2. Más de lo que uno ve

499 50 0
                                    

Eran esos momentos donde uno se pregunta: ¿Por qué estoy aquí? Como si fuera a saber la respuesta. Pero muy en el fondo, sabe que de verdad algo lo hizo llegar a aquel lugar... A ese atemorizante momento donde Midoriya viese a su mejor amigo atrapado y cerca de un tipo que podía incinerarlo en segundos. El atemorizante momento donde Bakugo creyó que de verdad pararía ahí, y no podría hacer nada...

El atemorizante momento donde entiendes que vas a perder algo, y que no podrás recuperarlo.

(. . .)

—¡Pero mamá, a Kacchan lo quieren mucho por su Don! Y sí yo les demostrará que no soy un Sin Don, yo también tendría más amigos —chilló un Izuku Midoriya de tan solo cuatro años.

—Izuku, ya te dije que no puedes usar tu Don. Bajo ninguna circunstancia, no importa que suceda... No puedes usarlo.

—¡¿Pero, por qué?! —exclamó el pequeño Midoriya.

—Porque es peligroso hijito. El doctor me ha dicho que si lo usas puedes lastimarte a ti mismo y a muchas personas además —pronunció la mujer... sudando.

—¡Pero mamá, yo ya lo he usado y no es nada peligroso! ¡Mira, te lo demostraré...! —estiró su brazo, pero su madre apenas logró reaccionar.

—Izuku ¡no! —Y antes de poder haber escuchado la advertencia... Aquel pequeño brazo se había transformado en metal y había comenzado a transmutarse en partes mecánicas. Su madre lo sujetó y rápidamente volvió a su estado normal—. ¡No vuelvas a hacer eso! ¿Entendiste?

—¿Pero, por qué mamá? ¡Los Dones son supergeniales! ¡Me harían convertirme en un gran Autobot como Optimus Prime o Bumblebee!

—Hijo, tú... —la mujer se mordió el labio, lamentándose por lo que estaba a punto de hacer—. Tú... Tú no vas a ser un Autobot.

Esas palabras... Fueron suficientes como para petrificar al niño por completo.

—¿... Q-Qué?

—Hijo perdóname en serio, pero no puedo permitirte ser un Autobot ni tampoco usar tu Don.

—Pero... ¡Mamá! ¿¡Por qué dices eso...!?

—Lo hago por tú bien Izuku. Nunca en mi vida me perdonaría si algo te pasará por tu Don o por ser Autobot. Yo... Perdóname Izuku, pero la decisión ya la tomé, y no la voy a cambiar —el chiquillo seguía petrificado, pero después había comenzado a llorar desconsoladamente, mientras su madre lo sujetaba y trataba de no llorar tampoco.

—Yo... De verdad quería ser un Autobot mamá. Quería salvar a la gente... Quería ser como Optimus Prime... ¿Por qué mamá? ¿Por qué no me dejas ayudar a los otros? —y dicho esa oración, la mujer lo abrazo con fuerza mientras lloraba desconsoladamente al lado de su hijo.

—¡Perdóname Izuku, perdóname...!

(. . .)

Fue por eso que Bakugo y Midoriya se habían vuelto amigos: Ambos habían sufrido algo en su pasado que había marcado su futuro. Podían entender lo que sentía el otro sin necesidad de que hablarlo seriamente... Eran hermanos de otras madres. Personas que no dejarían que la otra muriese así como así, y no permitirían que nadie dañará a su "hermano".

Midoriya, no iba a dejar morir a la única persona que se complació del pobre cuando su madre le prohibió ser un Autobot, porque aunque lo insultaba a veces, sabía que así él ocultaba su verdadero ser: Con un falso orgullo y con una actitud arrogante de un "villano".

Pero Izuku sabía que Bakugo era más héroe que cualquiera en el planeta...

—¡El fuego es demasiado poderoso! ¡Necesitamos apoyo!

Izuku Midoriya: El Primer MestizoWhere stories live. Discover now