3. Azúcar. 🐝

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EL QUE NINGUNA LECTORA AMA Y POR ESO LLORA TODAS LAS NOCHE: JACKSON VILLE.

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Soy gay.

Así empieza éste capítulo descubrí que me gustaban los hombres a los 16 años, cuando besé a Zhak sin querer en los baños.

Ahora me rio porque en ese entonces Zhak estaba más guapo que nunca, umm, recordar es volver a vivir.

Sí señor.

Muchos pensaron que me gustaba Mellea porqué la invitaba a salir pero era en plan amigos yo quería que esa mujer sea mi mejor amiga, mí corazón me jodia y debía ser así.

Los días pasaron rápidos hasta que Miel llegó a mi humilde casa de sólo un piso llorando desesperada sin entenderle una palabra.

—Es que Jackson...-jaló su cabello como una loca-Zhak y yo casi nos besamos, casi,-chilló y su rostro enrojecido la hacia ver más tierna que nunca.

Yo estaba tranquilo sentado en una silla mientras la veía de aquí allá de allá acá caminar y rodear el jardín de mí hermana y mamá.

Suspiro sabiendo lo que diré.

—Pero Klinsmann-saboreo su apellido-era algo que tarde o temprano pasaría nena-hice una mueca al quebrarme mi uñita.

—¡Cállate!-lloró tapándose el rostro-es que... lo amo mucho y no como amigo. ¿Qué debería hacer?-preguntó sollozando.

—Dile lo que sientes y ya quítate de ahí que vas a dañar el jardín.

Ella me sacó la lengua y después me dio un beso y comimos algo que preparé.

Mellea era una chica preciosa, inteligente e increíble con un corazón muy bondadoso, tonto era aquel que jamás vería lo mejor de ella lastima que a mí me encantaban los hombres porqué sino jamás la dejaría ir de mi lado en plan romántico digo.

Mellea volvió a mi casa más roja que nunca ¿y adivinen porqué?, ella y Zhak habían estado... ustedes saben ¿no?.

¡Jesús!, yo grité cuándo me contó todo.

—¿Qué sentiste?-sé que era una pregunta estúpida la que le hice pero ése día mi cerebro estaba en shock.

Ella gritó chillando-Algo mágico, me puse húmeda ahí abajo con solo un besito que me dejó en el hombro y cuándo Zhak ya sabes-se tapó el rostro riendo tímida negando-me penetró no dolió pero sí sentí que rompió mi muro, nene.

Ahora fui yo quién gritó ventilando mi rostro y aguantando las lágrimas en mis ojiverdes.

—Dios santo, me alegro tanto por ti, mi vida-tomé sus manos y las besé-siempre les deseo lo mejor, lo merecen.

Cada que me topaba con Zhak en los pasillos lo miraba coqueto, semejante hombre no fue creado en este mundo ¿o cómo explican el color de su cabello que lo tenía desde que nació?.

Pero después todo se jodió...

—¿¡Cuándo carajos pensabas decírmelo!?, ¿¡cuándo!?-le gritó en la cara y ella quiso tocarle, se apartó subiéndose las mangas de su camisa blanca.

—No sabía cómo decírtelo...-sus ojos se cristalizaron y dio un paso hacia él- por favor... no pienses que no quería decírtelo Zhak, hemos estado muy ocupados con las clases no tenía tiempo de decírtelo.

—Mientes, ¡maldita sea!, ¡mentirosa de mierda!, bien que podías decírmelo cuando nos besabamos a escondidas de los profesores.

In shock quedé.

Inmarcesible I & II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora