1. Un fantasma del pasado. 🐝

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"Cuenta la leyendo que si Zhak Woods narra el diablo le reza arrodillado".

Dayanara Caicedo.

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Zhak Woods.

—Cariño abrígate por favor.-me dijo mi madre cerrándome la puerta antes de que yo pudiera salir, pasándome un abrigo, un gorro, una bufanda y los guantes.

Aunque hacía demasiado frío gracias a la nieve que caía en Pheyton Wells yo no quería abrigarme.

—Vale mamá, me los pondré de camino, iré a ver a Clarissa.

Mi madre rodó los ojos dándome la espalda y caminó a su cuarto dando un portazo que me hizo saltar.

¿Porqué odia tanto a mi futura esposa?.

Suspiré restándole importancia salí de casa cerrando la puerta algo podía presentir que pasaría cuando me quedé estático sin motivo alguno parado en la vereda para cruzar la calle.

Sentí que ya había vivido este momento 6 años atrás.

Seguí de largo observando las casas no estaba lejos de donde vivía Clari, tenía que pasa unas 6 cuadras largas un parque enorme que daba vuelta a toda la manzana y que era bellísimo... dos casas más vivía ella.

Pongo la bufanda en mi cuello y le doy vueltas metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

Estaba en la entrada del parque y me detuve para ponerme el gorro pero algo captó mi atención a los lejos había una mujer de cabellos rojizos de espalda jugando con dos niños gemelos a la pelota bajo un árbol, en sus cabellos aún tenían rastros de nieve yo había esperado que pare para salir pero ellos 3 se veían tan felices riendo, mis oídos medio captaron la risa de ella y no podía ser... verdad... no... esa risa la había escuchado millones de veces... un golpe en la pierna derecha me hizo parpadear bajando mi vista, la pelota había rodado loma abajo y terminó golpeándome, los niños venían corriendo cuando su madre les dijo que no lo hagan porque podían caerse y rasparse pero ellos volvieron a reirse, me agaché y sostuve entre mis manos el balón para entregárselos.

—Buenas casi noches señor... ¿Podría entregarnos la pelota?.-dijo uno de los niños sonriendo. Eso no fue lo que me afectó, fue lo primero que me dijo porque yo solía decirlo cuando era más joven cuando faltaba poco para anochecer pero aún era de tarde.

—Hermano el señor estaba pálido, ¿crees que sea porque no tiene un gorro puesto?-el otro niño que me habló se lo quitó y yo retrocedí un paso horrorizado cuando mis ojos captaron el color de su cabello joder... joder... joder era platinado al igual que el mío.

—¡Zhak, Jack!, les dije que no corrieran porque podían caerse mis amores.-ella llegó corriendo y puso sus manos en sus pecho respirando agitadamente su mirada estaba fija en el suelo.

Esa voz...

—Mamita, el señor está enfermo.-yo seguía parado ahí, mis pies no se movían.

—¿Qué?-dijo quitándose el cabello rojo de la cara y alzó su rostro captándome.

Tenía enfrente mío a Mellea Klinsmann.

Tenía enfrente un fantasma del pasado.

Ella llevó sus manos a su boca y negó cuando sus ojos se llenaron de lágrimas, los niños tenían el mismo color de ojos de ella.

—Zhak...-susurró sin saber si acercarse o no a mí.

—Mande mami.

Supe que a quien había nombrado era a mí no a su pequeño hijo, sus hijos tenían el nombre de Jack y mío, ¿porqué?.

—Cariños... vayan con el tío Jack yo iré en un momento ¿si?.

—Sí, mamá.-respondieron ambos caminando de vuelva al centro del parque en dónde vi al idiota de Jackson Ville mirándome cabreado.

—¿Disculpa te conozco..?.-dije tragándome la ganas de abrazarla.

Una lágrima rodó por sus mejillas dando un paso atrás...-Tú... eres Zhak-estaba abrigada pero eso no quitó el temblor de sus manos cuando las acerco a mi rostro.

—Lo siento, creo que te has equivocado de persona, yo solo pasaba por aquí y tus hijos han botado la pelota yo se las iba a pasar antes de que llegues.

Sollozó negando y luego vi furia en sus ojos-olvídame a mí si quieres pero no a nuestros hijos, ¿sabes?, no ha pasado ni una noche en dónde piense si oíste o no lo que te dije aquel día: que quizás este embarazada pero cuando te vi tú ya habías pasado el marco de la puerta hasta el día de hoy me lo pregunto y no se la respuesta.-sorbió su nariz-Zhak y Jack son nuestros hijitos... y aunque me odias desde ese día yo jamás les hablé mal de ti a nuestros hijos al contrario les enseñé quien era su padre sólo que ahora no te han reconocido porque las fotos que les enseñé de ti son de hace 6 años, dime que nunca te importé, dímelo porque parezco loca hablando sola cuando estas enfrente mío.

—Mellea...-mi celular sonó y lo cogí era Clarissa.

—Hola cariño, ¿ya vas llegando?-intuí que por el "cariño" su padre estaba cerca.

—Sí, mi amor casi llego no te preocupes Clarissa.-mordí mi labio al ver a Mellea alzar una ceja.

—Te espero, te amo.

—Y yo a ti, nena.-reí y Clarissa colgó susurrándome un "pudrete".

—Disculpa por molestarte.-Miel se giró y yo no supe que hacer.

—Espera por favor-le dije tomando su brazo y Jackson estaba viendo todo desde arriba ella se volteó y quitó mi mano diciendo:

—No, que tengas buenas noches alado de Clarissa mis hijos ni yo te necesitamos.

¿Qué mierda había hecho?.

—Mellea por favor, apenas lo vi supe que eran mis hijos el color de su cabello los delató-tomé un mechón del mío-porque yo también tengo el mismo.-hablemos más tarde... te lo pido.

Miel me miró y apretó sus manos cerrando y abriendo sus ojos-en la playa a la media noche.-me dijo girándose.

***

—¿Acaso eres estúpido?-fue lo primero que me dijo Clarissa cuando le conté todo.

—Cállate-suspiré-¿es que no ves?, ¡tú no sabes lo que sentí cuando la tuve cerca! , ¡como se puso mi corazón!.

Ella bufó torciendo los ojos-No esta bien que le digas estas cosas a tu futura esposa.

—Ay, por favor-dije empujándola-ni siquiera me quieres deja el drama.

—Cuando tu opinión sea una vagina me avisas ya me hace falta una.-rio.

Me reí-¿nena... cuándo le dirás la verdad a tu papá?-me puse serio sentándome bien en su mueble alado de ella.

—No lo sé, Zhak quisas nunca.-sus ojos entristecieron y me dio pena.

—No puedes pasar toda tu vida fingiendo alguien que no eres-la abracé a mi pecho-tarde o temprano todo explota Clarissa, eres mi amiga, yo soy quien tapa tus salidas con la mujer que amas de verdad y como tal te digo que con tiempo le digas la verdad a tu padre antes de que él lo descubra por si solo.

Ella negó aterrada y empezó a llorar yo sobaba su cabello negro-Yo, lo pensaré Zhak pero no te prometo nada, lo siento.

Yo asentí.

—Bien-dijo-ahora lárgate, ve con la pelirroja y pídele disculpas pero no le digas la verdad sobre nuestro compromiso.

—Eso esta de más lo que dices, yo no puedo decirle a nadie nuestro secreto sin que antes tú lo digas.

Nota de autora: qué ha pasado aquí?.

Instagram y Twitter: yosoyday666.

Inmarcesible I & II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora