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Había un chico en su clase, que siempre llevaba un enorme suéter, se sentaba hasta el frente, como para no perderse nada, y llevaba un crucifijo colgando del pecho.

Su nombre era Park Jisung, era tan alto que a veces los profesores lo mandaban al fondo y también era tan tímido que las chicas de la clase lo cuidaban como si fuera un bebé pequeño y no un adolescente de casi 2 metros de altura. La que más lo cuidaba, como era de esperarse, era su mejor amiga, Noh Hyojung.

Jisung y ella eran inseparables, corría el rumor de que en secreto eran novios, sobre todo porque pertenecían a la misma religión, católica. A Jisung le gustaba hablar de ella, todos lo conocían por ser el religioso que toda clase tenía, pero a él no le molestaba en lo más mínimo que lo llamarán o lo conocieran por ello. Él era atento y gentil también divertido, amable y carismático, parecía que cada parte de él estaba hecha de luz, porque iluminaba cualquier lugar y brillaba con luz propia.

Él era simplemente...

—Perfecto... —Susurró, con un suspiro escapando a través de su nariz.

—Gracias,  —la voz de su mejor amiga, que nunca vio cuando llegó, lo hizo dar un respingo en su asiento. —pero sólo te quiero como amigo, lo sabes, ¿no?

—Estúpido, me asustaste. —Le dio un empujón al decirlo y ella se rio.

—Discúlpame, pero no es mi culpa que estés tan distraído. —Entonces ella siguió su mirada y chasqueó la lengua. —Ah, ya veo, eso explica muchas cosas

Cuando Seojeong volteó a verlo, Chenle se sonrojó tanto que comenzó a sentir calor en absolutamente todo el cuerpo y se echó aire furiosamente con la mano.

—Sólo un poco... —Admitió, volviendo a sonrojarse cuando Seojeong movió las cejas de arriba hacia abajo con una sonrisa.

Bueno, sí, tal vez Park Jisung le gustaba un poquito.

En realidad, Chenle pensaba que no había forma de no sentirse atraído por Jisung, tenía todo lo que se necesitaba e incluso más.

Chenle lo conocía desde que entró a su clase en la escuela media, hace tres años, y Jisung siempre fue muy tímido pero al bailar era una persona completamente diferente. Se movia tan fluido, sus expresiones eran precisas, el manejo de su cuerpo al bailar, el ritmo y la anatomía completa de Park Jisung, el movimiento de su cabello y la forma en que sonreía. Todo él era un espectáculo y era hipnotizante mirarlo, podrían haber un millón de chicas atractivas bailando con Jisung y aún así, Chenle no miraría a nadie más.

Fue hace un año que Chenle notó que tal vez no era del todo normal prestarle tanta atención a Jisung, entonces concluyó que le gustaba y se lo contó a Seojeong y a Renjun, qué le dijeron que debería decírselo a Jisung y él dio un rotundo no.

Y no es que Chenle fuera tímido y no quisiera confesarse, más bien era que Jisung era católico y era obvio que no podía corresponderle siendo así, ¿no? Además, respetaba su religión y no quería que de repente le tuviera asco por su sexualidad. Para resumir, Chenle tenía los pies bien en la tierra y sabía que no sería correspondido.

Pero eso no le impedía mirar, ¿verdad?

Desde que conocía a Jisung se había conformado con mirarlo, le gustaba hablar con él, pero él usualmente lucía incómodo hablando por mucho tiempo con alguien que no fuera Hyojung y Chenle no quería hacerlo sentir nervioso.

Era difícil hablar con los tímidos y Chenle tampoco era el tipo más sociable del mundo aunque no fuera como tal tímido, además, Jisung era muy intimidante, no porque fuera malo más bien porque era algo así como el tipo del que había estado enamorado desde hace casi 2 años, de cierta forma tenía sentido que le causara pánico hablar con Jisung más de lo necesario. Eso sin mencionar el enorme freno que era la religión, porque Chenle si intentó ser su amigo, pero se detuvo cuando se dio cuenta de lo que sentía por él.

Preach ↠Jichen/Chensung↞Where stories live. Discover now