Viviendo con Damy (libro 3)

#34 Dentro de la mente de James

Damy's POV
Cuando sonó el timbre, esperamos el suficiente tiempo como para que Nick se fuera, ya que, teníamos coartada.
Abrimos la puerta e inevitablemente sonó un chirrido, la próxima sugerencia que le haré a mi madre es que la engrase o la cambie.
James suspiró
-Que suerte hemos tenido, ¿te imaginas que la taquilla no se llega a abrir? (James)
-Por la cara que tenías y lo sudadas que aún tienes las manos, creo que te hubieras derretido y me hubieras dejado sola ante el peligro
-¿Que dices?, lo de las manos ha sido por agarrártela a ti (James)
-Ya claro, si tú lo dices
-Oye... No sé si te ha pasado lo mismo, pero lo de la taquilla, el silencio de ahora, creo que todo se ha vuelto un poco incómodo después del beso de ayer en mi casa (James)
-Shhh, no hables del beso, quedamos en que no hubo ningún beso, es más por lo que a mis padres respecta yo jamás he estado en tu casa, yo estuve todo el rato a la biblioteca con Sandy (Dije susurrando)
-No te preocupes, esta vez iré yo solo con la foto, solo necesito que me la mandes. Y por cierto, ¿Sandy sabe algo de eso? (James)
-No, prefiero que esto se quede entre nosotros dos
-Oye, si ella puede guardar el secreto no me importa que ella sepa esto (James)
-¿Lo del beso?
-No, lo de Nick y el desván (James)
-No, si nos pillan o si sale algo mal no quiero meterla en mis mierdas, se lo contaré cuando sea el momento y ella no pueda meterse en problemas por mi culpa
-Eres una tía legal (James sonriendo con su característico hoyuelo)
De repente empezamos a escuchar pasos viniendo hacia aquí y como Sandy tarareaba alcohol free de Twice, de repente, adoptamos nuestra típica pose de profesor y alumna cuando Sandy llegó hasta nosotros.
-Hola, ¿Que hacéis aquí y tan sucios?, el señor Steel de economía me ha pedido que viniera a buscaros debido a vuestra tardanza. (Sandy)
De repente James y yo nos miramos y nos dimos cuenta de que estábamos llenos de polvo y telarañas, había que inventar una mentira rápida.
-Hola Sandy, venimos de fuera, Damy y yo estábamos limpiando la parte de abajo de las gradas (James)
-Veo que eres más de castigos tradicionales, supongo que querréis entrar al baño a arreglaros antes de volver a clase (Sandy)
-Si, acabamos rápido.
Nos metimos en nuestros respectivos baños, me lavé las manos y la cara, cogí mi estuche de emergencia de la cesta que había puesto mi madre para que los dejáramos allí y tuviéramos la opción de adecentarnos cuando fuésemos al baño. Lo primero que cogí de este fue mi cepillo para el pelo, una vez peinado y libre de suciedad me pasé por la ropa el rodillo para quitar pelos de gato que me regaló Boris cuando me presento a su gato de Angola Belly. Por último, limpié mis zapatos con agua jabón y papel higiénico, me miré al espejo y nadie jamás habría sospechado que había estado sucia y desarreglada a penas hacía diez minutos.
James's POV
Santa Amy Jones por poner una cesta con estuches de emergencia y por haber creado tremenda belleza, no me quito de la cabeza sus labios rozando contra los míos, juro que apenas veía nada, pero voy a recordar toda la vida como tuve que meterme en una taquilla con ella y apretarla contra mi porque era la única manera de protegerla, oler su pelo, notar los latidos de su corazón... pero es menor de edad. Además, es un ser cabezota y está empeñada en no meter a nadie más en esto que pueda impedirme ser yo quien la bese esta vez.
Ya he terminado de limpiarme, pero tengo que quedarme aquí un poco más para respirar y coger fuerzas para salir ahí y actuar normal delante de ella, de su mejor amiga, de sus otros amigos y compañeros, del colegio, de su madre... esto comienza a ser agotador ¿Por que tuve que conocerla aquí y ahora?, ¿Porque no pude conocerla dentro de tres meses en una discoteca celebrando sus 18 años?
Tras varias cavilaciones decidí no comerme mas el coco, tengo que salir o van a pensar que me pasó algo. Ella y yo salimos a la vez, ¿Damy al igual que yo habría empezado a tener estos pensamientos tras ese beso?, no, solo soy el profe de prácticas, a lo mucho su amigo. Ella no debe pensar lo mismo, para ella esto solo debe ser algo que alimente su curiosidad y ya está. Pero cómo voy a ignorar mis sentimientos y a ella, constantemente emitiendo esa luz cálida que ni siquiera la mugre puede opacar, ¿Como se supone que voy a aprobar las prácticas si aunque no pose mis ojos sobre ella actualmente todos mis pensamientos le pertenecen?.
Entramos a clase del señor Steel de economía y por suerte no nos hizo ninguna pregunta, creo que no habría sido capaz de responder sin balbucear, opté por pasar la clase callado y apuntar las palabras que mi mente aturdida lograba captar en mi libreta, y así otra clase, el recreo, otra clase, en el comedor y otras dos clases hasta que llegó la hora del primer ensayo en el que debía estar al cien por cien. Por lo que, me tomé un café bien cargado e intenté poner todos mis esfuerzos en no solo centrarme en Damy y su hermoso vestido de Alicia.
-James ¿te encuentras bien?, nos hemos dado cuenta de que se te ve ¿Aturdido?(señora Jones)
-Solo es cansancio señora Jones, no dormí bien esta noche
-Te entiendo, pero no falta nada para que acabe el día, y sabes que me puedes llamar Amy (Amy)
Ella me sonrió, justo igual que lo hacía su hija y esa sonrisa me calmó, no como lo hacía la de Damy, esta sonrisa era totalmente maternal. Mi madre jamás me sonreía así, tranquila y pausadamente. Mi madre tampoco nunca tuvo tiempo a dedicarme una sonrisa, solo le importaba ella y solo tenía tiempo para ella.
El ensayo acabó y en vez de distraerme pensando en Damy, he acabado pensando en mi madre y en mi nana. Hay nana cuanto te hecho de menos, tú sí que me cuidaste, entre papá y tu luchásteis para darme la mejor infancia posible, mientras mamá solo me culpaba por haber acabado con su figura y juventud.
Noté una vibración en mi bolsillo, era Damy, me acababa de mandar la foto de la cerradura. Guardé mi móvil y acto seguido monté en mi moto camino a la ferretería a por las herramientas que necesitabamos.