico, porque vamos, conoce a Jeongguk desde el jardín de niños y jamás en su vida el menor había rechazado uno de sus riquísimos panqueques.

El peliblanco observaba fijamente el dulce de leche embarrando su plato, en este mismo momento no tenía ganas de comer. Y Jimin lo miraba extraño, con el ceño fruncido y los labios abultados.

-Si no me dices que es lo que te pasa ahora mismo, me pondré a llorar Jeongguk - espetó haciendole un gesto amenazador con la cabeza.

Jeongguk subió su vista y soltó un suspiro pesado.

-Ya, no seas dramático - respondió - Me encantan tus panqueques, pero no tengo hambre. Lo siento. - se rascó la nuca y pensó que debería comentarle a su amigo lo que le estaba pasando, tal vez podría ayudarlo.

-Jimin, alguna vez... ¿sentiste que olvidaste algo importante pero hagas lo que hagas no logras recordar ni un poquito? - comentó de repente.

El pelinegro ladeo la cabeza y asintió.

-Es normal, pero ¿es por eso que te comportas así? - preguntó mientras alcanzaba el plato de Jeongguk y comenzaba a comer.

-Bueno... - sus dedos jugaron entre sí, se preguntó por qué lo ponía tan nervioso el hablar sobre aquello y prosiguió - Yo lo sé, pero esta vez es diferente. No puedo dejar de pensar y rebuscar que es lo que perdí o lo que olvidé hacer, o decir. No lo sé, ni siquiera tengo alguna idea de si era un objeto... o una persona.

Jimin terminó de tragar el último bocado de panqueques y apoyó sus brazos sobre la mesa.

-Normalmente cuando me sucede eso lo olvido a la velocidad de la luz y sigo con mi vida - rió - Pero creo que tal vez era algo realmente importante para ti. Aún así Jeonggukie, no te estreses tanto ¿si? entre más lo pienses creo que menos vendrá la respuesta a ti. Ya verás que en cualquier momento lo recordarás. Mientras menos atención le prestes mejor.

El peliblanco asintió, Jimin tenía razón se estaba carcomiendo la cabeza por algo que probablemente ni siquiera era tan importante como el creía.

-Está bien, me olvidaré de eso y dejaré que venga a mi como una especie de epifanía. - dijo decidido.

Jimin sonrió haciendo que sus ojos formaran medias lunas.

-A veces eres tan tierno que me dan ganas de comerte - espetó estirando el brazo sobre la mesa para pellizcar la mejilla del menor. - Pero eso pondría muy celoso a Namjoon - Jeongguk rió - En fin, lavaré los platos. Deberías ir a darte una ducha, creo que estás tan preocupado que se te olvidó la existencia de la higiene personal.

Jeongguk frunció el ceño y comenzó a olerse.

-Hey ni siquiera huelo tan mal - espetó - Pero, tienes razón.

En seguida se levantó de su asiento y se dirigió hacia las escaleras.

-Espera - exclamó Jimin - ¿Desde cuando que tienes ese collar? Es muy bonito.

Jeongguk miró hacia abajo, un pequeño colgante se balanceaba en su cuello.

-Me lo regalaron - respondió jugueteando con el pequeño cristal entre sus dedos.

-Oh, ¿quién?

El peliblanco vaciló un momento, apretó los labios y algo en su pecho comenzó nuevamente a molestarle.

-No lo recuerdo.





moonchild 「taegguk」Where stories live. Discover now