ÉL Y YO

23

VIAJE

• Jessica Allen •

Nothing Else Matters de Metallica suena por mis auriculares.

A un paso muy, muy acelerado caminamos en medio de la multitud, mi mano está sujetada gracias al fuerte agarre de mi novio y nuestras maletas ruedan sin parar por todo el aeropuerto.

Me encanta debo aclarar. Mi adrenalina combinada con la suya es alucinante, nuestras suaves carcajadas son la mejor combinación, y más, si a la vez suena alguna canción.

Estamos llegando un poco tarde a nuestro vuelo... Pero nada que una buena maratón no pueda resolver, así que aprieto nuestro agarre y empiezo a correr aún más rápido que antes, visto esto, Thom me sonríe con complicidad y hace lo mismo.

Una hora más tarde suspiramos al mismo tiempo y nos dejamos caer en los cómodos asientos del avión.

Sí, exacto. Estamos el primera clase.

No me puedo quejar, esto es flipante. Pero lo mejor de esto es que mi lugar está justo al lado de la ventana, así que con mucho orgullo miré a través de ella mientras el avión despegaba.

Unos fuertes movimientos empezaron a mover el lugar, por lo cual llevé mi mano al reposabrazos, pero justo ahí estaba la mano de Thom, lo miré y después me dispuse a sujetarlo, no dijo nada así que no la quite de ahí después de un largo tiempo.

—¿Quieres escuchar música conmigo?—le propuse con una gran sonrisa.

Cuando me mira, su vista no se aparta de la mía y estas quedan sumamente envueltas la una con la otra. Una sonrisa ladeada sale de nuestras bocas y Thom se acerca a mi tomando mi cara entre sus manos y envolviéndonos en un beso cagado de deseo, suave y duradero.

—Claro—dice al fin.

Le ofrezco mi teléfono y él busca alguna canción. Poco después descubro que se trataba de
Don't Look Back In Anger de Oasis.

Le sonreí, claro que le sonreí. De alguna forma u otra estas canciones, este grupo, Oasis, es algo que no podemos evitar, es algo parecido a la representación de nosotros dos juntos.

Bien, las horas pasaron y así la música fue testigo de ello. Escuchamos a Tom Odell, Imagine dragons, Green day, Hozier, Måneskin, Surf Curse y de más...

Un rato después me quede dormida, pude imaginar que no fue mucho ya que aún era de día. Luego decidí leer El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde por un par de horas y mientras yo leía, Thom se dispuso a dibujar. Era la primera vez que lo veía hacer algo así. Él me lo dijo, compartíamos una de varias aficiones: dibujar...

Los recuerdos viene a mi como algo gracioso de recordar:

«—¿Qué dibujas?—me preguntó al ver que no estaba en la disposición de hablar.

—Buena pregunta, hasta yo quiero saber—le dije irónicamente y le mostré el cuaderno con trazos de líneas sin sentido.

—Interesante...—intentó contener la risa.

—Si, demasiado interesante—le dediqué una risa falsa.