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La ventana de la habitación se encontraba abierta hasta el tope, Jeongguk estaba tendido sobre su cama vistiendo tan solo una camiseta holgada y unos pantalones de algodón. Pasaba el rato navegando en su celular, mientras que su madre preparaba la cena. Bufó cuando en su inicio apareció una foto de todos sus amigos, lucían sonrientes, disfrutando del sol y el mar.

Yo debí haber estado ahí, susurró bloqueando la pantalla para luego lanzar su teléfono por el aire, pensando que este caería sobre el colchón, cosa que no sucedió por el evidente rostro de horror que se plasmó en Jeon.

¡Lo siento cariño, no lo volveré a hacer te lo juro!

Exclamó mientras acariciaba el celular entre sus dos manos, como si de un bebé se tratase. Con cuidado ubicó el objeto sobre su mesita de noche y regresó a su posición anterior.

Comenzó a estirar los pies sobre la pared, su cuerpo reposando sobre el colchón a excepción de su cabeza, que quedó suspendida en el aire. Dobló las rodillas y volvió a rodar, quedando con la mitad del rostro mullido en la cama y el trasero elevado.

Corazón, está lista la-

Hyerin suspiró, su hijo tenía hábitos bastante extraños.

¿Qué pasa, Ggukie?

El menor giró su rostro en dirección a su madre, bufó y su labio inferior se transformó de inmediato en un puchero.

Yo quería ir con los chicos a la playa.

Respondió con desilusión.

Lo sé, lamento el que no hayas podido acompañarlos cariño.

La mujer se acercó y acarició la espalda contraria.

Será para la próxima.

Continuó dando mimos en la espalda de su hijo, quien seguia con cara larga. A pesar de que Jeon ya era todo un "adulto", a veces seguía comportandose como un niño pequeño.

Muy bien Ggukie, ahora mueve tu trasero y baja a comer.

Finalizó dando una nalgada a su hijo con gracia antes de salir de la habitación.

Jeongguk se removió con pereza, y en un fallido intento de saltar de su cama olímpicamente, cayó en el piso dando una voltereta.

Deja de jugar así, te romperás el cuello.

El peliblanco quedó estático en su lugar, miró de donde habia provenido aquella voz, y un chico vestido de blanco observaba desde el marco de la ventana.

N-no puede ser, tan fuerte caí que me rompí el cuello, ahora estoy muerto que hará mi madre dios mio la cena. P-por favor angel no me lleves aún.

Jeongguk temblando tomó una almohada, y la usó de escudo. El peligris sonrió con sorna y comenzó a acercarse al chiquillo asustado.

¡A-atrás!

Chilló, y al notar que aquel hombre había comenzado a reir, bajó la guardia con curiosidad. Asomó la vista, y parte de su nariz sobresalió por sobre la almohada. Aquella risa era totalmente dulce, comparada con aquella voz tan profunda y varonil que habia escuchado hace un instante.

Examinó su rostro y sus palpitaciones comenzarón a ser mucho más continuas.

Pensé que me reconocerias al instante, Jeonggukie.

El menor parpadeó un par de veces, se levantó con la almohada aún entre sus brazos y caminó alrededor de Taehyung sin despegar la vista de aquel prominente chico.

Entonces sí eres real.

moonchild 「taegguk」Where stories live. Discover now