lover

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No podía resistirse al atractivo de su inocencia... Harry Styles era uno de los millonarios más codiciados de Sidney, pero su lema era amarlas y luego abandonarlas. Con _____ todo era diferente porque había prometido cuidar de ella y protegerla. Sin embargo, la deseaba con todas sus fuerzas... _____ pronto recibiría una importante herencia y entonces se convertiría en el blanco de todo tipo de hombres que tratarían de seducir a una joven rica e inocente. Quizá Harry debiera enseñarle lo peligroso y seductor que podía ser un hombre...

Prólogo

—¿Quieres más café?

Harry negó con la cabeza y dirigió una mirada especulativa al que una vez había sido su jefe y, desde hacía tiempo, era su mejor amigo.

Estaban sentados en la terraza de la magnífica mansión de Ray, comiendo juntos, como siempre hacían cada vez que Harry volvía a Sidney.

Ray le había preguntado a Harry acerca del proyecto del complejo residencial que se traía entre manos y había parecido complacido cuando le dijo que iba a ser un negocio muy exitoso.

Pero Harry intuía que pasaba algo; siempre había sido muy intuitivo.

—¿Pasa algo, Ray?

—Nada concreto. Simplemente tengo el presentimiento de que no voy a seguir mucho tiempo con vida.

—¿Has ido al médico? —preguntó Harry, estupefacto ante aquella respuesta.

—Hace poco me hicieron una revisión y simplemente me dijeron que perdiera unos kilos y bebiera menos.

—Entonces ¿por qué te ha dado por pensar eso?

—Sé que algún día moriré y quiero estar preparado.

—Sólo tienes sesenta y un años, Ray.

—De todas formas, he decidido rehacer mi testamento. Debería haberlo hecho cuando murió Jess, pero no me sentí con ánimos de hacerlo.

—Espero que no se te haya ocurrido dejarme nada, ¿verdad? —le avisó—. Ya has hecho mucho por mí, Ray.

Ray le había dado una educación y un trabajo cuando nadie lo habría hecho. Y además, le había enseñado todo lo relacionado con el mundo empresarial. Como colofón, le había dado la oportunidad de invertir en una película que se había convertido en una de las más exitosas de Australia. La novia del desierto les había dado mucho dinero a los dos.

—Pensé que tal vez quisieras el Rolls —le dijo Ray—. Sigue yendo estupendamente. Ya sé que ahora prefieres los coches deportivos, pero no hay nada como un Rolls—Royce.

Harry sonrió.

—De acuerdo, puedes dejarme el Rolls.

¡Cómo le gustaba ese coche En su juventud, había pasado horas lavándolo y abrillantándolo, sintiéndose como un príncipe cuando estaba tras el volante. La única pega había sido el uniforme de chófer que había tenido que llevar. No le gustaba cómo le trataba la gente cuando iba de uniforme, como si fuera inferior a ellos, pero nunca se lo había dicho a Ray.

—Me gustaría nombrarte albacea de mi testamento. Si no te importa, claro.

—Por supuesto que no.

—Bien, también me gustaría que fueras el tutor legal de _____ hasta que tenga veinticinco años.

Harry se puso tenso al oír esa petición, pero recordó que todo aquello era hipotético. Las posibilidades de que Ray muriera antes de cumplir los setenta eran remotas, pero si por alguna desafortunada razón ocurriera, él estaría en una posición muy incómoda.

ONE SHOTS  [HARRY STYLES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora