18 ☁ Break

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Definitivamente, Taeyong estaba teniendo problemas para seguir el plan aquel miércoles.

Era un día muy agitado para la pastelería, parecía que todos los clientes se habían puesto de acuerdo para aparecer en la tienda y comprar sin parar, por lo que había demasiado trabajo en el local. Debido al exceso de personas en la tienda esperando ser atendidas, Taeyong y Ten se vieron obligados a ayudar a Kun en recepción, alternandose entre cocinar, alistar los pedidos y atender a los clientes que no dejaban de llegar.

Eran apenas las 2pm cuando el local comenzó a vaciarse, pasando de una fila larga de clientes a solo unos cuantos que pasaban a buscar algo rico y dulce para darle fin al almuerzo. Kun se encontraba entregándole su cambio a una amable mujer mientras Taeyong armaba unas cajas con el logo de la pastelería y Ten las ocupaba para los pedidos que debia entregar el chico del delivery. En medio de su tarea, Taeyong observó a Ten de reojo, detallando su expresión cansada y sus marcadas ojeras, delatando el hecho de que tal vez no había dormido bien la noche anterior.

Aquel Ten desganado y emocional volvió a hacer acto de presencia, dejando atrás al Ten sonriente y alegré que se presentó todo el día de ayer y Taeyong no podía evitar sentirse frustrado y culpable, porque creía saber el porque Ten se encontraba así.

Malvado Jonh Seo y sus secretos.

Mordiendo su labio inferior, Taeyong hizo lo posible por mantener su lengua controlada cuando se dirigió a Ten en ese momento.

—Hey...—Casi le susurró. El chico menor levantó la cabeza de la caja que estaba a punto de cerrar para mirar a Taeyong con sus ojitos tristes, o al menos ese sentimiento destellaban.—¿Estas bien?—

—Si, ¿por que preguntas?—Taeyong se alzó de hombros y le alcanzó la caja que acababa de armar para que la rellenara también.

—Es que me pareció ver lo contrario en tus ojos.—Explicó. Ten pareció tensarse unos segundos al oír sus palabras, mas inmediatamente continuó con su labor.

—No es nada....—Comenzó por decir, ahora ya no mirándolo a él.—Solo no dormi bien anoche.—

—¿Puedo preguntar por que?—

Ten suspiró y negó con la cabeza.

—Luego, Hyung.—Fue su unica respuesta, para luego quedarse completamente callado nuevamente, dejando a Taeyong con la incertidumbre molestándolo por dentro.

Sí le dijera lo que Johnny estaba tramando, ¿eso lo ayudaría?

Taeyong mordió ambos de sus labios está vez, luchando por eliminar esa idea de su cabeza y detener las palabras que querían salir de su boca. No podía hacer eso, no podía traicionar la confianza de Jaehyun ni echar a perder la sorpresa de Johnny. No tenía el derecho ni la certeza de que ello ayudaría de alguna manera. De todas formas, no es como si pudiese ir hasta Ten y casualmente decirle:

—No tienes que estar triste.—Susurró muy bajito.—Johnny sólo te pedirá...—

¡...Matrimonio!

Él mundo pareció detenerse en ese mismo instante. Su corazón salteandose uno, dos, varios latidos al asimilar esa palabra que no debía ser mencionada bajo ninguna circunstancia . El pánico inicial se apoderó de Taeyong.

—¡Olvida lo que dije! ¡Olvídalo!—Gritó con todas sus fuerzas, desesperado por borrar esa información confidencial de la cabeza de su mejor amigo. Debido a su urgencia, tiró la torre de cajas sin armar al suelo, provocando un gran desastre.

Nuestros primeros pasos ☁ JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora