23

3.1K 365 85
                                    

☆☆☆

-Buenos días preciosa.- le dijo Félix pasando su brazo por los hombros de esta y besándola.

Remus miró a otro lado para no ver esa dolorosa y asquerosa escena. Literalmente se había acostado con Madison hacía menos de 24 horas... verla con ese verdugo no lo ponía contento.
-Minerva, no tengo demasiada hambre, si me disculpas.- dijo levantándose y yéndose de allí.

Los días pasaban y los exámenes se acercaban. Tanto los alumnos de quinto como los de último año estaban más nerviosos por aprobar los exámenes.

-Ya basta.- dijo Madison separándolo con algo de molestia.

Se encontraban en el gran comedor, y Félix empezó a bajar su mano hasta llegar al muslo de la chica.
-No te ha quedado claro que eres mía y que harás lo que yo desee?- le preguntó en la oreja mientras le apretaba con fuerza.

No, no, y no. Ella no quería en ese momento. Se sentía demasiado incomoda.
-He dicho que me sueltes!- dijo abofeteándole delante de todos.

Todos en el gran comedor incluidos profesores miraban como la chica salía del lugar a toda prisa. Oliver y Percy se miraron entre sí algo preocupados.

-Será hija de puta.- dijo la serpiente mientras se levantaba e iba detrás de ella.

Madison por otro lado entró en la clase de Remus esperando verlo ahí.
-Profesor Lupin?- preguntó ella con algo de miedo.

El hombre salió de su despacho con cara preocupada. Parecía angustiado y a la vez feliz y aliviado.
-Madison... que haces aquí?- le dijo mientras se colocaba su chaqueta.

-Necesito tu ayuda.- empezó a decir ella.
-Madison, ahora mismo no puedo, tengo algo demasiado importante que hacer, después hablamos.- dijo este dándole un beso de despedida y dejándola sola.

Remus se acababa de ir, y la había dejado sola.
-Acaso pensabas que te saldrías con la tuya?- preguntó Félix mientras entraba en el salón y cerraba la puerta.

-Félix...- empezó a decir ella.
-Cállate! Como te atreves a abofetearme delante de todos? Que pensaran de mi novia?- preguntó mientras se acercaba a ella.

-Aléjate.- le dijo Madison retrocediendo.
-O que?- preguntó con una sonrisa burlona.

-No lo sé pero no saldrás con esta sonrisa que llevas.- dijo ella mirándolo fijamente.

Félix sacó su varita apuntándola al igual que Madison quien se esperaba algo así.
-Pero mira por donde... al parecer Madison ha sacado agallas para defenderse.

-No te tengo miedo.- dijo ella apretando con fuerza su varita.- No puedo seguir con esta farsa, yo no te quiero.

Félix soltó una risa sarcástica.
-Entonces lo quieres a él? Madison abre tus ojos! Es un capullo pervertido que solo se quiere aprovechar de ti!- le dijo a lo que ella negó.

-No, te equivocas, eres tú el que me obliga ha hacer cosas que no quiero, sin mi consentimiento.- dijo muy segura de sus palabras.

-Sabes? Deberías tenerme miedo preciosa, expelliarmus!- gritó apuntando su varita haciendo que la chica quedara desarmada.

Madison empezó a retroceder, cada vez más hasta sentir que no tenía escapatoria.
-Para, no te acerques.- dijo ella ahora con temblor.

-Ya no eres tan valiente, no es así?- dijo con una sonrisa el chico.- De rodillas.
-Qué?- empezó a preguntar ella.

-He dicho de rodillas joder!- le gritó.- Resulta que por mucho que este enfadado contigo, sigues poniéndome como el primer día.- dijo ahora bajándose la cremallera.

Madison quien ya había pasado por eso tragó hondo. Esta vez era diferente, esta vez sentía miedo de verdad.
-No.- dijo ella.

-No?- preguntó él mirándola.- Acabas de negarte?
-Estás sordo? He dicho que no.- repitió de nuevo ella provocando que Félix se acercara peligrosamente a ella sin dejarla procesar nada.

La giró y la apegó a él, juntando sus cuerpos.
-A mi nadie me dice que no.- le susurró en la oreja.- No has querido hacerlo por las buenas? Lo haremos por las malas.

-No, para.- decía ella sin poder controlar el llanto.- Para, por favor.

-Exacto muñeca, suplica para mi.- dijo mientras le arrancaba la falda y la pegaba a la pared.- Eres tan preciosa...

-No, no! He dicho que pares!- gritó ella intentando zafarse de él intentando pedir ayuda al quien fuera.- Por favor ayúdenme!

-Que pena... estás sola, y Remus no podrá venir en tu ayuda, de todos modos le he enviado una carta a tus padres.- dijo el chico riéndose.

-Qué?- preguntó ella ahora confundida.
-Eso es... pensabas que no te he visto por las noches ir con el? Que dirán tus padres cuando se enteren que su hija perfecta se ha follado a su profesor?- le dijo en la oreja.

-No, no como has podido!? He hecho todo lo que me has ordenado!- dijo ella furiosa.- Suéltame!

La chica con todas sus fuerzas lo empujó hacia atrás y rápidamente le tiró un frasco con polvo que había allí para tener suficiente tiempo para
tomar su varita.

-Serás hija de puta.- se maldecía este intentando ver.- Dónde mierda estás!? No hemos terminado!

-Expulso.- dijo Madison apuntándolo.- Incarcerous.- y ahora, Félix se encontraba atado por una gruesa cuerda, rodeando su cuerpo fuertemente.

-Qué? Sácame de aquí!- pedía esté intentando liberarse.- Que sepas que le contaré a todos lo que vi. Vas a sufrir tanto cuando se lleven a Lupin a Azkaban que querré verte entonces.

-Cállate!- gritó ella aún con el corazón en la garganta.- He dejado que me toques, que me beses y que me hagas cosas que no habría hecho contigo nunca. Todo para que guardases el secreto! Como pudiste contárselo a mis padres!?- gritó apuntándolo.

Félix solo río.
-Deseabas que te tocara.- dijo haciendo que Madison no tuviera palabras.

No las tenía. Como se atrevía a hacer tal cosa?
-Eres una persona horrible.- dijo mirándolo con decepción, asco y odio.
-Que novedad.- dijo este riendo.- Que pena que no puedas hacer nada al respecto.

-En realidad si hay algo...- dijo ahora formando una sonrisa satisfactoria.- Pero te aviso, puede que te olvides de algunas cosas...

Félix frunció el ceño.
-Qué? De que hablas? Espera Madison, no, no lo hagas.- empezó a decir ahora algo nervioso.
-Oh, mira cariño suplicándome cuando antes te reías muy tranquilo.- dijo ahora riendo de forma sarcástica.

-Madison, no lo hagas.- le suplicó el chico.
-Obliviate.- dijo ella finalmente haciendo que todos los recuerdos se esfumaran en segundos.

Que acababa de hacer?

hiding from the moon (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora